Luego de 48 horas de detención y de torturas psicológicas en las instalaciones de la Dirección de Auxilio Judicial, conocido como El Chipote Nuevo, la autoconvocada María del Socorro Gómez fue puesta en libertad y llevada hasta su casa por los oficiales del régimen orteguista, que no dieron ninguna explicación del motivo de la “supuesta investigación”.

Gómez, que estuvo exiliada en Costa Rica por nueve meses en Costa Rica y decidió regresar a Nicaragua para continuar la lucha cívica contra la dictadura orteguista, fue detenida el pasado dos de marzo en Masaya. 

La autoconvocada explicó que, cuando los oficiales orteguistas irrumpieron ilegalmente en su hogar, sin ningún tipo de orden judicial, ella decidió no resistirse pues sabía que se trataba de una detención ilegal en su contra, ya que sus parientes “no se meten en esta lucha cívica”.

“Me hicieron tirarme al piso, me sacaron y me montaron a una de las camionetas. Cuando llegué a la estación policial de Masaya veo que se llevaron a mi primo y a mi papá, pero después nos trasladaron a la Dirección de Auxilio Judicial”, pormenorizó la manifestante.

DUROS INTERROGATORIOS

Los orteguistas que allanaron ilegalmente la casa de Gómez, aunque no le robaron nada a ella, sustrajeron de la casa los celulares de los parientes de la autoconvocada. 

Sin embargo, uno de los peores momento para Gómez fueron los interrogatorios. “Me decían ¿por qué andas jodiendo? Me reclamaban por mi participación en las protestas y que quién me invitaba. No me golpearon, pero cuando me tiraron a la tina me di un golpe. Al que sí me di cuenta que golpearon fue a papá”, denunció la opositora. 

La abogada Yonarqui Martínez, aunque rescató que la detención no superó las 48 horas, explicó que la misma es ilegal por la forma en la que fue ejecutada.

Además, señaló que su representada fue sometida a torturas psicológicas por el número de interrogatorios a los que fue expuesta. 

Organismos de derechos humanos han denunciado el incremento de encarcelamientos ilegales por parte del régimen, además de torturas a muchos de los encarcelados.

La Lupa Nicaragua
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