Población nicaragüense tiene poca confianza de vacunas cubanas
Epidemiólogo expresa que edad en la que se debería basar un programa de ensayo de vacunación debería ser en los mayores de 30 años
Epidemiólogo expresa que edad en la que se debería basar un programa de ensayo de vacunación debería ser en los mayores de 30 años
Medios oficialistas han anunciado que el próximo 20 de octubre, el Ministerio de Salud (Minsa) iniciará una jornada de vacunación en la niñez y la adolescencia nicaragüense con dosis de vacunas Soberana y Abdala, fabricadas en Cuba y que, hasta ahora, no han sido avaladas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A la vivienda de Gloria García, habitante de Managua se presentaron simpatizantes de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo para recordarle que faltan pocos días para que inicie la anunciada jornada de vacunación a menores entre 2 y 17 años.
García quien es madre de dos menores de 5 y 10 años, ha manifestado tanto a familiares como amigos en redes sociales la desconfianza que siente de las vacunas cubanas y ha cuestionado la falta de información.
«Muy voluntaria puede ser la jornada, pero el Minsa no te dan ni una pizca de confianza. Yo no voy a permitir que experimenten con mis hijos, deberían tomarse un tiempo y darnos la información necesaria aunque sea a través de sus medios propagandistas, pero prefieren hacer todo con misterio, ocultar las cosas como ha sido desde el principio de la pandemia», expresó.
Te puede interesar: Todo lo que necesitás saber sobre las vacunas contra la COVID-19
El pasado dos de octubre, la vocera del régimen, Rosario Murillo anunció la aprobación «de emergencia» de las vacunas cubanas.
Lo poco que se conoce es que la lista de países que la han aplicado es corta; entre los que se encuentran; Venezuela, Vietnam e Irán, sin embargo, solo Nicaragua, después de Cuba, sería el segundo país en inmunizar a niños de dos años en adelante.
La misma ansiedad y desconfianza provoca en Tatiana Moraga, quién subrayó a La Lupa, que no permitirá que su hijo sea un «conejito de india» y que prefiere que sean solo los adultos de la casa quienes se vacunen. Mientras, continúan “extremando medidas para cuidar a los más pequeños” como sacar del colegio a su hijo de ocho años porque “prefiero que pierda un año de colegiatura a que pierda la vida», dijo.
El epidemiólogo, Álvaro Ramírez, explicó que es muy difícil recomendar a las madres y padres nicaragüenses que confíen en una vacuna que no ha sido aprobada por la OMS y que en este momento se encuentra en ensayos clínicos.
El experto advirtió que no se han logrado todas las etapas para que la vacuna sea aceptada por este organismo. «Está en ensayos, lo cual significa que la población de 2 a 17 años son las edades que se le está imponiendo al Gobierno para que sea a la que se le aplique la dosis y así ver cómo se dan las inmunizaciones”, comentó.
Agregó que no es la edad en la que se debería basar un programa de vacunación, pues deberían ser aplicadas a personas mayores de 30 años que necesitan la protección para prevenir las complicaciones. Mencionó que este actuar corresponde a las negociaciones financieras y políticas del régimen con la empresa que está produciendo las vacunas en Cuba.
«Es muy difícil tomar la responsabilidad de decir que son seguras cuando los datos todavía no están disponibles, entonces yo no puedo proceder a recomendar a los niños, que no son las edades que se utilizan en programas de vacunación a nivel mundial, no avalo esa decisión de exponer a los pequeños a una vacuna que es completamente experimental», expuso.
Un pediatra y experto en salud pública que pidió se omitiera su nombre por temor a represalia, aseveró que hasta el momento tiene poca información técnica y científica para poder dar una recomendación al respecto.
Planteó que la aprobación de una vacuna por la OMS en este contexto de pandemia implica que pueden ser sometidas a una mayor distribución en diferentes países, con una mejor certificación.
«Pueden incluso ser incluidas en el mecanismo Covax o en el mecanismo rotatorio que tiene la OPS (Organización Panamericana de la Salud), pero ellos certifican bajo su propio lineamiento, podrían ser distribuidas con garantía y confianza con su aval, pero actualmente no existe esa seguridad», sostuvo.
Indicó que la información de estas vacunas está disponible sólo para Cuba, pues «no hay estudios en otros países que corrobore y fortalezcan esa confianza de la gente, no podría recomendarla de momento, pero es responsabilidad del Minsa, hablar sobre la protección, seguridad, cobertura, reacciones adversas y otra serie de detalles importantes para poder recomendar una vacuna.
Además: Dictadura promueve propagación de la COVID-19 en plena ola de contagios
El epidemiólogo, Leonel Arguello, refirió que todavía está investigando sobre las vacunas cubanas «no he encontrado evidencias hasta la fecha», dijo. El especialista reconoce que Cuba tiene una gran capacidad tanto en equipamiento médico como en calidad humana que es muy importante para producir vacunas.
«Han vacunado al 50 porciento de la población, han logrado disminuir la cantidad de contagios, sin embargo, yo no he encontrado publicaciones sobre la fase tres de las vacunas, tanto de Soberana 02 como de Abdala, que son las que se están aplicando porque hay otras como es Soberana 01, que se está investigando para poderla aplicar como refuerzo, y están trabajando con una Soberana Plus, que la están aplicando como tercera dosis», refirió.
Arguello resaltó que una vez que concluya con una investigación que está realizando sobre las vacunas podrá emitir una recomendación.
«Antes no me atrevo», puntualizó.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS), también se pronunció con respecto a la decisión de Nicaragua de aplicar las vacunas cubanas a los menores de edad, el organismo recordó que estas vacunas aún no cumplen los requisitos para ser aprobadas por la OMS.
La OPS refirió que cada país tiene la potestad de elegir el tipo de inmunizante que usa, y es decisión de los padres si aplican o no el fármaco a sus hijos.
También: OPS: «Nicaragua es uno de los países que más pruebas adicionales ha recibido»
El organismo indicó que las autoridades deberían priorizar a los adultos más vulnerables y una vez que se haya completado el esquema se puede proceder con los más pequeños.
Las vacunas hasta ahora autorizadas por la OPS para ser aplicadas a la niñez son la Pfizer y la Moderna, el resto sigue en revisión. Esta organización también dejó claro está apoyando a Cuba para que participe en el proceso de precalificación de la OMS pues la intención es ampliar la oferta.
El régimen anunció que Nicaragua recibirá de octubre a diciembre un total de 7 millones de vacunas cubanas contra el COVID-19.