El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, vaticinó que Nicaragua se encamina a tener la “peor elección posible», debido a la falta de voluntad mostrada por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo que no adoptó reformas electorales que garanticen transparencia al proceso previsto para el próximo 7 de noviembre.

La reciente elección de magistrados que ocupan el Consejo Supremo Electoral (CSE) y las reformas electorales hechas a la medida del régimen, eliminan las “garantías necesarias y credibilidad” de los comicios de noviembre próximo.

“Claramente dan ventaja absoluta al partido oficial en el control de la administración y justicia electoral, eliminando las garantías necesarias y la credibilidad institucional mínimas para el desarrollo de un proceso electoral libre y justo (…) Nicaragua se encamina a tener la peor elección posible”, apuntó Almagro.

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El pasado 4 de mayo, la Asamblea Nacional aprobó la elección de diez magistrados, siete propietarios y tres suplentes, todos afines al régimen, confirmando en su cargo a Lumberto Campbell, considerado fiel al régimen y sancionado por varios países.

Los legisladores, también aprobaron reformas electorales consideradas “cosméticas”, que le niegan al pueblo de Nicaragua la oportunidad de elegir y apunta hacia las organizaciones políticas para “despojarlas de su personería jurídica”, denunció Almagro.

“Lamentablemente la iniciativa no es más que un cambio cosmético, un cuerpo legal deficiente, detrás de la iniciativa existe un gran intento de consolidar el control total del proceso electoral, mediante la supresión, limitación y restricción de voces disidentes, de posturas contrarias a las defendidas por el Gobierno, opciones electorales que amenacen cualquier cosa que amenace una derrota oficial”, manifestó Almagro.

Régimen acusa a países de injerencia

El embajador del régimen, Luis Ezequiel Alvarado Ramírez, pidió la palabra en reiteradas ocasiones para acusar a la OEA y a las delegaciones diplomáticas de injerencia en los asuntos internos de Nicaragua.

“Declaramos inadmisible cualquier acción que se quiera levantar contra Nicaragua (…) Rechazamos las pretensiones de la OEA en el caso de nicaragua”, manifestó Alvarado Ramírez.

No obstante, Almagro argumentó que la lista de arbitrariedades del régimen, “lamentablemente es muy extensa” y le recordó a Nicaragua que, desde febrero de 2017, la secretaría general de la OEA ha expresado su voluntad de trabajar para lograr unas reformas electorales y un sistema político donde se respeten las libertades.

“El Gobierno firmó sendos acuerdos que fueron incumplidos de forma reiterada (…) Lamentablemente, la respuesta del Gobierno de Nicaragua parece estar orientada a generar condiciones que dificulten superar esta crisis e impedir el restablecimiento de la paz y la democracia”, señaló Almagro.

La Asamblea Nacional juramentó a los magistrados del Consejo Supremo Electoral. Foto tomada de la Asamblea Nacional.

El secretario general de la OEA, que las leyes aprobadas en Nicaragua en el último trimestre de 2020, entre ellas la de Regulación de Agentes Extranjeros, “han contribuido a profundizar el deterioro democrático del país”.

“Estas leyes aumentan más aún el control de la sociedad nicaragüense, y en particular, del proceso electoral por parte del oficialismo tanto desde el punto de vista del grado de injerencia que puede tener en las opciones electorales como por las limitaciones para una observación electoral real por parte de sociedad civil y otros actores”, cuestionó Almagro.

CIDH confirma patrón de impunidad

Durante la sesión ordinaria, en la que fue incluida con carácter de urgencia la situación de Nicaragua a solicitud del mismo Almagro, la presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Antonia Urrejola, confirmó que en el país persiste un clima de completa impunidad.

La CIDH a través del Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (Meseni) verificó 328 asesinatos durante la represión de la Rebelión de Abril, además de 2 mil personas heridas.

“La Comisión Interamericana constató que la crisis de derechos humanos en Nicaragua continúa profundizando, debido a la persistencia de una falta de principios de separación de poderes, la agudización de la represión contra las voces críticas al gobierno y la inexistencia de reformas institucionales que restablezcan el Estado de derecho”, dijo Urrejola durante su intervención.

La presidenta de la CIDH señaló que, en este grave contexto del país, hizo eco de la preocupación de la comunidad internacional respecto a la reciente aprobación de la reforma electoral en Nicaragua, que “mantiene e intensifica el cierre de los espacios democráticos”.

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“Dicha reforma, lejos de ampliar la participación democrática y de asegurar la realización de elecciones libres, justas, competitivas, observadas y legitimas produce, por un lado, cambios meramente formales en el actual sistema, así como la incorporación sustancial de reglas que restringen la competencia electoral y el ejercicio de los derechos políticos”, lamentó Urrejola.

La sesión ordinaria de la OEA se llevó a cabo en un día crucial para los partidos que llevan la bandera de la oposición en el país, pues hoy se vence el plazo para que puedan inscribir ante el CSE una sola alianza electoral para derrotar al régimen en los comicios del 7 de noviembre.

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