En el Parque Central de Guatemala, un gran grupo de niños y niñas se reúnen para aprender de derechos humanos, prevención de la violencia, plantas medicinales y otra diversidad de temas que serán esenciales para su vida. Al aire libre, en el espacio público, aprenden las temáticas a través de actividades lúdicas, juegos, teatro, lecturas y arte.

Muchos de esos niños y niñas viven en situación de calle y se asientan con sus familias a las orillas del parque, otros trabajan en el lugar vendiendo productos, o acompañan a sus mamás que trabajan en la zona.

Todas y todos son diversos, y tienen diferentes metas y sueños, pero tienen algo en común: viven en la pobreza y están excluidos del sistema educativo. Pero en la Escuela Popular, tienen la oportunidad de tener una enseñanza diferente, respetuosa con sus derechos y divertida para ellos y ellas.

“Queremos brindarle a los niños un espacio para aprender, crear y convivir”, dice Rosario Jeréz, activista feminista y profesora de la Escuela Popular.

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La Escuela Popular de la Plaza Central es impulsada por la colectiva Plaza Las Niñas 8 de Marzo. Aunque tiene solo dos años, ya tiene 47 niños y niñas integradas, que todos los días esperan impacientes la lección del día para después jugar y tomar su merienda.

Video: Plaza Las Niñas 8 de Marzo. Cortesía.

“Nosotras decíamos «con que vengan 10 niños es suficiente», pero ha ido creciendo. Para nuestra sorpresa, el primer día de escuela de este año teníamos 47 niños y solo 25 refacciones (meriendas). Sin embargo, dividimos, la compartimos entre todos y todo salió perfecto. Fue una maravilla, pero también da tristeza ¿De dónde salieron tantos niños?”, dice Rosa Gallardo, integrante de la Plaza Las Niñas y fundadora de la Escuela.

Pobreza, calle y migración, las condiciones de la niñez guatemalteca

El conocimiento sobre la existencia de esta escuela al aire libre se fue expandiendo entre la población que acostumbra la Plaza Central, y muchas de las madres que viven cerca de ahí o llevan a sus hijos e hijas al trabajo, los mandan a la Escuela Popular.

Pero el incremento de la matrícula también está relacionado con mayores niveles de presencia de menores de edad viviendo en las calles o menores de edad que no están inscritos al sistema educativo formal, indica Gallardo, esto incluye a niños y niñas de otras nacionalidades, tales como venezolanos.

“Muchos de los que asisten son niños de madres venezolanas. Lamentablemente esas mujeres quedaron viviendo en la calle de la Sexta Avenida, pidiendo dinero para subsistir en un país que no les da las garantías. Guatemala no les da las garantías a las personas migrantes y viven aquí en la total pobreza”, explica Gallardo.

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“Es muy triste porque esos niños vienen de sus tierras a caer a otro lugar donde la niñez no es amada y no es protegida. Es un gran reto para este año”, continúa.

Foto: Plaza Las Niñas 8 de Marzo. Cortesía.

La pobreza en Guatemala alcanza al 52.4 por ciento de la población hasta el año 2020, según datos del Banco Mundial, pero no afecta a todas las personas por igual, la niñez y la adolescencia viven mayormente en precariedad.

Esto tiene como consecuencia que abandonen forzosamente los estudios para trabajar o colaborar con otras labores en sus hogares . De acuerdo con cifras de la UNESCO, durante el año 2021 en Guatemala, 125 niños estaban fuera de la educación primaria de cada 100 mil en edad escolar y más de 400 adolescentes estaban fuera de la educación secundaria por cada 100 mil. Es una de las mayores brechas de acceso a la educación en Centroamérica.

“Muchos niños y niñas del parque son los que quedaron viviendo en la calle con su mamá después de la pandemia, porque no podían pagar el cuarto de alquiler y se fueron a vivir a la Plaza Central entre los árboles. Esos son los niños que llegan a aprender sobre sus derechos y a jugar”, explica Gallardo.

Por otro lado, medios locales guatemaltecos reportan que el 2022 fue uno de los años con mayor caravanas de personas venezolanas y de otros países de Centroamérica que cruzaron el país, de las cuales muchas se quedaron varadas sin ninguna protección social o económica.

“A mí me da alegría ver tanta niñez con tanta diversidad, esperanzas y sueños, y de diferentes nacionalidades, pero es triste saber las condiciones en que viven”, explica Gallardo.

Financiamiento, el principal reto de la Escuela Popular

El principal reto que enfrenta la Escuela Popular es el financiamiento y la sostenibilidad a largo plazo, especialmente con una escuela que crece día  a día. 

Rosa Gallardo, defensora de derechos humanos y coordinadora de la colectiva Plaza Las Niñas 8 de Marzo, cuenta que la colectiva es totalmente autónoma “y se encuentra en soledad”. Aunque han tocado puertas en otras organizaciones e instituciones para recibir algún tipo de ayuda, no han sido escuchadas en ningún lado.

Así que ella y las otras seis integrantes que conforman la colectiva aportan de sus propios ingresos para sostener la escuela, y al menos garantizar los materiales escolares y las meriendas para los menores.

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“Es un gran reto económicamente presentar la Escuela Popular en Guatemala, y más porque dos compañeras y yo no contamos con trabajo, sino que conseguimos dinero a través de ventas”, explica.

Foto: Plaza Las Niñas 8 de Marzo. Cortesía.

A pesar del obstáculo económico, la colectiva recibió la invitación de crear otra Escuela Popular en “El Corazón del Criollo” en Antigua Guatemala, gracias a alianzas con otras feministas. “La escuela es muy tierna todavía, pero tiene grandes frutos y esperamos que con el tiempo se vuelva más abierta y más permanente”, manifiesta Gallardo.

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