No hubo sorpresas en el acto del 19 de julio realizado por el régimen Ortega-Murillo para celebrarse a sí mismos con el pretexto de un nuevo aniversario de la revolución que derrocó a la dictadura de los Somoza. Además de la movilización de miles de simpatizantes y trabajadores del Estado provenientes de todos los departamentos del país, del nutrido grupo de jóvenes encaramados en la tarima únicamente para la foto y la compañía de algunos sacerdotes herederos de la tradición que dejó instalada el difunto Miguel Obando, todo fue más de los mismo.

___

Este es un espacio del Programa Feminista La Corriente.

+ posts