Las feministas Sara García (El Salvador) y Ana Quiróz (Nicaragua) analizaron en el reciente programa de Las Comadres realizado por La Lupa, Agenda Propia y Radio Vos, el contexto adverso en que los derechos de las mujeres avanzan en América Latina y las campañas de los grupos fundamentalistas y conservaduristas.

Inumerables informes de derechos humanos han revelado que «ser y nacer mujer en América Latina es un riesgo y un sesgo mayor que en cualquier otra región del mundo». En esta región nos enfrentamos a discriminación, violencia y una gran desigualdad que profundiza la brecha de género.

«¿Por qué molesta vernos libres, felices, que seamos disruptivas, que generemos transformaciones sociales y a quiénes les molesta?», se preguntó García, quien considera que «hay un trasfondo que se refiere al control del cuerpo de las mujeres y el mantener una perspectiva de abuso».

El «lograr llegar a más personas, avanzar en espacios públicos y tejer redes» son algunas de las razones que menciona García, por la que los detractores del avance de los derechos de las mujeres han incrememtado sus ataques que, en especial lo hacen cuando las mujeres luchan por derechos sexuales y reproductivos, en especial el derecho al aborto.

En una opinión generalizada entre las comadres invitadas y las conductoras del programa, Patricia Orozco y Vanesa Cortez, relevan la tendencia de «imponer nuestras creencias» a otras personas, pero además que las personas actuen «conforme a lo que creo». En primera instancia, Quiróz se refierió a la «concepción del pecado» y sobre la cual, muchas personas tratan de imponer sus creencias, mismas que varían en dependencia de cada religión.

LA ALIANZA FUNDAMENTALISMO Y GOBIERNOS

«Se creen iluminados», dice Quiróz y agrega; «y creen que tienen la tarea en el mundo de ser los vigilantes de la moral, pero de su moral, y nos quieren imponer su moral que es bien peculiar porque permite y acepta que un hombre golpee a una mujer; un padre o madre maltrate a sus hijes y en el caso de Nicaragua quieren cerrar los ojos frente a la violación y los violadores», explicó en alusión a la denuncia de violación de Daniel Ortega contra su hijastra Zoilamérica Narváez.

Sin embargo, estas agresiones de grupos con doble moral no solo se han vivido en Nicaragua sino también en El Salvador, donde a las mujeres organizadas las han señalado en redes sociales de «promover un delito» por la defensa del derecho de abortar, pero que también se les ha atacado físicamente en sus oficinas y espacios

«Creemos que defender DSyDR y aborto en especial es enfrentarse a estos grupos con poder económico y político. Hablamos que acá uno de los grupos que lleva estas campañas de difamación esta ligado al Opus Dei e incluso en la Delegación Oficial del Gobierno en la Audiencia del caso de Beatriz, participó un grupo que generan campañas de desprestigio, entonces vemos que hay una clara alianza de los grupos fundamentalistas con los gobiernos», explicó.

En ese sentido la periodista, Vanesa Cortéz sacó a colación como estos grupos han satanizado y encasillado la lucha por los derechos de las mujeres en la mal llamada «ideología de género» cuando las mujeres organizadas tienen una historia de lucha en favor de los derechos humanos, y de las mujeres, lo cual solo refleja una superioridad de ciertos grupos que «se otorgan el valor de sus creencias» sobre el resto de la ciudadanía.

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