Un grupo de más de 200 nicas exiliados en Panamá, que conforman la Coalición de Movimientos Nicaragüenses Exiliados en Panamá, denunciaron que se sienten desprotegidos frente a la pandemia del COVID-19, pues las autoridades panameñas solo han indicado medidas para los ciudadanos y residentes extranjeros, pero se excluye a los solicitantes de refugio en los planes de mitigación a los efectos negativos que ha dejado y seguirá dejando el coronavirus.

«Las medidas que se están implementando solo han sido anunciadas para los panameños, no se ha indicado todavía si se va a ayudar a residentes o los que son solicitantes de refugio. No se ha mencionado si quiera a los exiliados que están en situación de vulnerabilidad y riesgo. No hay ninguna respuesta. Hace una semana inició la entrega de ayuda humanitaria, pero solo a los ciudadanos panameños», dijo Daniel Cruz, un nica solicitante de refugio en Panamá.

Freddy Navas, hijo del líder campesino Freddy Navas López, desde julio de 2018 tuvo que salir de Nicaragua, primero con rumbo a Costa Rica, pero al ser perseguido hasta territorio costarricense, decidió moverse junto a sus otros dos hermanos hasta Panamá.

Navas asegura que todo este tiempo en el exilio ha sido difícil, pues no se les da un permiso para trabajar y tienen que ganarse la vida en trabajos informales mal pagados reparando aires acondicionados.

El hijo del líder campesino se ganaba la vida como contador en Nicaragua, pero haber participado activamente, al igual que su padre, en las protestas lo hizo blanco de persecución gubernamental y tuvo que huir del país.

Ahora, con la pandemia que agobia al mundo y deja más de 600 mil casos de contagio de COVID-19, Navas afirma que se sienten más abandonados que nunca. En toda una semana, según relató el hijo del líder campesino, no han podido conseguir un solo trabajo.

«Ahorita nosotros tenemos para comer un mes porque hemos venido recogiendo, pero luego de eso no sabemos qué vamos a hacer mis hermanos y yo porque no hemos podido trabajar. Antes, de la crisis de la pandemia, teníamos entre dos y cuatro trabajitos a la semana, pero ahora tenemos más de una semana sin conseguir nada», apuntó Navas.

La petición de Navas y las más de 200 familias que integran la Coalición de Movimientos Nicaragüenses Exiliados en Panamá es que la comunidad internacional presione al Gobierno de Panamá o lo apoye para que puedan entregar los vales para las familias exiliadas que ahora se han quedado sin trabajo por el COVID-19, que no pidan cédulas y permitan la entrega de los papeles de solicitantes de refugio.

EL PLAN SOLIDARIO

Con el objetivo de garantizar la tranquilidad social y cubrir las necesidades básicas de la población panameña, afectada por el impacto económico ocasionado por la pandemia del nuevo coronavirus, el Gobierno Nacional pondrá en marcha, la próxima semana, el plan “Panamá Solidario”, el cual contará con una partida inicial de 50 millones de dólares.

La iniciativa del Gobierno de Panamá, según lo expuesto en la página oficial de la presidencia, «busca mitigar el impacto de la pandemia y garantizar que los panameños afectados por la crisis sanitaria puedan obtener productos de primera necesidad».

El plan “Panamá Solidario” se espera, según la publicación, será entregado en vales «para trabajadores informales afectados por la crisis derivada del nuevo coronavirus» y para las persona que hayan perdido su empleo o sus actividades hayan sido suspendidas producto de la pandemia.

Las persona que podrán obtener dichos vales, según las autoridades panameñas, necesitarán presentar su cédula de ciudadano o residente de Panamá, por lo que los nicas con carnet de solicitante de refugio estarían excluidos del beneficio.

El plan de entrega de vales se conoce que inició la semana pasada. Hasta el 30 de marzo, según el reporte del Ministerio de Salud de Panamá, los contagios de COVID-19 suman 1,075 casos, 26 defunciones y 9 recuperaciones.

INCLUSIÓN

Cruz informó a La Lupa que única solicitud es ser tomados en cuenta en los planes de Gobierno, ya que su situación es más vulnerable por su inestabilidad migratoria y laboral.

«Solo se le entrega a los nacionales y los exiliados también estamos siendo golpeados por esta pandemia. No nos está tomando en cuenta a todos los que hemos solicitado refugio y tenemos un carnet de solicitante. La atención de salud es cara y lenta, no tenemos para pagar y con esta pandemia todo es peor. Además, de los más de 200 que conformamos la Coalición hay un 30 por ciento que está en edades de riesgo y tienen enfermedades crónicas, son más vulnerables ante el COVID-19″, lamentó Cruz.

El manifestante exiliado aseguró que los nicas que son solicitantes, por lo menos el 30 por ciento que está agremiado en la Coalición de Movimientos Nicaragüenses Exiliados que conformaron en Panamá, tiene enfermedades cardíacas, diabetes y epilepsia.

Juan Valdivia, coordinador de la Coalición, llamó a todas las organizaciones internacionales a que los ayuden a hacerle frente a las problemas que están pasando los exiliados nicas frente al COVID-19.

Asimismo, apuntó que como exiliados organizados están tomando medidas solidarias entre todos, para hacer frente al desempleo y escasez generada por el coronavirus, recogiendo con lo poco que tienen y les donan para hacer paquetes. Cabe mencionar que, hasta la fecha indicaron han entregado más de 50 paquetes con víveres y jabón.

Los exiliados también aprovecharon también el espacio para pedir a la población que desee colaborar que se acerquen a su página de Facebook: @NICAPANA507

Foto principal: Tomada de Internet.

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La Lupa Nicaragua