Este 2023 está lleno de proyectos para “La Baca Loca”, la cantautora feminista, Gaby Baca. Entre todas las metas que tiene planteada está presentar al público su nueva apuesta: Mary Cow y el Stand Rap Comedy. 

Mary Cow es el concepto de la mujer nicaragüense versátil, que hace de todo para mantener a su familia, mientras que el Stan Rap Comedy es hacer comedia a través del rap y la puesta en escena. “Entonces voy haciendo de la Mary Cow y en medio de eso, canto el rap”, explica Baca.

El nombre de Mary Cow viene de su primer nombre y su primer apellido, su otro yo, dice la cantante. “Es que cada vez que estaba en el aeropuerto me llamaban “María Baca” y a mí me parecía graciosísimo por la cara de la gente”, cuenta la artista.

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Baca de 53 años, es multifacética, es cantante, poeta, comediante y sobre todo, activista social. Los temas que aborda en su arte son tan diversos como ella: feminismo, diversidad sexual, ecología y justicia social.

Este año también pretende sacar un disco que rap y un disco que contiene canciones de amor. Si bien ella dice ser “contestataria” y “guerrillera” en su música, uno de sus objetivos es aportar al amor en todas sus formas. 

Gaby Baca interpretando el personaje de Mary Cow. Foto: cortesía.

En este entrevista a La Lupa, Baca cuenta sus próximos proyectos, su mirada sobre el arte y la música, y los retos que enfrentan las artistas mujeres en el país.

“Hay que hacer música que abone”

¿Qué has hecho últimamente? Te he visto mucho en Tik Tok

Pues sí, ideay. Por salud, prix. Decidí hacer contenido en TikTok porque quiero resurgir de las cenizas haciendo Stand Up. “Stand Rap Comedy” le digo yo, porque combino el rap con la comedia. La idea es siempre tratar los temas neurálgicos como la libertad, la diversidad, la ecología y los que siempre me han ocupado, y trasladarlos hacia este concepto del rap, el hip-hop y la comedia responsable.

Cuando te digo responsable es que no aporta ni al clasismo, el racismo, ni al machismo. Siento que se puso de moda el stand-up, pero con una carga balurde y con mucha ironía. Ese humor no aporta. Entonces saco el humor político porque no podemos seguir reforzando esas cosas que queremos que evolucionen.

Regresar a Nicaragua implica un reto artístico porque da la impresión que estoy parqueada, más no es así. Vengo con este nuevo personaje “Mary Cow”, su concepto es mostrar que las mujeres nicas tenemos versatilidad y que para ganarnos la vida hacemos cien y un trabajos.

Cada uno de esos trabajos es un personaje, cada uno de esos personajes trae una moraleja y en medio de la historia voy cantando el rap. Es poderoso y empoderador para hombres, mujeres, niños, niñas y gente mayor. Mary Cow es la presidenta del staff enviándonos mensajes positivos, y el staff son todos esos personajes que circundan mi supervivencia humana y artística.

¿Cómo es recibido por la gente el Stand Rap Comedy?

Justamente ese es el reto porque no me he podido presentar oficialmente. No he podido compartir lo suficiente este nuevo concepto. Tuve una presentación hace poco en la Tortuga Murruca. Me pasé más de una hora y a la gente le encantó ¡A mí me pareció demasiado, muy largo! Pero la gente se lo gozó y la pasó muy bien.

Lo disfrutamos mucho todas las personas que estábamos ahí. Hasta después me di cuenta que me había tardado tanto y me pareció hermoso que el público lo respetara.

Gaby Baca
Foto: Cortesía.

¿Qué otros planes tenés para este año?

Pretendo que este año sea sumamente productivo. Tengo en ciernes un disco de rap con todos estos temas que hablamos. Tengo varias producciones de rap y varias que me quedan por hacer.

También también tengo en ciernes un disco un disco que son puras canciones de amor. Yo sé que soy asumida como una persona contestataria, pero también quisiera abonar a la equidad, al amor sororo, el amor en todos sus sentidos y poder compartir esa faceta mía, que son mis canciones de amor.

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Estoy haciendo un libro autobiográfico. Espero que en este año pueda terminar ese proyecto. Estoy apoyada por personas maravillosas. También encontrando el camino para lograr llegar a esa meta, pero que no sea el camino comercial, sino un camino más honesto. Es una trocha, es pequeña, pero está ahí en la naturaleza. Por eso valoro seguir siendo la guerrillera musical underground.

Próximamente voy a asesorarme para poder hacer “en vivos” con mejor sonido. Es mejor que se escuche bien. No hay que perder el ímpetu, y no dejarnos robar la alegría y la fuerza que las mujeres de este país hemos demostrado que tenemos.

¿Cómo tenés planeado hacer esa producción?

En eso estoy porque también estoy viendo si consolido una gira, pero todavía no puedo entrar en detalles. Si esa gira se concreta, tengo la oportunidad de encontrar un estudio. Tengo mi estudio de siempre, pero estoy buscando otros rumbos.

Sobre todo en el rap estoy pensando buscar a uno de esos chavalos y chavalas que son fieras, y que tienen su computadora en su casa arman y desarman. Me gusta mucho la idea de juntarme con gente joven para hacer cosas. Me recarga, me llena de energía y de buenas ideas. Quiero producir aquí, veremos si encuentro dónde. También tengo que ver el presupuesto, que es la parte más peluda del asunto.

¿Cómo cerraste el año pasado?

El 2022 creo que lo cerré sintiendo esta nueva energía que definitivamente nos tiene que cubrir, es la energía del renacimiento. La natividad para mí es una época de gratitud y cero comercio. Sentí que el 2022, a pesar de las dificultades y todo lo fuerte que estamos viviendo, recibí muchas ofrendas, regalos, amor y apoyo de bastante personas.

Además esas cosas van aportando a mi crecimiento, no solo espiritual, sino como comunicadora, cantora, embajadora de las muchas luchas que nos ocupan a las feministas. Esa fuerza es la que me inspira a empezar este año apostando siempre a la alegría, la rebeldía, la luz y el camino que nos lleve a la libertad.

El cierre del año pasado me hace sentir más apropiada de mis libertades, de mi posibilidad de ser la presidenta de mi vida y poder compartir ese sentimiento con otras personas. También tuve este anhelo  de ver a nuestra madre tierra recuperarse. Yo vivo en el campo, las manadas, los animales, los chocoyitos que me vienen a visitar del volcán, son los que me inspiran y por eso sigo defendiendo el derecho de seguir viviendo en mi país.

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Ya tenés 30 años haciendo música ¿Cuáles han sido tus aprendizajes en todo ese tiempo?

He tenido bastante aprendizaje, prix. Aprendí a desafiar todas estas presiones que vivimos las mujeres en el escenario. El hecho de venir y tomar el toro por los cuernos y decir “yo soy la Gaby y como la Gaby me voy a presentar”; negarme a pasar por todas esos mandatos, que si te secas el pelo, te ponés la falda o te haces lo otro, fue empoderador para mí.

También fui evolucionando en mi mensaje. La rabia contestataria ha sido para buscar las cosas que sí queremos, que las que no. Tendemos mucho a quejarnos a nivel general, pero eso refuerza el problema. Mientras fui creciendo me di cuenta que lo más importante es aportar a la evolución y la revolución, para desaprender, que es lo más difícil.

Porque los artistas están acostumbrados al faranduleo, andar de bacanal y se pierde la esencia en el camino. Una vez que pasé por todo eso, después de caer en lo más oscuro, salí a la luz con Chocoyitos, que es el disco que más quiero. Hubo un primer disco que se llamó Grandes Éxitos, pero donde sentí que soy yo es en Chocoyitos en adelante.

El proceso y la madurez nos pasa a todos, todas y todes. No es lo mismo cuando andás en la chavalada que cuando ya sentís el mensaje, aunque en realidad, yo siempre tuve mi mensaje. Salir del consumo, de la violencia y de varias cosas que tenemos que superar, fue importante para mí.

¿Qué retos siguen enfrentando las mujeres de la diversidad sexual en el arte y la industria musical?

Es un reto enorme porque a pesar que se ha trabajado y se ha logrado hablar de eso, en Nicaragua quedamos detenidos con la temática LGTB. Cuando se empezaron a hacer celebraciones del día del orgullo, éramos 15 personas saltando en una rotonda, y luego tuvimos una evolución tan hermosa que ya no alcanzaba la calle para tanta gente ¡Y qué alegrísimo!

Foto: cortesía.

Sin embargo, toda esa temática se nos quedó estancada. Es un gran reto porque debemos recuperar esas libertad que ya habíamos trabajado. Evolucionar es necesario, por eso me puse a crear esta nueva versión de Mary Cow para poder abordar toda esa temática necesaria, porque es ahí que podemos seguir incidiendo.

Las mujeres la pasamos bien tremendo, porque incluso dentro de los círculos artístico creen que te deben pagar barato, solo porque tenés un posicionamiento político. Muchas veces me pasó que cuando hay presupuesto llaman a otras cantautoras reconocidas y cuando no hay dinero dicen “ah bueno, llamemos a la Gaby”. Los derechos de una, son los derechos de todas y esa es una cultura por conquistar.

Hasta la fecha las mujeres también tienen que pasar por todas exigencias sociales cuando cantan en festivales, exigencias de vestuario, la ropa y los zapatos. Yo, orgullosamente llegué siempre a romper esos esquemas. Si hay que llegar elegante, llego elegante pero a mí estilo. “Alisate los colochos”, ¡Jamás! Es importante vencer eso.

También es importante abonar a la diversidad real, porque no es justo que las personas que nos dedicamos al arte con fines de aportar a la cultura, casi no tengamos apoyo.

Ojalá en este país nos logremos liberar del machismo, el acoso, la desidia hacia la madre tierra y empezar de nuevo. Necesitamos desesperadamente la equidad para poder seguir adelante.

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