El Ministerio de Salud (Minsa) ocultó, por tercera ocasión en lo que va de la semana, el reporte sobre la situación de COVID-19 en el país, mientras que la vocera del régimen, Rosario Murillo, este medio día se limitó a informar únicamente sobre la cantidad de llamadas que reciben a la línea 132 que fue habilitada para brindar información sobre la pandemia.
La falta de información sobre el comportamiento de la pandemia en el país, donde según expertos en salud nos encontramos en la fase de contagio comunitario, genera incertidumbre entre a población, pero aun así el régimen no menciona si hay más casos positivos, personas fallecidas o cuál es la situación de los casos que estaban en seguimiento.
Desde el pasado 30 de marzo, cuando el régimen habilitó la línea 132 COVID-19, según Murillo, se recibieron 110 mil llamadas. “Se registraron más de 110 mil llamadas recibidas de nuestro pueblo, así como las que hacemos que son aparte, en seguimiento a hermanos que ingresaron al país, nacionales o de otras nacionalidades, en ese monitoreo constante, de cuidado solidario y responsable”, reiteró la vocera del régimen que tampoco ofrece una explicación sobre las denuncias de casos sospechosos.
“Hay algunos cerebros, deformes, digo yo, enfermos, que quieren encontrar, buscan afanosamente qué encontrar, o inventan, para precisamente calumniar, desamar, no se dan cuenta, digo yo, esas personas que no son de bien, cómo desaman a un pueblo entero, cómo calumnian a un pueblo entero”, mencionó Murillo en alusión a los críticos de la gestión sanitaria del régimen.
Según Murillo en promedio, cada día, se recibieron 3 mil 500 llamadas a esa línea que fue habilitada. “El que tenga ojos para oír, sobre todo ojos y corazón honesto, sano, que vea, que oiga, que entienda, porque esto no es maldad como las maldades que conocemos, esto es trabajo”, fustigó Murillo.
Las visitas casa a casa
La vocera del régimen, que se declaró en “campaña permanente por la salud y la vida”, detalló que en el cuarto ciclo de visitas “casa a casa” se ha brindado información en 95 mil viviendas. Desde el pasado 21 de marzo, cuando se anunció el plan para empezar a concientizar a la población sobre la pandemia, según Murillo, se realizaron 4 millones 200 mil visitas en los primeros tres ciclos.
En su última nota de prensa, el pasado 5 de mayo, el Minsa señaló que tenían confirmado “4 personas con COVID-19, dos delicados y atendidos y dos delicados, pero estables”. Pese a las denuncias de expertos en salud, el secretario general del Minsa, Carlos Sáenz, insistió en su última aparición que en Nicaragua “no tenemos transmisión local comunitaria”.
El régimen, que no declaró autocuarentena desde el primer caso para evitar contagios y que no suspendió clases ni actividades masivas, empezó tardíamente a insistir desde sus instancias sobre las medidas de prevención.
Desde la semana pasada se empezó un proceso de desinfección de mercados, centros escolares y unidades de transporte colectivo, y este miércoles anunció el proceso de teleclases para estudiantes de primaria y secundaria, pero Murillo no confirmó la suspensión de clases presenciales.
“Los centros educativos se están preparando ya para, uno más teleclases, y dos, las videoconferencias”, puntualizó la vocera de la dictadura.