Una bolita en uno de sus pechos que fue creciendo al pasar de los meses, fue el principal síntoma de cáncer de mama que detectó Fabiola, de 62 años, nicaragüense, comerciante y madre de siete hijos.

Para ella recibir el diagnóstico de cáncer de mama, luego de la biopsia que le realizaron en el Hospital Bertha Calderón, fue sumamente difícil ya que perdió a una hermana y a una sobrina que padecieron otros tipos de cáncer.

“Claro que me afligí. Al inicio no le puse mente porque pensé que no era nada malo, pero cuando comenzó a crecer mi hija me dijo que fuéramos al médico”, recuerda.

Luego de la primera consulta pasaron dos meses para que le hicieran la biopsia, una vez detectado el cáncer en etapa dos, continuó con cuatro sesiones de quimioterapias y, luego de tres o cuatro meses más la citaron para realizarle una mastectomía. Para ella, el proceso que le ha llevado un año de tratamiento, es extenso.

“En los hospitales lo único es que todo es dilatado”, insiste mientras comparte con La Lupa su testimonio.

Para ella las quimioterapias fueron lo más duro, ya que perdió su cabello totalmente y sentía muchos malestares: “me dio bastante malestar, en especial la última, no me daba hambre, tenía muchas nauseas”, detalla.

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A Fabiola le ayudó mucho contar con el apoyo de sus hijos, luego de la operación continuó con radioterapias y, finalmente, está esperando su seguimiento dentro de tres meses para asegurarse de que el cáncer se ha ido.

“Ya estoy más recuperada, gracias a Dios que estoy bien y, Dios quiera que se haya terminado”, expresa con esperanza.

La historia de Fabiola es más común de lo que parece entre las mujeres nicaragüenses y ella ha resultado afortunada ya que el cáncer de mama es la segunda causa de muerte en mujeres, según el Ministerio de Salud (MINSA).

Cada 28 de mayo se celebra el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres con el objetivo de concienciar y hacer frente a diversas enfermedades y padecimientos que sufren las mujeres y que en muchos casos se pueden prevenir. En Nicaragua, según feministas y expertas en salud pública, no existe un programa específico de información y prevención dirigido hacia las mujeres.

Enfermedades más comunes entre las mujeres en Nicaragua

En el mundo, las cinco enfermedades más comunes entre las mujeres son las enfermedades cardiovasculares, la segunda enfermedad más frecuente es el cáncer de mamas, que afecta a 1 de cada 8 mujeres y, luego el cáncer de cuello uterino, donde el virus del papiloma humano (VPH) juega un papel importante.

En Nicaragua el MINSA reporta que las cinco primeras causas de defunción son: infarto agudo de miocardio, tumores malignos, entre ellos cáncer de mama y cáncer de cuello uterino, insuficiencia renal, diabetes mellitus y enfermedades hipertensivas.

El Mapa de Salud de Nicaragua 2023, sí detalla entre los tumores malignos al cáncer de mama como el primero que provoca defunciones (106) y, al cáncer de cuello uterino (64), en el cuarto lugar.

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Sin embargo, las estadísticas no desagregan los padecimientos más sentidos por la población, ni por sexo, ni por edad, por lo que resulta imposible determinar cuáles son aquellas enfermedades que más afectan a las mujeres en particular.

Así lo explica a La Lupa, una investigadora feminista que ha desarrollado estudios sobre la salud integral de las mujeres en Nicaragua, en los últimos 40 años, que omite su identidad por motivos de seguridad.

“Desde hace al menos dos décadas las estadísticas oficiales publicadas en Nicaragua no reportan separadas por sexo, la incidencia y prevalencia de enfermedades o defunciones que ocurren a nivel nacional, por lo que no es posible afirmar categóricamente cuáles son las principales enfermedades que afectan específicamente a las mujeres”, indica.

Agrega que, aunque existen innumerables planes, programas y normas de atención, que muchas veces son adaptaciones de documentos de otros países, con otras realidades, se desconoce si han provocado algún cambio positivo.

La investigadora insiste en que “no hay interrelación” en los planes de Salud de un Gobierno a otro, e incluso dentro de un mismo periodo de Gobierno. «El personal de Salud desconoce mayoritariamente los planes y nos recibe entrenamiento para aplicarlos y desarrollarlos”, señala. Además insiste en que tampoco se realiza “monitoreo” de la aplicación y cumplimiento de esos planes de atención sanitaria.

Para Ana Quirós, experta en Salud Pública y directora del cancelado Centro de Información y Servicios de Asesoría en Salud (CISAS), “el Estado no tiene un programa específico de información y prevención dirigido hacia las mujeres, ni un programa específico para la atención de los problemas de salud sexual y salud reproductiva”.

Las acciones que puede tomar el Estado para mejorar la salud de las mujeres pasan por la educación preventiva hasta la formulación de una política pública que incluya a la violencia machista como eje de trabajo, opinan ambas especialistas.

Quirós considera que es necesaria la creación de una política pública integral que abarque “problemas de salud, problemas de violencia de género”.

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La Lupa Nicaragua