A pesar que septiembre ha sido el mes en el que se han registrado más casos de contagios sospechosos de COVID-19 desde que inició la pandemia, según datos del Observatorio Ciudadano COVID-19 Nicaragua y según el último reporte del Ministerio de Salud, el Gobierno de Nicaragua ha realizado una serie de acciones que promueven el contagio intencional de la COVID-19, según el médico y especialista en epidemiología, Leonel Argüello.

Mientras el grupo de médicos independientes instan a realizar una cuarentena voluntaria para disminuir la creciente ola de contagios, el régimen desde sus medios oficiales ha promovido la concentración de personas, haciendo caso omiso a todas las advertencias.

Hasta el 8 de septiembre se registraron 25,156 casos sospechosos de COVID-19 y más de 4 mil muertes sospechosas según los registros del Observatorio, pero hasta el momento puede aumentar en cientos de casos más, debido al comportamiento de las últimas cifras registradas, explica Argüello. Por otro lado, según el MINSA han habido 11,538 casos confirmados.

Fiestas patrias promueven aglomeración

Las recientes fiestas patrias celebradas en todos los colegios públicos del país fueron el principal escenario de aglomeraciones de personas, donde se realizaron diferentes actos cívicos y marchas, sin tomar ninguna de las medidas de prevención del contagio como son el distanciamiento social y el uso de la mascarilla quirúrgica, según muestran las fotos de los medios oficialistas.

Los profesionales de la salud ya han advertido que la nueva variante delta que circula en el país, es más contagiosa y afecta a las personas más jóvenes, por lo que evitar concentraciones masivas de personas es indispensable para tener los contagios, explican.

“El gobierno debe exigir que se tomen las medidas, hacer la cuarentena y quedarse en casa, ya sea a nivel municipal, regional o nacional, en dependencia de los casos que se estén presentado”, expresa Argüello.

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Dejan de mandar a sus hijos a clases

Por su parte, la trabajadora social de iniciales M.A expone que tuvo que dejar de mandar a su hija de 12 años a clases, ya que estudia en un colegio público en Chinandega. Esto fue debido a que dentro de la institución escolar no se estaban tomando las medidas por parte del personal docente como del estudiantado, y temía que su hija se enfermara.

“A inicio de año me permitían que no fuera a clase, sino que mandaban la guía de tarea y nosotras la hacíamos. Pero ahora la asistencia es obligatoria y no permiten que reciba clases de otra forma. Estoy intentando hablar con las maestras y la directora para negociar, porque la verdad no quiero que mi hija se contagie”, manifiesta.

Mientras tanto, M.A todavía no sabe cuándo su hija continuará con sus estudios, ya que sus niveles de ingresos no le permiten pagar un colegio privado, y en los colegios públicos no se aplicarán las medidas recomendadas para evitar la propagación de la COVID-19.

Sin oxígeno

La principal empresa que distribuye oxígeno en el país, Productos del Aire, anunció el 12 de septiembre su cierre y la interrupción de la atención al público, para luego avisar días después que continuarían ofreciendo el demandado oxígeno, pero solo aquellas personas con tanques certificados por la misma.

Esto limita el acceso al oxígeno a las personas que no tienen tanques certificados o de otras empresas, como es el caso del ingeniero de iniciales M.L, quien tiene orientaciones médicas de respirar dos litros de oxígeno por minuto, o un litro por minuto como mínimo, lo que equivaldría alrededor de 7 mil litros en un día y medio. Sin embargo, desde el anuncio de Productos del Aire no ha podido rellenar su tanque.

“Al inicio nos dijeron que solo a los hospitales les podían dar, que eran órdenes de arriba, y ahora que solo a quienes tengan tanques certificados por ellos. El problema es que esa es la distribuidora principal y las distribuidoras pequeñas nos han dicho que no les han abastecido y por eso no tienen oxígeno”, expresa un familiar de M.L.

La familia de M.L ha buscado empresas que vendan oxígeno en todo el Pacífico de Nicaragua desde entonces, pero no han tenido éxito.

El doctor Argüello explica que la libre distribución del oxígeno es fundamental, principalmente para las personas contagiadas de COVID-19 y también para otros pacientes con enfermedades respiratorias crónicas como el asma.

El especialista indica que el Estado debería crear unidades de oxigenoterapia, para que aquellas personas que no puedan pagar por ello, puedan ir gratuitamente. Asimismo, añade que la negación de la distribuición del oxígeno es una violación al derecho a la salud, que puede terminar en decenas de muertes.

Medidas desesperadas

Ante la falta de la venta de oxígeno, muchas personas han utilizado formas diferentes de atender a quienes están enfermos, como es el uso de los nebulizadores y ventiladores. Argüello expresa que esto es incorrecto, ya que con los nebulizadores se esparce el virus en el cuarto donde está la persona contagiada, y con los ventiladores solo se brinda aire, no oxígeno.

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«No hay productos que reemplacen el oxígeno. El oxígeno que respiramos en este momento en el aire es del 21%, mientras que los oxígenos medicinales tienen una concentración más alta. Y es diferente a los nebulizadores, porque estos te meten aire, no oxígeno, al igual que los ventilador, es decir, solo te da el 21% oxígeno normal, no el oxígeno medicinal que tiene un porcentaje de 50% hasta el 100%”, detalla.

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