Comienzo a escribir este artículo en el día treinta y siete de la cuarentena autoconvocada por la población nicaragüense, luego del anuncio oficial por parte del gobierno del primer caso de coronavirus en el país, y cuarenta y cuatro días después de que esta enfermedad fue decretada pandemia por la OMS.

Quiero destacar que esta es una recopilación de la situación del país desde el punto mi vista, una joven nicaragüense capitalina, y he recurrido a fuentes de información secundaria para fundamentar mis opiniones.

La llegada del coronavirus a Nicaragua

Desde que se conoció del brote de una nueva cepa de coronavirus originada en China, en el lado occidental del mundo valorábamos remota la posibilidad de su llegada a nuestro continente, y Nicaragua no fue la excepción. No obstante, el primer caso que se vio en América no tardó más de un mes en hacerse presente.

Rápidamente, fue notorio como los casos se iban propagando por todo el continente, hasta que en Centro América solamente El Salvador y Nicaragua no tenían reportes.

Fue el dieciocho de marzo del año en curso que ambos países dieron a conocer sus primeros casos reportados, pero solamente El Salvador había comenzado a implementar medidas desde antes.

La incertidumbre en los nicaragüenses había iniciado semanas antes de conocer el primer caso, pero seguido de este anuncio muchas instituciones, comercios y centros de trabajo decidieron suspender actividades presenciales de inmediato.

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La respuesta del gobierno

El anuncio oficial del primer caso fue dado por la vicepresidenta, y primera dama, Rosario Murillo a través de sus medios de comunicación. En dicho anuncio se recalcaba que era un caso importado y que en Nicaragua no había contagio local; dicho discurso se ha mantenido hasta la fecha de creación de este artículo.

En los siguientes días se esperaba la comparecencia oficial del presidente Daniel Ortega y las medidas que su gobierno implementaría a raíz del primer caso de coronavirus. Esto sucedió hasta el 15 de abril. Sin embargo, la respuesta oficial de las autoridades, nuevamente a través la vicepresidenta Murillo, fue la convocatoria a una marcha denominada “Amor en tiempos de COVID 19”, lo cual disentía de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y fue muy criticado a nivel mundial.

En la página oficial del Ministerio de Salud se publicó un comunicado denominado “Medidas frente al coronavirus”, el cual establece como primer ítem que “Nicaragua no ha establecido ni establecerá ningún tipo de cuarentena” y que “Las personas provenientes de países con riesgo de transmisión establecidos por la OMS y sin sintomatología, no tendrán ninguna restricción en su movilidad y desplazamiento en el país”.

De igual forma, las autoridades de salud aún no han presentado las estimaciones de las proyecciones del COVID 19, ni el equipamiento de los centros hospitalarios del país que están destinados para atender los casos.

Ante la ausencia de acciones contundentes, Monseñor Rolando Álvarez, uno de los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua solicitó al gobierno el permiso para comenzar un plan de prevención que incluyera seis puestos de atención en el país y una línea telefónica de información. Dicha solicitud fue denegada. Por su parte, la iniciativa del gobierno fue establecer brigadas de salud destinadas a visitar casa por casa para informar a la población nicaragüense sobre las medidas preventivas ante la pandemia. Nuevamente, sin seguir recomendaciones de la OMS, puesto que a los trabajadores de la salud no se les provee de los requerimientos de protección (mascarillas y guantes), ni acatan las medidas de distanciamiento social.

El Gobierno habilitó también a través del Ministerio de Salud, un Centro Nacional de Información, en el cual la población puede establecer contacto a través de la línea 132 con un equipo que le brindará la atención e información. Durante la escritura de este artículo llamé a la línea preguntando por las proyecciones para Nicaragua, ante lo cual me respondieron que únicamente tienen los datos actuales y que confían en que no tendrán más. Por mi seguridad, tuve que cambiar mis datos al momento de realizar esta llamada.

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El avance de los casos

El Ministerio de Salud ha informado de 13 casos confirmados; de los cuales 7 se han recuperado, 1 se encuentra hospitalizado y se reportan 3 fallecidos. Pero la desconfianza de la población hacia estos datos se debe a que en la región somos el único país con pocos casos reportados y ninguna medida de prevención, que contrasta con la realidad de los otros países que si tienen cerradas sus fronteras y que a nivel interno están siguiendo las recomendaciones de la OMS y OPS.

Además, las autoridades de Salud del país brindan sus informes de una manera confusa, no usando tecnicismos médicos. Esto dificulta más los procesos de información ciudadana respecto al avance del virus.

Las proyecciones son una herramienta que nos ayuda a visualizar los periodos claves en los cuales se puede hacer descender la curva, pero sin información oficial y real esto se vuelve incierto. El Centro Humboldt, una organización no gubernamental, hizo sus proyecciones para Nicaragua y definen que en el pico de la curva se alcanzarán 11 516 casos, y hasta octubre de este año iniciará la desactivación del virus. Hasta el momento, es una de las pocas proyecciones de las que se dispone.

Con los casos actuales que se tienen, hay uno que destaca porque el paciente afirmó a medios independientes que contrajo el virus localmente ya que se desempeña como taxista. Esto desmiente la afirmación de las autoridades de salud que no hay contagios comunitarios. Así mismo, autoridades cubanas contabilizan que tres de sus casos son provenientes de Nicaragua.

En los últimos días se ha evidente un aumento atípico de los casos y muertes por neumonía en el país, según lo informó el Ministerio de Salud en su página oficial. Lo relevante de esto es que los casos de neumonía son mas comunes en la temporada lluviosa, y actualmente en Nicaragua estamos en temporada seca. Hasta el 28 de marzo de este año, se contabilizaban 22 713 casos y 66 muertes.

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Economía y medio ambiente también serán afectados

La economía del país sufrió un golpe considerable con la aún latente crisis sociopolítica del 2018, por lo que esta crisis sanitaria complicará aún más el panorama. Uno de los sectores más afectados es el comercio y el turismo. En los principales centros comerciales del país se pueden ver más de un 50% de tiendas cerradas y poca afluencia de compradores, esto por la auto cuarentena que ha tomado la ciudadanía.

Pero en una economía tan vulnerable como la nuestra, mantener por tiempo prolongado esta cuarentena resultaría muy difícil. Y aún hay un gran sector de la población que continua con sus labores cotidianas y utilizan diariamente el transporte público, además de los trabajadores informales que sobreviven de sus ingresos diarios.

Como ingeniera ambiental, creo conveniente recordar también que la propagación de vectores infecciosos está estrechamente relacionados al cambio climático y Nicaragua se encuentra entre los países más afectados por el mismo. El Centro Humboldt destaca que la pandemia pronunciará la crisis ambiental que vive el país y la región, porque se necesitarán más bienes naturales para recuperar las devastadas economías.

Respecto a esto, el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales no ha impulsado ninguna campaña informativa sobre la pandemia ni su relación con el cambio climático. Por su parte, están promoviendo actividades mediáticas que también desacatan los consejos de distanciamiento social que deben adoptarse.

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¿Qué nos depara el futuro a los nicaragüenses?

La desinformación y paranoia impera en las redes sociales de nuestro país a causa de la poca transparencia de nuestras autoridades. Como ciudadanos, estamos tomando todas las medidas que están a nuestro alcance, pero esto no será eficaz si no se conoce la situación actual de la pandemia en nuestro país.

Los especialistas en el tema, que están siendo las voces críticas, son censurados y destituidos de sus puestos, haciendo que haya menos personal capacitado para atender esta crisis.

No sabemos cuándo podremos superar las consecuencias del coronavirus, mientras la situación política de nuestro país no pinta ningún avance para el próximo año, en donde se pretenden llevar a cabo las elecciones presidenciales.

Como ciudadanos, es importante dar a conocer la situación que estamos viviendo, siempre recordando que las fuentes confiables de información nos ayudarán a una mejor dinámica de comunicación. Y desde nuestros hogares debemos acatar las medidas de las organizaciones de salud mundial.

Y para concluir, quiero recordar que nuestro compromiso también deber ser el uso racional y eficiente de los recursos como agua, energía, alimentos y medicinas, ya que la solidaridad y conciencia ayudarán a hacer más resistible esta situación.

*Las opiniones son meramente de la autora.

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La Lupa Nicaragua