Organizaciones de mujeres en alerta ante masiva liberación de delincuentes sexuales y femicidas

En alerta se encuentran las organizaciones de mujeres en Nicaragua al conocerse que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, liberó a aproximadamente 514 hombres que habían sido condenados por los delitos de abuso sexual, proxenetismo, explotaicón sexual y femicidas, según una publicación del diario La Prensa.

«Es un escándalo del que nadie se hace cargo, además de las organizaciones de mujeres que estamos alarmadísimas con lo que está pasando”, expresó María Teresa Blandón del Movimiento Feminista de Nicaragua al señalar que los más de 500 hombres no estaban en la cárcel por faltas, sino por delitos graves. 

«El mensaje que envía el Estado es que no le importa, no le interesa hacer justicia a las mujeres y a las niñas que han sido víctimas de violencia, y que estos agresores de mujeres, femicidas, violadores, abusadores sexuales salgan a la calle y vuelvan a delinquir… esta decisión del regimen Ortega-Murillo es completamente ilegal, arbitraria e inaceptable”, expresó la experta en temas de género. 

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El indulto para los reos comunes lo hizo el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en «ocasión del mes de las Madres Nicaragüense», según publicación de un medio oficialista. En total fueron 2,815 reos puestos en libertad; 2,727 hombres y 88 mujeres a quienes les otorgaron el «beneficio legal de convivencia familiar».

Blandón considera que esta liberación de reos amerita una condena internacional porque es contrario a lo que está establecido en todas las convenciones de derechos humanos, y la misma Ley 779, Ley Integral Contra la Violencia hacia Las Mujeres. 

«Lo que refleja la liberación de estos 514 agresores de mujeres es que en este país reina la impunidad y que el Estado es el promotor, o uno de los principales promotores de la impunidad y el resultado de eso es que en este país las mujeres estamos en una situación de indefensión”, dijo la feminista. 

Vida de las mujeres en riesgo

Maryce Mejía, enlace nacional de la Red de Mujeres Contra la Violencia, explica que «las mujeres están ante un Estado machista, que no respeta y pasa por encima de las leyes y las aplica a su conveniencia», incluso sostiene que «son aberraciones jurídicas”, que ponen en riesgo la vida de las mujeres».

De acuerdo con Mejía los indultos que se han realizado desde 2018, desde cuando se han liberado al menos 5 mil reos comunes, han propiciado el incremento de femicidios y la violencia contra las mujeres y las niñas, pero además los traumas de aquellas mujeres sobrevivientes de violencia machista.

Mejía explica que, como organización, están recopilando casos de sentencias de femicidas que «ni siquiera cumplieron dos o tres años de las condenas y salieron en libertad» por los indultos que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo promueven cada vez con más frecuencia. Las organizaciones trabajan en un documento que planean publicarlo próximamente.

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Mientras, la organización Católicas por el Derecho a Decidir (CDD), contabilizaba 32 femicidios, de estos, once ocurrieron en este último mes. Martha Flores, feminista y defensora del Observatorio de Violencia de CDD destaca que otras cuarenta mujeres escaparon de la violencia machista, y si no lo hubiesen logrado, se estaría hablando de 72 mujeres, víctimas de femicidio.

Flores recuerda que el gobierno invisibiliza la tragedia que viven las mujeres y cada día los femicidios van en aumento. Por su parte, van a seguir exigiendo que esta situación de violencia sea reconocida. En semanas anteriores, diversos colectivos feministas señalaron que la reinaugurción de las Comisarías de la Mujer, que se ha convertido en la nueva forma en la que el régimen orteguista intenta mostrar su compromiso con las mujeres, en realidad, no llega a concretarse.

Los colectivos feministas aseguran que la función de las Comisarías de la Mujer no solo tiene que ver con la renovación de infraestructuras, sino con todo el engranaje que inicia al contar con el personal especializado y sensibilizado, para ejecutar un modelo de atención integral hacia las víctimas de la violencia machista.