Las agresiones contra periodistas independientes y las violaciones a la libertad de prensa están más silenciadas que nunca, indica el segundo informe trimestral de la red regional Voces del Sur y la Fundación por la Libertad de Expresión y Democracia (FLED).

El informe revela que se reportaron 18 casos de violaciones a la libertad de prensa entre abril y junio de este año, los cuales recayeron en 13 víctimas, seis mujeres y siete hombres. Es la segunda vez consecutiva que se reportan las violaciones únicamente en personas naturales y no en medios de comunicación.

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Las violaciones se tratan de agresiones y ataques, detenciones arbitrarias, discursos estigmatizantes, procesos civiles y penales, y restricciones al acceso a la información.

También se documentaron cuatro casos de asedio policial en las casas de periodistas, pero estos pidieron que dichas denuncias no se registraran en el informe debido a temor a represalias, ni siquiera bajo la condición de anonimato. Los cuatro casos fueron contra dos periodistas mujeres y dos periodistas hombres.

«Eso refleja el nivel de temor que existe entre el gremio periodístico y población en general de denunciar las arbitrariedades de las que son víctimas», expresa Voces del Sur.

Por su parte, FLED documentó que entre abril y junio al menos 23 periodistas tuvieron que exiliarse como consecuencia de las amenazas de encarcelamiento y agresiones, que en su mayoría fueron ejecutadas por miembros de la Policía.

Esto sumaría a 208 personas de prensa, comunicadoras o trabajadoras de medios de comunicación que se han exiliado entre abril de 2018 y el primer semestre de 2023, siendo Costa Rica el principal país donde se refugian, seguido de Estados Unidos y España.

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La organización también confirmó que en 3 de los 17 departamentos y regiones del país no existe la práctica periodista independiente, “un dato que para esta organización promotora de la libertad de expresión, prensa e información, es catastrófico”, manifiesta en el informe.

Periodismo independiente dentro del país es cada vez más inexistente

El periodismo independiente dentro del país desaparece cada vez más. Los pocos medios de comunicación que todavía continúan funcionando han sido obligadas a cambiar su programación y las demás que abordan, de acuerdo con VDS y FLED.

Algunos medios han adoptado enfoques comerciales y otros medios que presentan noticieros evitan dar cobertura al contexto sociopolítico del país, las denuncias de violaciones a derechos humanos y la evaluación de políticas públicas. Incluso han recibido reportes de periodistas que les han negado cubrir ese tipo de noticias.

«Este contenido ha sido sustituido por noticias de suceso, farándula, temas internacionales, efemérides culturales, temas religiosos e incluso por contenido “neutro” facilitado por el gobierno como la ejecución de proyectos de adoquinado, remodelación de parques entre otras temáticas similares», señalan las organizaciones.

Esto obliga a las audiencias a consumir contenido de los medios oficialistas que se resume en propaganda política y «una estrategia permanente de adulación a la pareja presidencial».

Por otro lado, las personas de prensa que continúan trabajando dentro del país lo realizan desde la clandestinidad, un grupo muy reducido sobreviven en medios radiales y televisivos que tienen bajo perfil o poca audiencia, y otros que han tenido que renunciar a sus trabajos por seguridad se han dedicado al emprendimiento de pequeños negocios.

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Sin embargo, renunciar a sus trabajos no les garantiza seguridad a las personas de prensas, ya que son constantemente vigiladas.

“En este trimestre FLED conoció el caso de una exreportera de un medio nacional quien señaló que periodistas de medios oficialistas cada vez que la miran en lugares públicos, a pesar de no estar en esos momentos ejerciendo su profesión, le toman fotografías y le mandan mensajes a través de las redes sociales”, dice el informe

“A juicio de la comunicadora estas acciones además de ser una forma de asedio e intimidación y acoso lleva implícito el mensaje de que la mantienen vigilada constantemente”, señala.

Mientras que en los casos de las familias de periodistas exiliados y exiliadas, han sido víctimas de hostigamientos y persecución, por lo que han tenido que desplazarse a otros departamentos para buscar mayor seguridad.

Actualmente las judicializaciones contra las y los periodistas se mantienen, así como la apertura de juicios exprés y la presentación diaria ante las delegaciones policiales.

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