La Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) advirtió que la propagación del coronavirus (COVID-19) implicaría un “costo en vidas humanas, social y económico” en un país que todavía vive las consecuencias de la crisis sociopolítica.

Aunque no se registren oficialmente casos en el país, este centro de pensamiento señala que su llegada es “inminente” tomando en cuenta los casos documentados por autoridades de países cercanos en la región.

Los casos de covid-19 siguen incrementándose en Centroamérica que ya suma 133 casos confirmados, según autoridades sanitarias de la región.

Panamá es el que más casos reporta con 69 infectados, seguido del vecino país de Costa Rica donde las autoridades confirmaron 50, en tanto Guatemala y Honduras reportan 6 y 8 contagiados, respectivamente.

Aunque El Salvador, Nicaragua y Belice son los únicos tres países de la región que no confirman casos positivos del virus, cada una de las autoridades gubernamentales, excluyendo al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, ordenaron serias medidas en sus territorios, que incluyen el cierre de fronteras, la suspensión de clases, la no realización de actividades religiosas o masivas de otra índole.

Funides insistió al Gobierno a “retomar prácticas internacionales para evitar el contagio y la propagación del COVID-19, como las realizadas por los gobiernos de Centroamérica al cerrar temporalmente el tráfico de personas en las fronteras terrestres, marítimas y aéreas, suspender las clases, y tomar medidas de distanciamiento social”.

Tomando en cuenta la alerta causada por la pandemia que se ha extendido por 159 países donde hay más 180 mil personas infectadas y unos 7 mil 176 muertos, el Funides llamó a todos los sectores en Nicaragua a juntar esfuerzos y tomar “todas las medidas para evitar esta situación”.

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“Lo expuesto cobra más relevancia porque Nicaragua es una nación altamente empobrecida con un sistema de salud público y privado con capacidad e infraestructura limitada”, señala el comunicado.

El centro de pensamiento insiste que la salud pública es lo más importante para todos los países del mundo y está por encima de la “situación socioeconómica y el entorno político adverso que vive Nicaragua” desde abril de 2018.

Según el Ministerio de Salud no hay personas contagiadas con el virus en el país, pero Funides sigue advirtiendo que “es posible que haya afectados que todavía no han sido identificados”.

A finales de enero de este año, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus advertía de la posible propagación mundial del coronavirus, y el pasado 11 de marzo declaraban el brote como pandemia.

Contrario a los protocolos que siguen el resto de países del mundo y de la región, Funides lamentó que el régimen de Ortega y Murillo haya expuesto a una parte de la población, fanáticos y seguidores, que participaron el pasado fin de semana en una multitudinaria marcha, peor aún permitir el ingreso de embarcaciones de cruceros turísticos en los puertos del país.

“Estas acciones no satisfacen los protocolos y medidas de prevención dictadas por la OMS e implementadas en los países afectados para contener la propagación del virus”, sostiene Funides.

ONU ADVIERTE A PAÍSES

En ese contexto, la Organización de Naciones Unidas (ONU) instó a los a los Estados que cualquier respuesta de emergencia al coronavirus debe ser “proporcionada, necesaria y no discriminatoria”.

Durante y posterior a las protestas antigubernamentales en Nicaragua, el Ministerio de Salud negó la atención hospitalaria a personas de la oposición y que se sumaron a las manifestaciones contra Ortega y Murillo.

“Las declaraciones de emergencia basadas en el brote de COVID-19 no deberían ser usadas como base para atacar grupos particulares, minorías o individuos. No debería funcionar como acción represiva bajo la apariencia de proteger la salud ni debería ser utilizado para silenciar el trabajo de quienes defienden derechos humanos”, enfatizó la ONU.

Partiendo de la crisis política y el asedio constante a grupos opositores al Gobierno, en este contexto Funides insiste que “es responsabilidad del Estado de Nicaragua garantizar la salud de los nicaragüenses”, sin distingo de ningún tipo.

“Desde abril de 2018, Nicaragua atraviesa una crisis política y socioeconómica profunda, a la que se sumaría un costo en vidas humanas, social y económico causado por una rápida y exponencial propagación del Covid-19”, añadió.

OTRAS MEDIDAS

El centro de pensamiento, a su vez, instó a los religiosos a que “suspendan temporalmente sus servicios y actividades presenciales” y recuerden a los fieles a acatar las medidas de prevención dictadas en los protocolos internacionales.

Finalmente, Funides insiste que es responsabilidad de cada nicaragüense contribuir a evitar la propagación de esta pandemia, a los extranjeros en el país a mantener la calma, al sector privado a fortalecer sus cámaras gremiales para enfrentar una potencial crisis de salud pública y a tomar medidas contundentes en cada empresa micro, pequeña, mediana y grande.

Algunas embajadas en el país han emitido alertas para sus ciudadanos que se encuentran en Nicaragua, tomando en cuenta que el gobierno no ha impuesto restricciones ni políticas de cuarentena.

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