Mujeres periodistas frente al exilio, violencia y la censura

La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) publicó su informe temático “Exilio de periodistas y libertad de expresión”, que ofrece una radiografía sobre el fenómeno creciente de periodistas que se ven forzados a abandonar sus países y subraya especial preocupación el impacto diferenciado que este fenómeno tiene sobre las mujeres periodistas.
La Relatoría alertó que, las mujeres periodistas enfrentan no solo los peligros propios del ejercicio de la profesión en contextos autoritarios, sino también obstáculos adicionales derivados de la discriminación estructural, la violencia basada en género y las cargas familiares desproporcionadas. Estos factores incrementan su vulnerabilidad tanto durante el proceso de desplazamiento como en los países de destino.
El informe, presentado el 19 de mayo de 2025, alerta sobre los graves peligros que enfrentan las personas periodistas durante el tránsito migratorio, y subraya que las mujeres están particularmente expuestas un “mayor riesgo de violencia sexual, trata de personas y secuestro”, debido a su condición de género y a la vulnerabilidad que implica el desplazamiento forzado.
“Muchas mujeres han expresado sentir miedo de ser víctimas de agresiones en el tránsito migratorio”, agregan.
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También se advierte que el exilio representa una forma de censura y eso “beneficia a quienes detentan el poder”.
En muchos casos, las mujeres periodistas son empujadas fuera de sus países no solo por amenazas directas, sino por campañas sistemáticas de estigmatización, vigilancia y acoso. En El Salvador, por ejemplo, la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) reportó que entre 2022 y 2023 al menos cinco periodistas se vieron forzadas al exilio, la mayoría de ellas mujeres, debido a hostigamiento judicial, campañas de acoso digital, y discursos estigmatizantes por parte de funcionarios públicos.
Además, las periodistas enfrentan un tipo de violencia particularmente agresiva en entornos digitales. “Las mujeres periodistas se ven particularmente afectadas por la violencia en línea, enfrentando ataques con elementos sexualizados y misóginos”, subraya la Relatoría.
Un estudio conjunto del Centro Internacional para Periodistas (ICFJ) y la UNESCO reveló que el 73% de las mujeres periodistas encuestadas han sido víctimas de violencia en línea, incluyendo amenazas de violencia física (25%), amenazas sexuales (18%), acoso mediante mensajes privados (48%) y campañas sistemáticas de desprestigio.
El resultado, señala la Relatoría, es un “silenciamiento dirigido a obstaculizar que cierta información llegue a la sociedad”. Muchas optan por la autocensura o incluso abandonan el ejercicio periodístico.
Una periodista citada en el informe advierte: “En unos años, no tendremos mujeres periodistas en el país… (y) en todo el mundo, porque llegas a un punto en que estás asustada por ti misma. Y también estás asustada por tu familia”.
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Las dificultades no terminan al llegar al país de destino. Muchas mujeres exiliadas deben reconstruir su vida en condiciones de gran precariedad. La Relatoría documenta casos como el de una periodista nicaragüense en España que, en menos de un año, tuvo que cambiar cuatro veces de ciudad debido a la imposibilidad de acceder a vivienda y empleo sin historial crediticio. Las madres periodistas enfrentan dificultades para encontrar escuelas, obtener documentos para sus hijos y adaptarse a nuevos sistemas educativos, todo esto sin redes de apoyo.
Ante este escenario, la Relatoría hace un llamado urgente a los Estados para adoptar medidas diferenciadas que garanticen los derechos de las mujeres periodistas en el exilio. Estas incluyen:
“La protección de la integridad personal debe contemplar también las formas diferenciadas en que el exilio afecta a mujeres periodistas”, concluye la Relatoría.
Lo expuesto por la CIDH en su informe temático concuerda con los testimonios recopilados por el medio feminista La Lupa en su investigación “Exiliadas para sobrevivir”, publicada en 2023.
En ese trabajo cualitativo, 23 mujeres periodistas nicaragüenses —residenciadas en Costa Rica, Estados Unidos, España, Inglaterra y México— compartieron sus historias de exilio como actos de resistencia y supervivencia ante la represión del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Sus relatos reflejan con crudeza muchas de las problemáticas señaladas por la Relatoría, como la violencia basada en género, la criminalización del ejercicio periodístico y el impacto emocional y económico del desplazamiento forzado.