Tatiana Guzmán recuerda jugar béisbol en las calles de Batahola Norte cuando era niña, frente a la casa de abuela. Por las tarde, ella y sus vecinitos del barrio jugaban a ser Nemesio Porras, el entonces icono beisbolista de los Indios del Bóer. De jonrón en jonrón transcurrían las horas, y cuando se aburrían, pasaban a jugar fútbol.

Cuando entró a la Universidad Centroamericana (UCA) cuenta que quería experimentar en los diferentes deportes que había. Primero practicó judo, incentivada por una amiga que le dijo que “era un deporte tranquilo y que era como hacer yoga”. En ese deporte “tranquilo” se lesionó el hombro dos veces.

“En una competencia en la UNAN, mi contrincante me zafó el brazo. Era una hondureña y no se me olvida. Después de eso me tuve que ir a mi casa en bus”, recuerda entre risas.

Lee: Ceshia Ubau: «Quiero que la gente escuche mi música con los oídos del corazón»

Después intentó con el voléibol, pero no logró quedar en el primer equipo. Hasta que finalmente se abrió una categoría femenina de fútbol, y su talento en ese juego le permitió estar en primera división. Ahí descubrió su pasión por ese deporte.

Entre juego y juego, conoció el arbitraje y decidió convertirse en la mejor.  “El arbitraje ha cambiado mi vida”, dice con total seguridad. Es tanto que le gusta el fútbol, que dice que cuando se retire del arbitraje quiere ser instructora para seguir en contacto con este deporte.

Desde hace más de diez años que se ha dedicado al arbitraje. En 2011 se hizo árbitra de la CONCACAF, y en 2014 se hizo árbitro internacional certificada por la Federación Internacional de Fútbol Asociación​ (FIFA). Hasta la fecha, únicamente hay dos árbitros femeninas nicaragüenses con el Gafete FIFA.

Lo que más le gusta de su trabajo son los goles y la euforia que siente cuando está en el campo. Además, ser árbitra internacional tiene una ventaja: viajar. Cuando Tatiana descubrió el arbitraje dijo “yo quiero ser árbitro porque quiero conocer el mundo”. Y así lo ha hecho.

La árbitra nicaragüense de 35 años ha viajado por todo el mundo dirigiendo partidos y aprendiendo su profesión. Desde Qatar, hasta casi todas las islas del Caribe, Tatiana ha participado en diferentes torneos internacionales.

Su nuevo gran destino son Australia y Nueva Zelanda en la Copa Mundial Femenina de Fútbol de 2023. Tatiana será la primera árbitro nicaragüense en asistir a un Mundial de fútbol, y según ella, no puede contener la emoción.

También: Catar 2022: El mundial de las protestas

En esta entrevista, Tatiana le cuenta a La Lupa sobre lo que espera en la próxima Copa Mundial Femenina que iniciará en junio de este año; narra los retos que ha enfrentado como árbitro mujer; e inspira a otras deportistas a unirse a este oficio.

“Espero que quien me lea, motive mucho a las mujeres a hacerse árbitros”, dice riéndose. “Hay que siempre luchar por lo que uno quiere”, agrega.

Foto: La Lupa.

“Hay que luchar por los sueños”

¿Cómo te sentís de ser la primera árbitro en asistir a una Copa del Mundo?

Creo que no puedo describir la emoción. Considero que es el punto élite de toda árbitro. Lo más deseado para las selecciones de fútbol es asistir a una Copa del Mundo, al igual que para los árbitros. Creo que alcanzar esto es el punto más alto de la carrera.

Estoy muy emocionada. Creo que es increíble estar en la lista. Aunque todavía faltan seis meses para el mundial, desde ahora sigo trabajando para que cuando esté ahí haga un buen trabajo.

¿Cómo esperás que sea tu experiencia estando allá?

Creo que va a ser maravilloso empezando por el lugar. Ir a Australia y Nueva Zelanda, al otro lado del mundo, va a ser genial. Es increíble solo conocer esos países y ver a esas selecciones jugar. También siento que va a ser una presión porque al final voy a trabajar.

El año pasado estuve en dos mundiales pequeños, pero no es lo mismo. Esta vez va a ver mucha presión y mucho trabajo, pero siento que lo voy a disfrutar.

Te puede interesar: La deportista Sayra Laguna: “Me gané una beca de Estados Unidos. Nunca hay que dejar de soñar”

Esto puede brindar la oportunidad de que más mujeres nicaragüenses se involucren en el arbitraje y más a nivel internacional ¿Qué pensás sobre esto?

Espero que sea así. Ahorita estamos muy pocas mujeres en Nicaragua. Espero que algunas que vean esta oportunidad que tengo yo, les inspire para hacerse árbitro.

Lo que pasa es que no a todo el mundo le gusta. Es difícil. Pero yo jugué fútbol, me retiré para ser árbitro y espero que esta sea una oportunidad para mostrar que hay puertas abiertas. Solo hay que trabajar y lograrlo. Espero que el gremio femenino siga creciendo a nivel de Nicaragua.

Contame cómo fue el llamado que sentiste hacia el arbitraje ¿Cómo te diste cuenta que te querías dedicar a eso?

De hecho de la misma manera que quisiera que muchas se inspiraran para hacerse árbitro. Yo jugaba fútbol en la UCA, que fue donde estudié (Calidad Ambiental). Estuve en primera división. Una vez fui a ver un partido al Estadio Nacional de Fútbol, donde miré a unas árbitras que eran de otro país. Me puse a buscar en internet. Recuerdo que todavía teníamos que pagar en los ciber para acceder al internet.

Descubrí los mundiales femeninos en Uruguay y Canadá. Dije “quiero ser árbitra porque quiero conocer el mundo”. Mi sueño como jugadora era estar en una selección y no pude. Pero quería conocer el mundo y decidí hacerme árbitro, así, de repente. 

Foto: La Lupa.

¿Te acordás de tu primer partido como árbitra?

Inicié como árbitra asistente, antes de estar como árbitra. Mi primer partido nacional fue en el Instituto Nacional de Deportes. Recuerdo que fue un partido juvenil de Juventus contra Chinandega. Tenía demasiados nervios. Creo que ni siquiera sabía lo que hacía. Llegué preparada, pero no sabía lo que hacía (se ríe).

Mi primer partido internacional fue en Guatemala. Dirigí el partido de Guatemala contra Panamá. Pero creo que siempre que estoy en la cancha es como mi primer juego. Los nervios siempre están y la emoción de estar ahí.

Eso fue hace varios años ¿Cómo era el recibimiento de una mujer árbitro en el campo?

Para ese entonces era complicado. Los equipos no estaban acostumbrados a ver a una mujer. De hecho el fútbol femenino no tiene mucho apoyo y como árbitro es más complicado. Cuando ellos (los jugadores) me miraban, tal vez pensaban que no iba a hacer un buen trabajo. También creo que sentían una represión porque no me podían gritar, como lo hacen con los árbitros hombres.

No me gusta pensar si había o no machismo. Creo que es la falta de costumbre porque éramos pocas y seguimos siendo pocas. Pero hoy en día, los jugadores me respetan al igual que al resto de mis compañeros. Lo más importante es el juego y las decisiones que se toman en ese momento. Sí era un poco más difícil, pero eso me ha empujado a esforzarme más. 

Y desde entonces hasta ahora ¿Cómo ha avanzado la situación del arbitraje femenino?

Creo que hay más aceptación. El boom fue ahorita en el Mundial de Qatar donde fueron cinco mujeres árbitros. Esa fue la sorpresa. Por eso creo que las oportunidades están abiertas.

Está ese hábito de decir que el fútbol es un deporte de hombres. Pero hemos visto cómo se ha desarrollado el fútbol femenino y cómo hay más árbitras dirigiendo las ligas masculinas. Hay mucha diferencia con el pasar de los años y creo que es por nuestro buen desempeño. Al final lo que a la gente le gusta es que el árbitro sea justo, no importa si es hombre o mujer. No creo que sea un freno. A partir del mundial de Qatar, vamos a tener más oportunidades.

También: Ana Rodríguez: «Sin salud mental, no tenemos nada»

¿Cómo te hiciste árbitra con el Gafete FIFA?

Cuando uno entra a la lista de árbitros para optar al Gafete FIFA, la Federación (CONCACAF) es quien propone. Hay diferentes requisitos. Debés tener una serie de partidos en diferentes categorías, pasar pruebas físicas, hacer estudios, saber las reglas del juego y ser propuesta por parte de la Federación. Después la FIFA aprueba o desaprueba.

Yo cuando entré en el 2011, me preparé todo ese tiempo, esperando tener 25 años, porque debés tener los 25 años cumplidos. Cuando los cumplí, me propusieron. En ese momento solo había una árbitra asistente FIFA, y me aceptaron porque ya tenía cierto desempeño. Desde el 2014 tengo gafete internacional. 

¿Cómo ha sido tu experiencia desde que sos árbitra internacional?

El arbitraje ha cambiado mi vida. Portar el Gafete FIFA es el logro más grande porque puedo participar en eventos internacionales. Puedo viajar a otros países cuando FIFA o CONCACAF tienen torneos. Me he abierto en muchos sentidos porque he tenido la oportunidad de conocer muchas personas, otras culturas, otras compañeras árbitras y compartir experiencias. Ser internacional tiene cierto peso.

¿Qué otros objetivos tenés en mente?

Después del mundial no es como “lo conseguí y ya está”, porque estoy de árbitro de video, y quisiera estar como árbitro de campo. Entonces voy a seguir peleando para estar en la lista de árbitro de campo del siguiente mundial. Ahorita vienen los juegos olímpicos y quiero participar también.

La idea es que entre más torneos haga, voy a ser llamada y voy a seguir participando hasta que el cuerpo aguante.

¿Qué funciones vas a tener como árbitro de video?

El árbitro de video se utiliza como apoyo del árbitro de campo. Es el que ayuda al árbitro con una serie de imágenes para tomar una decisión. El árbitro decide en el terreno del juego, pero si se equivoca o hay un incidente, se llama a la cabina al árbitro de video. Éste con una pantalla muestra la evidencia sobre incidentes graves del juego.

También: Anggy Díaz “nunca tuvo una sonrisa fingida”

El trabajo del árbitro de campo es más emocionante, pero al final creo que todo es importante. Hoy en día casi todo el fútbol está relacionado a la tecnología y somos una parte importante para que funcione bien el juego.

¿Te gustaría decir algo a las personas que te leerán?

Espero que quien me lea, motive mucho a las mujeres a hacerse árbitros (se ríe). Hay que siempre luchar por lo que uno quiere. La emoción que tengo es porque hago las cosas para ganármelas, no para que me las regalen. Hay que luchar por los sueños. Yo siempre me lo propuse y siempre lo quise. Si estoy corriendo y me canso, solo tomo aire y sigo. Si uno pelea los sueños, se pueden cumplir.

+ posts