Un tribunal austríaco autorizó que Josef Fritzl (conocido como el monstruo de Amstetten), condenado en 2009 por encerrar y violar a su hija durante 24 años, deje el centro para delincuentes con problemas mentales y siga cumpliendo en prisión su cadena perpetua, algo que su defensa considera un paso hacia la libertad condicional.

La resolución, que será firme si la Fiscalía no la recurre en un plazo de dos semanas, se ha basado en un informe psiquiátrico que considera que no se dan ya las condiciones para mantenerlo en esa institución.

Josef Fritzl, que cambió su apellido a Mayrhoff tras ser condenado, cumplirá 89 años en abril y padece de demencia senil.

En 1984 encerró a su hija Elisabeth, que entonces tenía 18 años, en un zulo en el sótano de la vivienda familiar, en la que también vivían su esposa y otros seis hijos.

En aquel momento explicó la desaparición de la joven en que se había fugado para unirse a una secta.

Durante casi una cuarto de siglo la mantuvo prisionera y la violó sistemáticamente.

Una historia de terror

De esas continuas agresiones sexuales nacieron siete niños, uno de los cuales murió al poco de nacer al no acceder Fritzl a que recibiera ayuda médica.

La esposa y los hermanos de Elisabeth aseguraron, tras destaparse el caso en 2008, que nunca se percataron de nada.

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Otros tres de sus hijos-nietos fueron adoptados por Fritzl, que fingió que los menores habían aparecido en la puerta de su casa abandonados por Elisabeth.

Mientras, los otros tres y Elisabeth siguieron encerrados en el sótano hasta que el caso se destapó en 2008.

Al año siguiente fue condenado a cadena perpetua por los cargos de asesinato por omisión de socorro, esclavitud y violación.

¿Es posible la libertad para este mounstruo?

Su abogada, Astrid Wagner, aseguró que el tribunal ha considerado que Fritzl ya no supone un peligro para la sociedad, informa la agencia APA.

La Fiscalía ha señalado que se ha enterado de la decisión por los medios y que la analizará detalladamente para decidir cómo procede.

Un tribunal de tres miembros rechazó tras una comparecencia de 30 minutos la petición de libertad condicional para Fritzl, pero concedió que sea trasladado a una prisión común donde, en principio, seguirá encerrado otros diez años.

Ese traslado se ha autorizado bajo la condición de que el condenado siga regularmente una terapia y sea sometido a exámenes psiquiátricos.

La abogada de la defensa calificó de «éxito parcial» esta decisión e insistió en que el objetivo sigue siendo que Fritzl sea puesto en libertad condicional.

El código penal austríaco contempla esa medida para condenados que han cumplido ya 15 años en prisión.

Wagner dijo hoy que, si no empeora el estado de salud de su cliente, presentará en un año una nueva solicitud en ese sentido, una vez que se emita un nuevo informe psiquiátrico.

La abogada aseguró que durante su comparecencia ante el tribunal el condenado se mostró arrepentido.

Durante el juicio, el «mostruo de Amstetten» afirmó que violar a su hija se convirtió en una adicción y los peritajes psicológicos lo describieron entonces como una persona sin ninguna empatía hacia sus víctimas.

EFE
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