Israel Lewites, quien es descendiente de dos reconocidos revolucionarios sandinistas, Herty Lewites e Israel Lewites, visitó la Guarida del Oso para hablar sobre su novela ‘Que todo arda’, una obra escrita sobre la base de notas periodísticas en relación a la ‘absurda realidad’ del país, pero también nos platicó sobre su visión del sandinismo, la oposición y la Rebelión Cívica.

La Guarida del Oso es nuestro espacios de entrevistas exclusivo de Instagram, desde el cuál pretendemos ofrecer a la audiencia la mirada y el análisis de voces jóvenes sobre lo que sucede en Nicaragua. A partir de esta semana usted puede encontrar La Guarida del Oso en Facebook y Twitter.

¿Quién es Israel Lewites?

Primero te voy a responder una pregunta que todos hacen: soy sobrino de Herty Lewites.

Soy un ingeniero civil con maestría en Ingeniería Ambiental. Me considero a mí mismo un luchador ciudadano desde hace más de una década, básicamente nosotros andamos pateando calles desde hace más de 15 años, denunciando las cosas terribles de este régimen antes que regresaran al poder. La dictadura no nació en 2018, los horrores iniciaron hace mucho en Nicaragua; actualmente estoy exiliado en Panamá y tengo una nueva faceta ahora: la de escritor. Siempre he estado vinculado al arte, siento que es una válvula de escape, hay muchas cosas que siento debo decir, alguna de esas es la música (formé parte de la banda Momotombo), ahora en el exilio nació esta idea de escribir una novela.

¿Nos podes comentar un poco sobre tu novela? ¿Cómo y dónde podemos acceder a ella? Hacer un breve resumen del contenido.

‘Que todo arda’, la recepción ha sido increíble. En solo 3 días superamos las tres mil descargas, ya que solo está en versión digital. Es una novela bastante entretenida, al principio parecen cuentos, pero luego te das cuenta que es una novela. Está basada en la situación de nuestro país, en esa realidad nuestra que es  ‘absurdamente absurda’, alguna persona extranjera podría pensar que estoy inventando, pero saqué la mayoría de cosas del periódico.

La novela pueden descargarla en www.quetodoarda.org, la descarga es gratuita. El proyecto nació porque quería hacer cuentos de camino, del tipo Pancho Madrigal, me acuerdo cuando iba con trabajadores de los proyectos e íbamos escuchando cuentos en la radio y todos llevábamos intriga, esa herramienta me pareció poderosa, y quería experimentar con eso, así nació la idea de escribir el cuento El Brujo y como mi familia está dispersa se los compartí por audios de Whatsapp, les gustó y me pidieron más, entonces empecé a escribir los demás.

Joel Herrera (arriba) en entrevista con Israel Lewites (abajo) para el Instagram de La Lupa.

¿Qué pensas de la gente que rechaza totalmente al sandinismo? Y por el otro lado ¿Qué pensas que haya personajes opositores que son cuestionados por añorarlo?

Todos nuestros análisis deben considerar siempre el contexto histórico. El sandinismo de los 70 era una filosofía violenta, machista, de carácter militar totalitarista, es parte de la esencia del mismo, pero en ese momento surge como lucha contra una dictadura, mucha gente que quería libertad simpatizó con la causa del sandinismo porque buscaban salir de la dictadura, por ejemplo, mi tío Israel, guerrillero que fue asesinado en el asalto al cuartel de Masaya. Luego en el periodo de los 80, el sandinismo se convierte un régimen totalitario que encarcela, comete crímenes, roba propiedades, realiza muchas acciones como la navidad roja, pero hay un contexto de guerra fría y por el otro lado, tenías a la contra que tenía practicas éticamente cuestionables, es decir no era lucha de buenos contra malos. Luego venimos al periodo actual, con el Orteguismo, que es algo nefasto y dañino, yo creo que al FSLN hay que voltearle la página, darle un ‘game over’, entiendo que haya nostálgicos como Carlos Mejía Godoy, pero el sandinismo en Nicaragua debería ser proscrito como el nazismo en Alemania, se convirtió en una ideología de odio, porque ha sido nefasto desde su concepción.

Pregunta de la audiencia: ¿El sandinismo como marca, debería seguir existiendo en partidos políticos?

El concepto de  ‘Sandinismo’, para algunas personas puede ser algo que fue muy lindo, pero ya evoca tantas heridas y es tan conflictivo, quien tiene los sellos del sandinismo es Daniel Ortega, si ese concepto tenía algo bueno, él terminó de destruir, pero por otro lado en organizaciones como el Movimiento Renovador Sandinista (MRS), hay personas muy valiosas, pero yo les digo que no hay que seguir insistiendo en renovar ni rescatar al sandinismo, necesitamos ideologías que llamen a la defensa de DDHH, medioambiente, que no haya violencia contra la mujer, que se busque soluciones pacíficas a la problemática; dejar de reciclar los pleitos viejos.

¿Qué opinas acerca de que en el país se siga buscando de referencia a personas como Dora María Téllez para hablar de temas como salud pública?

Aquí un detalle, hay que admitir que Dora María Téllez es una mujer muy elocuente; para los periodistas, es muy difícil buscar nuevos referentes, si haces entrevistas a personas referentes, son personas que ya tienen un posicionamiento, por otra parte ella fue Ministra de Salud, en este caso tiene sentido que la busquen; la solución a esto no debería ser tan tajante, creo que los viejos tienen muchas cosas que decir y nuevas figuras que se van forjando y deben ir agarrando gradualmente un liderazgo y una voz pública. Como audiencia, también debemos fomentar nuevos referentes.

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¿Cuál es tu opinión acerca de que en Nicaragua, habiendo tanta gente joven siempre se busque a las mismas figuras antiguas?

Esto no es culpa de las “momias” como tal, esta vieja guardia de los medios que entrevista a las mismas personas, no tiene la culpa de que el relevo no tenga el suficiente empuje ni carisma para penetrar en el público; si te crees líder no podes condicionar tu liderazgo en que personas como Arnoldo Alemán te avalen, si alguien como él te da pauta es porque obedeces a sus intereses políticos. Los jóvenes no deben estar pidiendo espacios, toca ganarse los espacios, eso se demuestra con humildad, cercanía a la gente, entereza, buenas propuestas e integridad.

Si un joven necesita pedir permiso o necesita un sello para asumir liderazgo, para mí, no es un líder. El que tiene madera de líder, logra liderar gente, pero el que no, lo más que puede hacer es figurar; por ejemplo, Amaya Coppens, que logró posicionarse por su carisma, por sus acciones, ella se ganó la confianza de las personas Nicaragüenses.

En Nicaragua siguen en el poder las mismas personas de los 80’s, no ha habido nada trascendental. ¿Se busca realmente un cambio generacional o solo se buscan nuevos rostros para repetir viejas prácticas?

Esto me hace pensar en algo que viví con Herty (Lewites), él tenía un genuino sentido de cambio, cuando buscaba diputados, su idea era buscar jóvenes profesionales, gente diferente a todo lo que hemos visto, pero esas personas no aceptaban su propuesta, esto también es culpa de lo hostil que es la práctica política en Nicaragua, no solo del lado de la dictadura, sino también la oposición; yo personalmente he recibido más amenazas de muerte de las personas que odian al sandinismo, más que del régimen, solo por ser Lewites.

Esas personas opositoras que están enquistadas es porque no les han disputado su puesto, por que las personas no quieren involucrarse en lo hostil de la política; incluso el mismo régimen es un ejemplo, Daniel Ortega es alguien mediocre, pero que sigue ahí por que tiene cooptado el espacio, la única persona que desafió realmente a Ortega fue Herty Lewites y como vemos, fue asesinado.

¿Consideras que la lucha a raíz de abril de 2018 fue secuestrada por intereses específicos?

No, esto tiene sus grises, sí obviamente creo que los intereses de un grupo como el Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) no serán los mismos que los de un grupo como los estudiantes, igual la iglesia tiene sus intereses, todos los actores tienen sus agendas y esa es una realidad. El COSEP no ama a Ortega, preferiría a alguien más porque lo que quiere es dinero y tenemos una elite corto plazista y mediocre; mediatizan las acciones, imponen hasta donde pueden su agenda, no es un secuestro como tal, pero como los otros actores no se ponen de acuerdo, estos grupos se posicionan mejor.

La lucha fue un levantamiento autoconvocado, éramos todos luchando en pos de la libertad de Nicaragua, feministas con la iglesia, sindicalistas con empresarios, pero evidentemente las cosas toman su reacomodo y surge la pregunta -aún para la comunidad internacional- del ¿Qué va a pasar después de Daniel Ortega?. Ortega se vende como una alternativa de estabilidad, porque no hay un acuerdo como tal, del otro lado y eso es por el desacuerdo que hay en la oposición.

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