Persisten delitos de odio contra personas LGBTIQ+ en Nicaragua
Durante el 2022 se registraron 43 situaciones de violencia contra personas LGBTIQ+, entre ellas ataques, delitos de odio y suicidios.
Durante el 2022 se registraron 43 situaciones de violencia contra personas LGBTIQ+, entre ellas ataques, delitos de odio y suicidios.
Durante 2022 se registraron 43 situaciones de discriminación y violencia contra personas LGBTIQ+, según el informe anual del Observatorio de violaciones a derechos humanos de personas LGBTIQ+ en Nicaragua de la organización La Corriente Somos Todas.
De esas situaciones de violencia 39 fueron agresiones, tres delitos de odio y un suicidio. La mayoría de las víctimas fueron mujeres trans con 21 casos, hombres homosexuales con 17 casos y mujeres lesbianas con 7 casos.
Una de las situaciones más preocupantes son los delitos de odio que ocurren contra estas poblaciones, que cobraron la vida de dos personas el año pasado e implicó golpizas para otra, siempre provocado por la LGBTIQfobia.
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Los delitos de odio se refieren a los crímenes en un amplio espectro de actos violentos que van desde los golpes, violación, asesinato y otras modalidades que violencia que vulneran el derecho a la vida de las personas, la integridad física y psíquica de poblaciones oprimidas, como la diversidad sexual.
El primer delito de odio ocurrido el año pasado ocurrió contra Genaro Antonio Vega Pérez, un hombre homosexual de 34 años, quien fue vapuleado, arrastrado y quemado el 21 de enero del año 2022 en Costa Rica.
Según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Costa Rica, el crimen lo cometieron personas desconocidas. Durante varias semanas estuvo en estado delicado.
Genaro resultó con quemaduras en el 85 por ciento de su cuerpo y otras heridas de gravedad que fueron fatales. Sus familiares y personas cercanos afirmaron que el ataque fue motivado por su orientación sexual. También exigieron justicia, ya que los criminales no fueron encontrados, quedando el crimen en la impunidad.
El primer asesinato fue contra la persona trans Cristian Eliezer Ruíz Álvarez de 43 años, quien fue brutalmente agredido por cinco hombres el 15 de agosto de 2022 en Monimbó, Masaya y falleció al día siguiente. El Observatorio indicó que Ruiz fue “asesinado con saña y crueldad”.
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Sus agresores, Hilario Ortiz, Moisés Mendoza, Ervin Ortiz, Alberto William y Bladimir Ezequiel fueron detenidos y procesados.
El otro delito de odio registrado es la golpiza que sufrió Roger Díaz de 19 años, un muchacho homosexual que fue agredido el 28 de junio del 2022 en Bluefields, fecha en que se conmemora el Día del Orgullo LGBTIQ+. Debido a la golpiza el joven permaneció hospitalizado varios días.
A pesar de que Díaz denunció el mismo día la agresión, la Policía no hizo nada para investigar el caso y detener a los agresores. “Solo me tomaron mi número de cédula y el nombre y me dijeron -allí te vamos a buscar o llamar- y hasta la fecha no han venido”, dijo el muchacho a medios de comunicación locales.
Según él, se trataba de la segunda agresión que sufre por motivos de su orientación sexual.
“Siempre cuando iba al parque había chavalos que no aceptaban a los gays, siempre los maltrataban. La vez pasada me había pasado lo mismo, pero no fue tan grave y no me habían mandado al hospital”, señaló.
Las mujeres lesbianas son vulnerables a vivir violencia, agravada por su orientación sexual. El Observatorio recibió tres denuncias de jóvenes lesbianas que sufrieron acoso sexual y violación.
«Una joven lesbiana denuncia ser víctima de acoso sexual reiterado por parte del dueño de una empresa en la ciudad de Estelí, incluyendo tocamientos y propuestas de índole sexual. Ella fue despedida por resistirse al acoso, pero sigue siendo víctima de difamación», indica el informe del Observatorio.
«Estábamos en una fiesta con amigos, en ese momento yo tenía 17 y él tenía 19, él dijo que me quitaría lo lesbiana. Yo entré en un estado de inconsciencia y desperté en un cuarto con dolor en todo el cuerpo y semidesnuda. No tuve el valor de contarle a nadie lo que sucedió. Me duele no haber podido hacer nada”, relata otro de los testimonios.
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El Observatorio indica que la mayoría de las agresiones contra la población LGBTIQ+ no se denuncia por desconfianza a la Policía, a ser agredidos, sufrir burlas o ser revictimizadas, situaciones que ocurren con frecuencia cuando se hace la denuncia. Sin embargo, continúan motivando a denunciar para no favorecer a los perpetradores.
“A juzgar por las denuncias recopiladas en el Observatorio, ningún lugar es seguro para los cuerpos disidentes. La calle, los parques, la casa de habitación, las instituciones públicas y las escuelas, figuran entre los espacios en donde se han cometido las agresiones y actos de discriminación”, denuncia el Observatorio.