El número de femicidios ocurridos hasta la primera semana de abril es de 17, siendo marzo el más violento para las mujeres, según el último conteo de Católicas por el Derecho a Decidir (CDD), observatorio que documenta las muertes violentas de mujeres, adolescentes y niñas nicaragüenses.
El último femicidio reportado fue el de una adolescente de iniciales Z..E.D asesinada por su pareja de 23 años, quien dejó a un bebé de tres meses en la orfandad.
De acuerdo con el reporte trimestral de CDD, los primeros 16 femicidios ocurridos entre enero y marzo dejaron como saldo 17 niñas, niños y adolescentes en la orfandad. Los principales agresores son las exparejas con siete casos, los desconocidos con cuatro casos y las parejas con tres casos. Y la principal zona del país donde ocurrieron estos femicidios fue en la Costa Caribe con siete casos.
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Siete de los femicidios quedaron en la impunidad, seis se encuentran en procesos judiciales y solo un femicida ha sido sentenciado hasta el momento. Según la organización, esto es una muestra de la falta de institucionalidad del Estado y de la falta de derechos que viven las mujeres día a día, y que se agrava todos los años.
“Nosotras como organizaciones de mujeres hemos venido denunciando año con año la impunidad existente en los casos de femicidio. Los datos del observatorio siempre nos ha arrojado altos niveles de impunidad donde no existe la justicia, y no existen las investigaciones profundas. Al contrario, siempre existen excusas por parte de las autoridades y culpabilizan a las mujeres”, expresa Marta Flores, activista feminista y directora de CDD.
Flores explica que el alto número de casos de impunidad también reflejan la desprotección que viven las mujeres en el país y la falta de compromiso de las autoridades estatales para ejecutar la Ley 779, Ley Integral Contra la Violencia Hacia las Mujeres; y también manda un mensaje a los agresores y femicidas “para que continúen haciendo lo que quieran con la vida de las mujeres”.
El hogar prevalece como el espacio con mayor peligro para las mujeres, pues, nueve femicidios ocurrieron en el ámbito privado y siete en el ámbito público; lo que es una situación preocupante, ya que demuestra la condición de extrema vulnerabilidad en la que se encuentran, según la organización.
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“El observatorio arroja que en el ámbito privado hay mayor inseguridad. Esto es porque dentro del hogar es donde pasan las cosas y pasan todo sinnúmero de violencia contra las mujeres. El ámbito privado se ha manejado desde una cultura patriarcal donde el hombre es el que domina y ordena; y las mujeres les toca vivir en esa relación desigual de poder y en ese ciclo de violencia.
Según el informe de CDD, la vida de las mujeres corre mayor peligro cuando dejan una relación violenta, ya que los principales agresores son las exparejas con siete casos de femicidios.
“Si las mujeres deciden dejar al hombre y a esa relación, están más vulnerables porque ellos no respetan ese no. El no de una mujer puede costarle la vida. Siempre que una mujer no quiere continuar la relación, a los agresores les toca su ego, porque ya no tiene a quien dominaba, a quien tenía sumisa, a quien obedecía. El hombre toma la vida y el cuerpo de las mujeres como propiedad, es decir, que los cuerpos de las mujeres son un campo de batalla”, explla activista.
