Este mes de mayo, arrancó con una noticia parcialmente positiva acerca de la situación del Covid-19, la proposición por parte del gobierno de España de un plan de Desescalada que será distribuido en cuatro fases, y se avanzara a la siguiente o se retrocederá a la anterior, en función de la situación epidemiológica; este lunes cuatro de mayo entró en vigor la fase 0 de dicho plan en casi todo el territorio español exceptuando a cuatro islas, las cuales se anticipan hasta la fase uno.

A partir del día dos de mayo se pusieron en marcha las primeras medidas para dar inicio a esta fase de las que se puede destacar el establecimiento de franjas horarias para salir a la calle, mantener las medidas de prevención y no aglomerarse en espacios reducidos; incluso los días dos y tres (sábado y domingo) en el municipio donde yo vivo estuvieron efectivos de protección civil y voluntarios de Cruz Roja en las calles para concientizar a las personas sobre la importancia de respetar dichas medidas y evitar una nueva alza de la curva de contagio.

¿Qué se puede hacer en la fase 0?

Durante esta fase se dará la apertura de localidades como peluquerías, ferreterías, clínicas odontológicas, ópticas, centros de fisioterapia y floristerías; siempre y cuando atiendan a la clientela de forma individual y con cita previa. Se dará paso a abrir restaurantes y cafeterías, únicamente con modalidad «para llevar», no se podrá consumir en la localidad. Se permite la práctica de deportes no profesionales sin contacto, de manera individual y respetando las franjas horarias, además de poder dar un paseo en un radio no mayor a 1 kilómetro de la vivienda; además del paseo de los menores de edad, acompañados de un adulto y siempre dentro del límite horario y geográfico.

¿Cuánto tiempo tardará cada fase?

En principio se comprende que cada fase durará dos semanas netas, pero siempre tomando en cuenta que se avanzaría o retrocedería en función de la situación epidemiológica que continúe atravesando el país, específicamente cada provincia y comunidad autónoma; este lunes 11 de mayo, el 51% del país entrará en la fase 1 auspiciándose en el hecho de que en las últimas 24 horas solo se registraron 143 muertes por coronavirus (cifra más baja desde el 18 de marzo), que confirma una tendencia positiva de la curva de contagio. Sin embargo, esto no deja de preocupar a algunas personas, por el miedo a un nuevo brote en las semanas venideras.

La irresponsabilidad de por medio

Ha transcurrido apenas una semana del inicio de la fase 0 o llamada «Fase de preparación» y se puede notar como ante tal situación no estamos realmente «preparados» para  afrontar este plan; las personas saliendo en grupos de hasta 6 individuos, reuniéndose en espacios reducidos, irrespetando las franjas horarias, sin utilizar mascarillas o guantes e incluso irrespetando el distanciamiento físico, aun cuando hay personas que sí usan su material de prevención.

Obviamente, estoy hablando desde lo que puedo observar y no puedo generalizar a toda la población, pero si leemos las noticias vemos como las playas de valencia se encuentran abarrotadas; en Madrid aumentaron las penalizaciones y multas por la excesiva peatonalización en las calles y ni se diga el irrespeto a las medidas de distanciamiento en localidades donde específicamente se pide un aforo máximo de 2 personas dentro del establecimiento.

El «regreso a la normalidad» puede ser engañoso y confiarse de las cifras positivas de esta semana es un poco irresponsable, tomando en cuenta el periodo de incubación del virus y la tendencia de algunas personas a ser asintomáticas al debutar; auspiciarse en el hecho de que usar mascarillas y guantes es «recomendable, más no obligatorio» o pensar que las alzas de temperatura significaran la erradicación del virus, solamente denota que estamos tentando a la muerte de una forma muy peligrosa.

Hay un padecimiento peor que el COVID-19 y se llama irresponsabilidad.

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