Cambios de humor, depresión, náuseas, dolores de cabeza o aumento de peso son algunos de los efectos secundarios de los anticonceptivos hormonales. Por ello muchas mujeres reclaman más investigación para reducirlos y para que “no recaiga todo el peso” de evitar los embarazos en ellas.

En una entrevista con EFE, Abel Renuncio, de la Sociedad Española de Contracepción, enumera estos efectos secundarios sobre los que los ginecólogos advierten a las mujeres.

Por su parte, el Ministerio de Sanidad señala que tanto la toma de comprimidos orales, como el anillo vaginal, la vía transdérmica o los preparados intramusculares incluyen como principio activo la hormona progestágeno o un progestágeno en combinación con estrógenos.

En este sentido, Renuncio indica que los anticonceptivos combinados (por ejemplo, estrógenos y progesterona) “no estarían muy indicados en personas que ya padecen depresión o ansiedad, porque podrían variar la eficacia del tratamiento para estas patologías”.

Sin embargo, considera que en afecciones leves de salud mental un anticonceptivo hormonal “puede ser incluso beneficioso” para estabilizarlas .

Por ello, Sanidad considera que “es difícil extraer conclusiones firmes” sobre la posibilidad de que originen depresión, ya que los datos disponibles son contradictorios.

Impacto en su salud mental

Míriam González ha revelado a EFE el fuerte impacto en su salud mental que tuvieron los anticonceptivos hormonales, ya que se sentía muy decaída y “no era capaz de sobrellevar la vida”, como también le sucedió a Ana Báez, quien uso un parche hormonal durante un año, que, asegura, le afectó en su “desempeño escolar y laboral”.

Coinciden en criticar que los expertos no les informaran sobre las repercusiones de los anticonceptivos hormonales en su salud mental. Báez recuerda que su ginecóloga “hizo énfasis en los síntomas físicos, pero no en los mentales”.

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Mayor confusión experimentó Ana María Bermúdez cuando le recetaron con 19 años la píldora en urgencias y tan solo le comentaron que el primer mes se iba “a sentir como embarazada”, sin que entendiera a qué se referían.

Todas las entrevistadas dejaron los anticonceptivos hormonales al percatarse de sus efectos y en la actualidad solo González ha vuelto a utilizarlos porque tiene ovarios poliquísticos y le “compensa usar el anillo vaginal”.

Más investigación

Sanidad ha especificado que en los últimos años se han autorizado cinco ensayos clínicos en anticoncepción femenina en España. Sin embargo, en Europa solo se ha dado luz verde a dos para contracepción masculina; uno data de 2008 (finalizado anticipadamente) y otro de 2018 (todavía en curso).

Según el último Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva de la Sociedad Española de Contracepción (SEC) -2022-, la píldora es el segundo método anticonceptivo más utilizado (17%) por las mujeres españolas de 15 a 49 años, por detrás del preservativo (35,7%).

Entre el resto de anticonceptivos hormonales, figuran también el DIU Hormonal (3,8%), el anillo vaginal (1,9%), el implante subcutáneo (1,7%), parches (0,7%) e inyectables (0,4%).

La indicación o recomendación médica es la principal razón por la que las mujeres utilizan métodos hormonales (38,6%).

EFE
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