Irma Pérez, una ciudadana oriunda de Masaya, que en días anteriores había gritado «Viva Nicaragua Libre», en su zona, fue detenida este lunes, 23 de diciembre, en horas de la tarde y liberada cerca de las 10 de la noche. Durante la detención, los agentes orteguistas procedieron, según Pérez, a revisar toda la casa sin presentar ninguna orden de allanamiento.

«Desde la semana pasada le andaban dando persecución, luego que ella -en la semana pasada- les gritara desde un taxi -«Viva Nicaragua libre»- a unos oficiales de Masaya. Los oficiales empezaron a darle persecución, pero no la agarraron, posteriormente a eso ella comenzó a ser asediada y se libró en dos ocasiones de ser detenida, hasta ayer que la sacaron de su casa», afirmó la abogada Yonarqui Martínez, representante legal de Pérez.

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Martínez agregó que su representada fue víctima de «allanamiento ilegal, la torturaron, la golpearon y la hicieron firmar un documento en el que se comprometía a no volver a gritar -«Viva Nicaragua libre»-. Durante el allanamiento le robaron dos cadenas de plata, 1,500 córdobas y un par de zapatos nuevos.

VIOLENCIA ESTATAL CONTRA LAS MUJERES

La opositora -al salir de la estación policial de Masaya- presentaba varios moretones en su espalda y dolores en todo su cuerpo, luego de ser víctima de agresiones ejecutadas por la Policía Orteguista, según el testimonio que dictó a Martínez, quien considera que este tipo de situaciones demuestra la violencia estatal contra las mujeres.

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«Esas acciones ejecutadas por la Policía demuestran que hay violencia de género, violaciones contra los derechos humanos, violación a la libertad de pensamiento, de ideología. No podes expresarte, ese es el mensaje. La Policía continúa reprimiendo y sin ningún reparo golpean a mujeres. No es normal que obliguen a una mujer a comprometerse a no volver a gritar – «Viva Nicaragua Libre» – ni es normal que la hayan sacado de su casa, golpeado, detenido, ni allanado, solo por expresar su sentir. Es un derecho expresarse y pensar diferente, pero es así como buscan callar a las mujeres en Nicaragua», denunció la abogada Martínez.

Asimismo, destacó que a pesar de los golpes que recibió su representada Irma Pérez «está fuerte y decidida a exigir que se respeten sus derechos».

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