La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo sigue violentando los derechos del preso político Jaime Navarrete Blandón. El reo de conciencia tiene casi dos meses de haber cumplido la condena de tres años y seis meses, más el pago de la multa de más de 300 dólares, impuesta por la justicia orteguista por supuestos delitos comunes, pero sigue encarcelado en una celda de máxima seguridad del Sistema Penitenciario Jorge Navarro, conocido como La Modelo. 

La familia de Navarrete, en entrevista con La Lupa, denunció que el reo de conciencia, además de sufrir encierro ilegal, está “muy mal de salud, se desmaya, le cuesta respirar y tiene precario acceso a alimentos”, ya que tiene más de cinco semanas sin acceso a visitas familiares y más de seis semanas sin recibir paquetería. 

“La pena que le pusieron la cumplió el 24 de enero pasado, pero lo tienen encerrado y su última visita fue el 3 de febrero y en ese momento nos dijo que estaba mal de salud. Le estaban dando fuertes dolores de cabeza, se había desmayado, y tiene alta presión. Además, él no puede respirar bien por lesiones de su tabique nasal, respira por la boca, y tiene limitado oxígeno en esa celda pequeña y de alta seguridad en la que lo tienen. Nos preocupa no saber nada de él”, indicaron.

También, explicaron que solo la madre del reo de conciencia ha sido autorizada para visitarlo, pese a que ella está fuera del país y en reiteradas ocasiones ha solicitado que se incluya a otros familiares, pues en algunas ocasiones no puede viajar a Nicaragua para verlo y entregar paquetería. 

“Nos preocupa no verlo, no saber cómo está, que no autoricen a otros a visitarlo. No sabemos si está comiendo porque en el Penal no reciben la paquetería que se le lleva. Un familiar le llevó sus cosas de aseo personal y alimentos, pero no las aceptaron. A los que llegan a dejar la paquetería solo les dicen que no están en lista, no les informan por qué y no las reciben, no dan información de nada”, apuntaron.

Además, señalaron que en el Penal solicitan que sea el preso político el que indique, en un papel escrito con su propia letra, la lista de las otras personas que deben ser autorizadas para visitarlo, sin embargo, no le permiten ni lápiz ni papel, tampoco una Biblia, sábanas o colchoneta, dentro de su celda para que pueda hacer dicha gestión.

“Supimos en la familia que en una ocasión una persona dentro le prestó un lápiz y un papel y él entregó los otros nombres de las personas que lo pueden visitar, pero no lo han aceptado, no dejan a nadie más entrar a las visitas, y la paquetería tampoco dejan que nadie se la lleve, solo tiene a su madre que no ha podido venir al país y a su tío Rodrigo, que antes le llevaba y ahora lo tienen preso, y a los otros que intentan no les han aceptado nada”, detallaron.

Los familiares explican que la madre de Navarrete ha llorado amargamente dentro de La Modelo, abogando por la salud de su hijo, pero la han “chantajeado” para que firme documentos en los que acepta que se encuentra bien de salud, porque le indican que “si no firma no tendrá visitas, pero ahora ni con eso cumplen”.

Jaime Navarrete Blandón, de 38 años, fue encarcelado por primera vez en junio de 2018, señalado de supuestamente haber asesinado a un paramilitar y condenado a 24 años de prisión. Sin embargo, fue liberado bajo la cuestionada Ley de Amnistía en junio de 2019, un año despues de encierro arbitrario.

El ciudadano fue recapturado por la dictadura Ortega-Murilo un mes después de ser liberado, en julio de 2019, acusado en esa ocasión de supuesta posesión de estupefacientes y condenado, por el juez Melvin Vargas, a tres años y seis meses de prisión, que se cumplieron en enero pasado.

Exigen libertad para todos

Navarrete Blandón es uno de los 35 presos políticos que no fueron incluidos en la lista de 222 personas excarceladas políticas y desterradas a Estados Unidos por la dictadura en febrero pasado. Familiares de algunas de estas personas excluidas de esa lista, que permanecen en los sistemas penitenciarios de Tipitapa, León, Matagalpa y en la estación policial de Nueva Guinea, urgieron el 14 de febrero pasado «libertad ya», lanzando la campaña «#NosFaltan35».

Además, urgieron a la comunidad internacional, a organismos de derechos, gobiernos amigos y al pueblo de Nicaragua, que los continúen apoyando en su demanda de libertad para sus familiares “que siguen secuestrados en condiciones degradantes para cualquier ser humano”.

“Les hacemos un llamado a que continuemos luchando para que en Nicaragua no quede un solo preso político, a los países amigos de la justicia, la democracia y la libertad llamamos a que se pronuncien en favor de recibir a nuestros familiares, y a todas las organizaciones de víctimas y a la sociedad civil a que se unan a nuestra lucha”, indicaron en un comunicado que leyeron a través de una transmisión en vivo.

La familia de Navarrete Blandón destacó que, mientras su familiar no sea liberado, su demanda siempre será que sus derechos sean respetados, que se le garanticen condiciones básicas para vivir, que se reanude el acceso a visitas, incluyendo a otros familiares además de su mamá, Magine Blandón; que permitan que reciba su paquetería, necesaria para su alimentación y aseo personal; y le den acceso a atención médica de calidad, a material de lectura y escritura, y a un espacio con mayor ventilación, pues tiene graves dificultades para respirar en las celdas de máxima seguridad.

«No se les pide nada extraordinario. Solo les pedimos que lo dejen vivir. Si no lo quieren dejar en libertad que al menos le permitan vivir», resaltaron los familiares del reo político.

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