Cuatro de las reas políticas fueron acusadas el pasado 24 de abril, otras dos siguen sin ser vinculadas a ninguna causa y una ya fue condenada por la justicia orteguista.
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La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo se sigue ensañando con las mujeres nicaragüenses. El 24 de abril pasado, la justicia orteguista presentó una acusación, sin especificar el delito, contra Martha Lorena Centeno Marín, Hazel del Socorro Martínez Ulloa, Ivonne Patricia Espinosa Hurtado y Brenda Lee Baldelomar Alemán, sumando con ellas un total de siete ciudadanas encarceladas por motivos políticos.
La causa introducida contra las cuatro reas de conciencia, divulgada en el Sistema de Gestión Judicial, conocido como Nicarao, señala como la encargada de la acusación a la fiscal encargada Heydi Estela Ramírez Olivas, que representará a la supuesta víctima establecida como “la sociedad y el Estado” de Nicaragua. El caso es llevado desde el Juzgado Cuarto Penal de Managua.
Ivonne Patricia Espinosa Hurtado, 56 años, es originaria de Boaco e integrante de la Unidad Nacional Azul y Blanco.
Brenda Lee Baldelomar Alemán, 48 años, es de Chinandega. Su detención ocurrió el 17 de abril, durante la semana de conmemoración de los cinco años de la Rebelión de Abril de 2018, en unas calles de la colonia Roberto González, en Chinandega.
Hant Ismael Baldelomar, quien dijo en redes sociales ser el hijo de Brenda Lee, señaló que la encarcelada política es “inocente” y que fue secuestrada la noche de ese 17 de abril únicamente por “exigir una Nicaragua libre”. También, responsabilizó a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo de cualquier daño que pudiera ocurrirle a su madre.
Martha Lorena Centeno Marín, de 49 años, es oriunda de Managua; y Hazel del Socorro Martínez Ulloa, de 55 años, es originaria de El Viejo, Chinandega. Hasta ahora se desconoce públicamente cuándo y cómo ocurrió la detención de ambas y las condiciones en las que se encuentran.
La dictadura suma, con la presentación de acusación contra estas cuatro presas políticas, un total de siete mujeres encarceladas por motivos políticos. En los primeros nueve días de abril, cuando ordenó capturar a 21 personas, las ciudadanas Olesia Muñoz y Anielka García también fueron detenidas arbitrariamente, sin embargo, se desconoce si alguna de ellas ya fue incluida en alguna causa judicial inventada por la dictadura.
Anielka García Zapata, experta en Marketing y Publicidad y propietaria de Think Marketing, fue detenida el 5 de abril en Chichigalpa, Chinandega.
La Unidad Nacional Azul y Blanco denunció, a través de sus redes sociales, que la captura de la joven emprendedora fue ordenada posterior a que publicara en su redes sociales una camiseta alusiva a la Rebelión de Abril de 2018.
La comerciante y música Olesia Muñoz, excarcelada política en junio de 2019, luego de más de 300 días encerrada por la dictadura orteguista, fue detenida nuevamente el pasado 6 de abril en la vivienda de uno de sus familiares en Niquinohomo, Masaya.
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Más de 15 miembros de la Policía orteguista llegaron a la vivienda y exigieron a Muñoz que los acompañara a “una entrevista”, la subieron a la patrulla y no dieron detalles del lugar al que la trasladarían, por lo que desde entonces desconoce dónde se encuentra, según declaraciones ofrecidas por familiares a medios de comunicación independientes.
La Lupa conoció, de manera extraoficial, que las nuevas seis reas de conciencia se encuentran en el Distrito Tres de Managua.
El Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas, hasta inicios de marzo pasado, solo tenía enlistada como presa política a Martha Candelaria Rivas Hernández, quien fue condenada, el 13 de julio de 2022, a cinco años de cárcel por el delito de “falso testimonio”, como castigo por negarse a sostener una acusación formulada por el Ministerio Público orteguista contra el sacerdote Manuel Salvador García Rodríguez, párroco de la iglesia Jesús de Nazareno de Nandaime.
Rivas Hernández fue la única mujer que quedó encarcelada por motivos políticos posterior a que, en febrero pasado, 222 personas presas políticas fueron excarceladas y desterradas por la dictadura en un vuelo directo a Estados Unidos.
