La más reciente publicación de The Economist Intelligence Unit (EIU), editada
por el prestigioso grupo británico The Economist, advierte que persisten
fuertes razones para considerar que la crisis económica en Nicaragua podría
extenderse hasta el 2024.

Los nicaragüenses continuarán haciendo frente al desempleo, la crisis continuará golpeando al sector privado y advierte que a medida que se acercan las elecciones del 2021
podría crecer el descontento entre la población, señala la publicación correspondiente
a febrero.

“A lo largo de nuestro período de pronóstico de cinco años, las perspectivas
económicas de Nicaragua se verán obstaculizadas significativamente por las
consecuencias de la crisis política”, dice el informe.

Acá te decimos cuáles son las causas que toma en cuenta EIU para hacer su pronóstico
en el que además vaticina la permanencia del dictador Daniel Ortega en el poder.

El 2020 no será un año de crecimiento económico para los nicaragüenses y la tasa de desempleo podría incrementar por la desconfianza que genera la crisis sociopolítica que enfrenta el país desde abril de 2018.

La publicación de The Economist Intelligence Unit  advierte que la crisis que continúa a lo interno del país podría ser el detonante para que el daño económico del país se extienda hasta el 2024.

“Ortega no ha mostrado ninguna disposición a forjar una solución negociada a la crisis,
y los intentos de derrocarlo no han tenido éxito”, señala.

Las violaciones de derechos humanos y el asedio que viven los opositores al régimen son constantes en un país donde manifestarse y pensar distinto también es un delito.

En consecuencia, The Economist Intelligence Unit espera que la resistencia de la
oposición interna se “debilite con el tiempo”.

“Una recesión económica que comenzó como resultado de una crisis política en 2018
persistirá a corto plazo, en medio de una alta incertidumbre política y un débil
sentimiento de los inversores”, advirtió EIU.

Para el próximo 25 de febrero se convocó a una marcha en la que se pedirá la unidad y la libertad de los presos y presas políticas, pero tras el anuncio la policía orteguista comenzó el asedio contra dos firmes opositores.

Foto tomada de El Nuevo Diario.

DEBILITAMIENTO DE LAS EMPRESAS

Desde que estalló la crisis, las empresas se han visto afectadas y obligadas a reducir
personal, además de hacer frente a las políticas impositivas del régimen,
golpeando particularmente a las pequeñas.

“La ausencia de una solución real al conflicto político de Nicaragua mantendrá la
confianza empresarial moderada durante todo el período de pronóstico”, señala
el informe.

EIU no cree que se restaure la alianza que antes de la crisis mantenía el sector privado con el Gobierno. “Es poco probable que se reconstruya de manera significativa”, dice el informe. 

El reciente informe detalla que este año el país podría tener un decrecimiento económico de 1.6%.

La publicación, además detalla que entre 2021 y 2024 el país podría crecer únicamente 1.6% ubicándolo por debajo del 4.7% que se logró entre 2013 y el 2017.

Para 2020, la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides)  proyecta una contracción de 1.1% en el Producto Interno Bruto (PIB).

“El Gobierno se centrará en la consolidación fiscal para evitar la necesidad de imprimir dinero, lo que podría tener un efecto perjudicial sobre la inflación”, agrega.

LA AGITACIÓN POLÍTICA

En el informe The Economist Intelligence Unit (EIU), a su vez advierte que la “represión estatal”, que dejó por su paso en los primeros meses al menos 325 personas fallecidas, ha sido “extremadamente elevada”.

“El precio de la represión estatal ha sido extremadamente elevado. La agitación
política, junto con una serie de sanciones financieras internacionales, han
provocado un deterioro dramático en las condiciones económicas”, señalan.

La esposa del dictador y vicepresidenta, Rosario Murillo, está entre los
sancionados.

A medida que se acercan las elecciones, el descontento puede ser mayor y esa situación representa una amenaza para la economía, insiste la publicación.

“Dada la probable falta de una solución negociada para el conflicto político en
curso, esperamos que el señor Ortega (o un candidato de su elección) permanezca
en el poder durante el pronóstico 2020-2024”, 
vaticinan.

Aunque Ortega tenga la disposición de hacer ciertas concesiones sobre una reforma electoral para querer aparentar que son elecciones transparentes es probable que estas sean “superficiales”, explican.

Foto principal: La Prensa

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