«¿Y cómo se va a subir una mujer a un poste?» A sus 30 años, la peruana María Eugenia Condori escuchó esa frase por primera vez. Obligada por las circunstancias, se había tenido que reinventar para sacar adelante a su familia y se enfrentó a ese reto con otro desafío: el de convertirse en técnica de telecomunicaciones, un puesto dominado por hombres en el que sus capacidades eran cuestionadas por su anatomía.

«Fui la única mujer en mi curso y todos estaban sorprendidos, porque no hay mujeres en este rubro. Se sorprendían porque (decían que) no iba a encajar bien al momento de llevar la escalera o trabajar con los clientes», recordó Condori.

Seis años han pasado desde que esta pastelera de profesión se convirtió y ahora trabaja en Arequipa, la segunda ciudad de Perú, como técnica de reparaciones y donde se sube  a los postes de telefonía, desafiando el vértigo y los prejuicios, para garantizar el servicio en la ciudad.

Mujeres en red

Condori es una de las 400 beneficiadas de «Mujeres en Red», una iniciativa de Telefónica en Perú, que busca incrementar la participación de mujeres en labores técnicas de telecomunicaciones para acortar la brecha de género en roles mayoritariamente masculinos.

«Mis hijas se sienten muy contentas, porque se sienten empoderadas y piensan que no tienen límites (…) Mi hija se enteró que ya era una técnica porque el vigilante del edificio le dijo a un visitante, ‘¿estás viniendo a preguntar por quién? Ah, por la técnica María Condori’. Entonces mi hija se sintió muy orgullosa», recordó.

El impacto en el servicio

«Cuando hay una mujer en una instalación o en una supervisión, no solo no cae el nivel del servicio, sino que, en algunos casos, esas habilidades blandas que tienen las mujeres están ayudando a que tengamos un mejor servicio», explicó a EFE la presidenta ejecutiva de Telefónica Perú, Elena Maestre.

Como parte de la iniciativa «Mujeres en Red», tuvieron que abordar el «pequeño desafío de siempre», el de saber «cómo las van a acoger los compañeros en un entorno eminentemente masculino».

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«Pero a través de formación en habilidades blandas (…) hemos conseguido que trabajen fantásticamente juntos», comentó la directiva de Telefónica, compañía con la que EFE tiene un acuerdo de difusión de contenidos.

Un rol especial en un gran proyecto

En ese cometido tendrán sin duda un rol especial durante la puesta en marcha de un proyecto en el que trabaja la empresa para mejorar la fibra óptica en Arequipa.

Este año, Telefónica espera cerrar con casi 60,000 hogares con fibra óptica en esa ciudad, una cifra que aspiran a aumentar hasta los 200,000 el año próximo.

«Estamos trayendo la fibra, la estamos multiplicando y la idea es empezar a desplegar para que, en unos años, lleguemos a tener conexiones de casi un 30% de esos hogares», detalló Maestre.

La primera ingeniera electrónica 

En la surandina Arequipa trabaja también Lily Cáceres, la única mujer en su clase de ingeniería industrial: «Yo he estudiado primero electricista industrial y lo tomé como un reto.

Pude haber estudiado una carrera administrativa, así como cualquier otra chica, pero yo lo asumí como reto y es por eso que sigo acá», afirmó.

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Para hacerlo tuvo que superar todos los estereotipos y reconoce que incluso sus padres «al principio estaban negativos» y le preguntaban que «cómo iba a estudiar una carrera de varones”.

En todo caso, guarda con orgullo el modelo en que sabe que se está convirtiendo y manda un mensaje a las chicas jóvenes que hoy se enfrentan a una decisión como la que tuvo que tomar ella: «Si una quiere, puede. Todas podemos estudiar cualquier carrera».

«Si queremos, podemos», concluyó.

EFE
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