El 20.4 por ciento de las mujeres ha sufrido algún tipo de maltrato en las atenciones médicas durante su embarazo o parto en Estados Unidos, de acuerdo con el informe Signos Vitales de la organización médica Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Esto significa que una de cada cinco mujeres ha sufrido violencia obstétrica al menos en un embarazo, según las 2,407 madres encuestadas para la investigación.
Sin embargo, el 28.9 por ciento de los maltratos por parte del personal de Salud en atenciones de maternidad están relacionados a discriminaciones y estigmas basados en la etnia, edad, peso e ingresos económicos de las pacientes.
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Pues las prevalencias más altas de maltrato fueron entre las mujeres negras con el 40.1 por ciento, las mujeres hispanas con el 36.6 por ciento y las mujeres pertenecientes a otros grupos étnicos con el 39.4 por ciento.
“Estos hallazgos resaltan las brechas en la prestación de atención de maternidad respetuosa y subrayan la necesidad de mejorar. La atención de maternidad respetuosa es un componente de la atención de calidad y puede integrarse en estrategias más amplias para reducir las muertes relacionadas con el embarazo”, señala el estudio.
Las mujeres sin seguro médico o con seguro público también son otros de los grupos que reciben más maltrato por parte del personal de salud con el 28.1 por ciento de los casos y el 26.1 por ciento respectivamente, a diferencia de las mujeres con seguro médico privado que reportaron menos situaciones de malos tratos.
Por su parte, las discriminaciones basadas en el peso, la edad y los ingresos varían en dependencia del grupo étnico. Las mujeres negras sufren mayor discriminidad por tema del peso y por su color de piel; las mujeres hispanas sufren mayor discriminación por la edad; y las mujeres de otros grupos multirraciales sufren más discriminidad por la edad y la diferencia de opinión sobre los cuidados que tienen sobre sí mismas y sus bebés.
Entre las experiencia de maltratado se encuentra que las son mujeres son ignoradas por el personal medico, o sus solicitudes de ayuda son rechazadas o no respondidas; son gritadas o regañadas; se vulnera su intimidad física; y son amenazadas con la suspensión de tratamientos médicos o son obligadas a aceptar tratamientos médicos que no querían.
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El estudio también encontró que el 45 por ciento de las mujeres decidieron abstenerse a realizar preguntas y hablar sobre preocupaciones de su salud durante las atenciones médicas de maternidad. Entre las razones están que las mujeres no se sienten seguras, no quieren que el personal médica las considere «problemáticas», el personal médico parecía apurado durante las atenciones o sentían vergüenza de hablar sobre el tema.
“La comunicación eficaz entre los proveedores de atención médica y los pacientes puede generar confianza y contribuir a la atención de alta calidad. Es importante que las pacientes se sientan cómodas hablando de sus preocupaciones de salud con sus proveedores, lo que podría llevar a un tratamiento más acertado y oportuno de las complicaciones relacionadas con el embarazo”, indica CD.
La investigación surge porque la tasa de mortalidad materna aumentó en Estados Unidos de 17.4 a 32.9 por 100,000 nacidos vivos entre los años 2018 y 2021. Y se estima que el 80 por ciento de las muertes relacionadas con el embarazo son prevenibles, de acuerdo con CDC.
Según la organización, los comités de revisión de mortalidad materna han identificado la discriminación como un factor que contribuye a las muertes relacionadas con el embarazo, de las que son más afectados los grupos minoritarios raciales y étnicos. Pues, las experiencias negativas en materia de atención de maternidad influyen nocivamente en la atención sanitaria.
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Por ejemplo, la discriminación racial está relacionada a atenciones prenatales precarias y de mala calidad que afectan negativamente la salud de las madres y de sus hijos de hijas. “Las experiencias de discriminación racial se asocian con una atención prenatal insuficiente y con no recibir una visita posparto”, señala CDC.
Mientras que las mujeres que se sienten seguras, apoyadas y respetadas tienen más probabilidades de tener experiencias positivas durante el embarazo, lo que se asocia con un menor riesgo de complicaciones durante el embarazo. «Mejorar la atención maternal respetuosa puede mejorar las experiencias de las madres durante el embarazo y la atención del parto», dice la organización.
Debido a eso es necesario realizar una evaluación de las medidas de atención de maternidad respetuosa, el impacto de las intervenciones para mejorar la atención, y la eficacia de las intervenciones de las atenciones en los resultados de salud materna.
La atención de maternidad respetuosa se trata de cuidados proporcionados por el personal de salud a todas las mujeres de una manera que mantengan su dignidad, privacidad y confidencialidad, garantiza la libertad contra daños y malos tratos, y permite la elección informada y el apoyo continuo durante y después del embarazo.
“Mejorar la atención respetuosa es un componente importante de las estrategias para reducir las muertes relacionadas con el embarazo”, expresa CD. Por eso es importante mejorar la calidad de las atenciones y capacitar al personal de salud contra la discriminación, estigma y prejuicios inconscientes.
