Al menos una de cada cinco personas migrantes con necesidades de protección y asistencia migratoria se encuentra en América Latina y el Caribe, por lo que se trata de «un desplazamiento de población récord en la región», de acuerdo con el informe Necesidades Críticas en Las Américas de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Entre los países con mayores situaciones críticas de desplazamiento en el continente se encuentran Nicaragua, Venezuela, Colombia, Haití, México, El Salvador y Honduras.
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A pesar de que la cifra de personas migrantes ha aumentado considerablemente entre 2021 y 2022, ACNUR no cuenta con fondos suficientes para satisfacer las necesidades de todas las personas desplazadas, advierte en el informe.
Según la organización, en 2022 obtuvieron USD 355 millones de dólares para fondos, mientras que en 2021 obtuvieron 436 millones, lo que hace una gran diferencia en la calidad de vida de las personas bajo la protección de ACNUR.
«No se han satisfecho algunas de las necesidades más apremiantes debido a la escasez de fondos, que afectará de manera significativa el acceso de las personas por las que ACNUR trabaja a documentación, atención médica, servicios de protección y albergues de emergencia», señala la organización.
Esto incluye a las 280 mil personas nicaragüenses solicitantes de asilo en toda la región, de las cuales al menos 240 mil se encuentran en Costa Rica a la espera de una resolución de sus solicitudes de protección migratoria.
De acuerdo con ACNUR, Costa Rica es el país que necesita mayor recursos económicos de toda la región para satisfacer las necesidades de la población refugiada en dicho país, que son nicaragüenses casi en totalidad. El déficit económico es de más de 8.3 millones de dólares.
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“Costa Rica es uno de los principales países de destino de las personas que necesitan protección internacional en América Latina, sobre todo aquellas que provienen de Nicaragua. Considerando el aumento exponencial del número de solicitudes de asilo, Costa Rica es uno de los cuatro países en el mundo en el que, en 2021 y 2022, se registró el mayor número de solicitantes de asilo”, señala la organización.
Entre las necesidades que enfrenta el país está la asistencia a para fortalecer el sistema de asilo para reducir el rezago de más de 200 mil casos que aguardan una resolución, agilizar el trámite de registros y solicitudes de asilo, y la emisión de documentos.
También se necesita asistencia para que al menos 4 mil personas refugiadas y solicitantes de asilo en situación de vulnerabilidad tengan acceso al esquema que ofrece la Caja Costarricense de Seguro Social.
Y por último se requiere ayuda en efectivo para satisfacer necesidades básicas de al menos 300 familias al mes, así como albergues de emergencia en beneficio de 2 mil personas que viajan en movimientos mixtos o que tienen previsto permanecer en el país.
ACNUR señala que los desafíos que enfrenta Costa Rica se debe al aumento considerable de nuevas solicitudes de asilo recientes y por la inexistencia de herramientas o de una base de datos oficial para gestionar el procedimiento de determinación de la condición de refugiado.
Las personas refugiadas al no contar con una resolución de estatus de refugio y la documentación oficial necesaria, se les obstaculiza el acceso al empleo y las ubica en una condición económica vulnerable.
Por otro lado, aunque Costa Rica ofrece atención médica gratuita en casos de mujeres, muchas personas refugiadas y solicitantes de asilo padecen enfermedades crónicas o graves que requieren atención médica regular.
«De no contar con fondos adicionales, más de 4.000 personas en grave situación de vulnerabilidad, tanto refugiadas como solicitantes de asilo, no tendrán acceso a la atención médica que necesitan», indica la organización.
