Cuando se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa, que se conmemora cada 3 de mayo, el Instituto Internacional sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) condenó “la cárcel,  el exilio, el destierro y el despojo de la nacionalidad al que son sometidas las personas periodistas” en Nicaragua. 

La organización denunció que en los últimos cinco años en Nicaragua han ocurrido por lo menos 3,344 violaciones a la libertad de prensa, según datos de Voces del Sur, siendo una de las más recientes la detención arbitraria del periodista Victor Ticay, corresponsal de Canal 10, capturado el 6 de abril luego de dar cobertura a una actividad religiosa durante Semana Santa. 

Los defensores señalaron que casi un mes después de la captura arbitraria de Ticay nadie sabe en qué condiciones se encuentra, ya que la Policía no ha informado nada sobre él ni a sus familiares ni a la opinión pública.

La represión de la dictadura Ortega Murillo, señala Raza e Igualdad, ha sido imparable en los últimos cinco años, pues hasta febrero pasado tenía encarcelados a periodistas, directivos de medios de comunicación y de organizaciones defensoras de la libertad de prensa, entre ellos: Cristiana Chamorro, Miguel Mora, Miguel Mendoza, Juan Lorenzo Holmann y Pedro Joaquín Chamorro.

Ese grupo de periodistas y directivos de medios independientes fueron, el 9 de febrero pasado, excarcelados y desterrados en un vuelo directo a Estados Unidos por órdenes de la dictadura Ortega Murillo, que también los despojó de sus nacionalidades.

Exilio, muerte y persecución judicial

Raza e Igualdad apuntó que todo este contexto hostil para ejercer el periodismo en Nicaragua ha hecho que al menos 185 periodistas nicaragüenses fueran forzados a exiliarse en países como Estados Unidos, Costa Rica o España, huyendo de una posible detención y judicialización arbitraria luego de la aprobación de la Ley de Ciberdelitos a finales de 2020.

«El orteguismo ha utilizado en Nicaragua las leyes para censurar, reprimir, asediar, asaltar y confiscar a medios de comunicación independientes, siguiendo una política de Estado que busca silenciar al periodismo independiente y evitar la divulgación de denuncias por violaciones a derechos humanos», denunciaron.

La organización también recordó la impunidad en casos como el del periodista Ángel Gahona, quien fue asesinado en abril de 2018 de un disparo en la cabeza mientras daba cobertura a las protestas sociales en Bluefields y que, hasta hoy, “no se ha realizado una investigación seria que lleve ante la justicia a los culpables”. 

Venciendo la censura

Los defensores de derechos humanos celebraron la fortaleza del gremio de comunicadores independiente y rescataron que, pese a la diversidad de dificultades que viven en Nicaragua, “los micrófonos y las cámaras siguen recogiendo los testimonios de las víctimas que exigen verdad, reparación y justicia,  y que contribuyen a la creación de memoria histórica”. 

“Desde el exilio, las y los periodistas han seguido trabajando, recopilando información sobre las violaciones de derechos humanos, por ejemplo en el caso de Nicaragua, su labor  contribuyó a que el Grupo de Expertos en Derechos Humanos de la ONU, emitiera un informe contundente en el que calificaba los hechos ocurridos en ese país como crímenes de lesa humanidad”, resaltaron.

Raza e Igualdad remarcó que el periodismo nicaragüense sigue venciendo a la censura y que su labor es “esencial para la búsqueda de justicia y reparación para las víctimas y los eventuales procesos de justicia  a los que deberán someterse tanto los dirigentes de esos gobiernos como quienes ejecutaron sus órdenes en contra de una ciudadanía que no ha hecho más que resistir cívicamente la represión”.

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