El movimiento feminista de Nicaragua rechazó la más reciente campaña de desprestigio en su contra, en la cual se hace creer que celebra el acto terrorista del pasado 31 de julio que ocurrió en la capilla que alberga la imagen de la Sangre de Cristo en la Catedral de Managua.

A partir del hecho que conmocionó a los fieles católicos circuló en redes sociales un banner en el que un movimiento denominado Feministas Unidas de Nicaragua señala que la “iglesia católica paga hoy en Nicaragua su crueldad contra la diversidad” y además demanda una “Nicaragua sin religión”.

La activista y directora de La Corriente, María Teresa Blandón, considera que esta es parte de una “campaña falsa” que persigue crear fracturas dentro de las organizaciones que trabajan activamente en crear espacios públicos para defender los derechos de las mujeres.

“Es una campaña falsa, de toda falsedad. Ese grupo, Feministas Unidas de Nicaragua no existe, nadie lo conoce, tenemos sobradas razones para asumir que esa es una campaña sucia que viene de las propias filas del Frente Sandinista que tienen una necesidad absoluta de crear este tipo de fisuras”, señaló Blandón.

 

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Ataques vienen de todos lados

Maryce Mejía, enlace nacional de la Red de Mujeres contra la Violencia, defiende el movimiento feminista como un actor “social”, cuyo objetivo principal es defender los derechos de las mujeres en una “sociedad machista” como la de Nicaragua.

El movimiento feminista del país, que se caracteriza por demandar derechos sobre los cuerpos de las mujeres, sexualidad y capacidad reproductiva, está consciente que debido a su postura los “ataques vienen de todos lados”, afirma Mejía.

“Tiene que ver con una campaña de división, de echar pelear a la gente y eso no lo han logrado. Estos ataques han existido siempre, desde que nosotras como movimiento de feministas nos hemos posicionado, desde hace muchos años estos ataques han venido, lo que pasa es que ahora quieren hacer como esta campaña de división”, señaló Mejía.

En Nicaragua, el movimiento feminista está conformado por varias organizaciones que han construido un espacio donde se reivindican los derechos de las mujeres a través de un largo proceso de reflexión y participación.

En Matagalpa, Ruth Marina Matamoros, psicóloga del Grupo de Mujeres Venancia, también coincide que este tipo de acciones son formas de “crear división” y atacar cualquier posibilidad de haya unión en Nicaragua para continuar con la lucha por las libertades y la democracia.

“La gente no debe creerse esas cosas, es más fácil desunir que unir. Las feministas siempre hemos tenido muchos detractores y cualquiera pudiera ser, simpatizantes de partidos, pudieran ser gente que odia los posicionamientos feministas alrededor de temas que tiene que ver con los derechos sexuales y los derechos reproductivos, las feministas siempre hemos alzado la voz, porque se hable con la verdad y que haya igualdades”, dijo Matamoros.

Defienden Estado laico

Tras conocerse la noticia del ataque en Catedral de Managua, desde La Corriente se condenó el acto calificado por el Cardenal Leopoldo Brenes como “terrorista”, pues según Blandón las feministas siguen convencidas que una democracia necesita de un Estado laico.

“Una cosa es que nosotras establezcamos nuestra agenda en términos de los derechos sexuales y reproductivos y otra cosa es nuestra posición política, respecto de la persecución feroz que el régimen ha tenido en contra de la iglesia católica particularmente”, señaló Blandón.

En La Corriente, agregó, han alertado sobre cómo el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, han tratado de manipular las creencias religiosas del pueblo nicaragüense para evadir “temas cruciales” como la “violación de derechos humanos, la centralización absoluta del poder, el tema de la corrupción y el mismo tema de la violencia de género que salpica para empezar al propio presidente de la república”.

En Nicaragua, en los últimos años las feministas han expuesto públicamente los problemas que afectan a las mujeres, como por ejemplo el alarmante registro de femicidios.

Es sospechoso

Hasta julio de este año, un informe de Católicas por el Derecho a Decidir, una organización que lucha por la defensa de los derechos de las mujeres, reportó 55 femicidios en el país.

El incendio provocado por una explosión a lo interno de la capilla en el templo católico, calcinó la imagen que tiene gran valor espiritual y significado para los fieles por su historia de más de 300 años.

A Mayte Ochoa, del Movimiento Feminista de Nicaragua, le parece hasta “sospechoso” este tipo de campañas en contra de las diferentes organizaciones que defienden los derechos de las mujeres.

“Esa campaña es bastante sucia, fuerte, contra el movimiento de mujeres, cuando ha sido el movimiento de mujeres, históricamente, quién ha denunciado las atrocidades de este régimen, pero también se ha posicionado frente a la actitud misógina de la iglesia y la jerarquía católica, no solo en la religión como tal, porque como feministas defendemos el Estado laico y eso significa que todas las creencias alcanzan en este país”, señaló Ochoa.

Sin perder el tiempo

No obstante, las feministas aseguran que este tipo de acciones no interrumpe el trabajo que vienen realizando desde hace décadas, por lo que no pueden detenerse a investigar de dónde proceden estos ataques.

“Nosotras nos hemos defendido con argumentos basados en la ley y si es parte de esa violencia (…) Nosotras no nos detenemos en eso, porque sentimos que nos estamos atrasando en la lucha, sabemos que puede venir de cualquier forma o de cualquier lugar.

Las feministas, según Blandón, han dado muestras fehacientes de una vocación por la democracia, lo que supone una defensa del “pluralismo, la libertad de conciencia y la libertad de culto”.

“Somos las principales defensoras del Estado laico y el Estado laico supone el respeto irrestricto a la libertad de conciencia. Jamás se va a oír a una feminista oponiéndose a la libertad de culto, la ignorancia de alguna gente es lo que podría darle crédito a una basura como eso”, menciona.

Discurso antiderecho

Las feministas también alertaron sobre un discurso “antiderecho” que está incrementándose en el país a través del cual se pretende relacionar la pedofilia con las demandas de la comunidad LGTBI en Nicaragua.

Ochoa calificó el discurso como parte de una “campaña combinada” que tiene el interés “deslegitimar la lucha” de este movimiento al asociarlo a esa conducta sexual considerada un delito.

“Los derechos de las mujeres son vitales, la democracia no va si las mujeres, el movimiento LGTBI, si la gente religiosa o los partidos políticos no están, es decir la democracia es eso, la democracia es la diversidad y creo que hay mucho miedo por el desconocimiento, por la mala educación que tenemos en este país”, señaló Ochoa.

Mejía recordó que los derechos de los miembros de la comunidad LGTBI han sido vulnerados.

“Sabemos la historia que ha tenido, que han sufrido, ellos defienden igual sus derechos son excluidas, es su cuerpo, y nosotras los apoyamos, lo principal en un Estado es el respeto a los derechos y esto no lo tenemos en el país, más bien se violentan”, sostuvo.

Las feministas y los activistas LGTBI, agregó Blandón, fueron grupos que comenzaron a denunciar los abusos sexuales, un tema que siempre se ha querido mantener oculto.

“Nosotros lo colocamos en el espacio público y hemos pagado el costo que eso ha tenido, la pederastia es un delito y es un delito que está penalizado en el Código Penal de nuestro país (…) En Nicaragua esa es una pandemia silenciosa, miles de niñas y niños cada día son abusados en este país y son abusados dentro de su propia familia, son los hombres de su familia los abusadores”, denunció Blandón.

La directora de La Corriente enfatizo que asociar a la comunidad LGTBI con acciones de pederastia es otra estrategia de “los grupos conservadores” del país.

“No hay ningún sentido para asociarnos a nosotros a esa campaña, es otra estrategia de los grupos conservadores que han sido cómplices de la violencia contra las mujeres en general y de la violencia de los niños y niñas en particular, sino no hubiese tanta complicidad no sería tan grave el tema del abuso sexual, sino hubiese impunidad por parte del Estado no habría tanta incidencia terrible del abuso sexual contra los niños y las niñas”, puntualizó.

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