En los últimos seis meses la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo intensificó su política de aislamiento internacional al retirarse sistemáticamente y de forma unilateral de múltiples organismos multilaterales vinculados a la Organización de Naciones Unidas (ONU), acusándolos de “desestabilización”, “injerencismo” y de emitir “publicaciones sesgadas y parcializadas”. 

Los argumentos del régimen orteguista para justificar su retiro de múltiples agencias de Naciones Unidas —ocurridas en los últimos meses— obedecen a una estrategia calculada en respuesta a informes y reconocimientos internacionales que denuncian violaciones a derechos humanos, represión a la libertad de prensa y crisis migratorias que considera como amenazas a su narrativa oficial y control autoritario.

“Ortega y Murillo no quieren testigos, lo que equivale a hacer de Nicaragua un lugar donde solo existe una única versión de los hechos, la oficial”, señala el diario El País en un editorial publicado el 19 de junio de 2025. 

La Lupa enlista los organismos con los que el régimen rompió y las razones que hay detrás de cada decisión.  

4 de febrero de 2025: Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)

Tras la publicación del informe, en julio de 2024, titulado El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2024, el régimen acusó a esta organización de tener una “tendencia injerencista” por los datos que ubican a Nicaragua entre los países con mayor hambre en Centroamérica. 

Posteriormente, en enero de 2025, la FAO en su informe Panorama Regional de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición 2024, confirmó que 20 de cada 100 nicaragüenses padecen hambre. 

Pero, a eso el régimen dijo que era “inaceptable, inadmisible e irrespetuosa” la actitud de la FAO, por lo que ordenó el cierre de su representación y oficinas en Nicaragua. 

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27 de febrero de 2025: Consejo de Derechos Humanos

Su retirada ocurrió tras la publicación del informe del Grupo de Expertos en Derechos Humanos de la ONU sobre Nicaragua (GHREN), que confirma la participación activa del Ejército en la represión de 2018, que dejó al menos 355 personas asesinadas, más de dos mil heridos y otros miles de exiliados. 

Rosario Murillo acusó al Consejo de Derechos Humanos de ser una “caja de resonancia de quienes atentaron contra la paz y la tranquilidad” en Nicaragua. 

En la misiva extendida, el régimen señala que se trata de una “decisión soberana e irrevocable de retirarnos del Consejo de Derecho Humanos y de toda actividad relacionada con este Consejo y todos sus mecanismos satélites”. 

28 de febrero de 2025: Organización Internacional del Trabajo (OIT) 

La dictadura acusó a ambos organismos de que no “cumplen con la misión para la que fueron creados”. La ruptura se dio en medio de una queja contra el país en la que se acusa al régimen de romper cuatro convenios internacionales por la represión ejercida al sector privado de Nicaragua. 

La OIT activó una “Comisión de Encuesta”, —mecanismo de más alto nivel del organismo internacional que se activa cuando un Estado miembro es acusado de violaciones graves y persistentes a los convenios internacionales laborales y se niega reiteradamente a resolverlos—, el cual investigará la situación de los derechos laborales bajo el régimen de Ortega y Murillo.

28 de febrero de 2025: Organización Internacional para las Migraciones (OIM)

En el caso de la OMI, según el régimen, esta organización “carece de visión y acciones para el abordaje serio de las causas estructurales de la migración, utilizando un doble rasero en el tratamiento de los Estados”. 

Justificaron su salida del organismo internacional argumentando que, aunque fue creado para promover la cooperación en temas migratorios respetando la soberanía estatal, actualmente carece de visión y acciones efectivas para abordar las causas estructurales de la migración.  

4 de mayo de 2025: Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco)

Después de que esta organización otorgó el Premio Mundial a la Libertad de Prensa UNESCO/Guillermo Cano 2025 al diario La Prensa de Nicaragua, que opera desde el exilio tras la confiscación de sus bienes y el encarcelamiento de sus dirigentes por parte del régimen, el régimen anunció su salida. 

En una comunicación titulada Golpe a la Unesco, la dictadura calificó de “inaceptable e inadmisible” la decisión de la Unesco y sostuvo que esta organización actuó en contra del Estado nicaragüense, al “conceder un inmerecido reconocimiento al diario La Prensa; lo que condenamos y rechazamos de la manera más enérgica”. 

12 de junio de 2025: Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur)

El régimen se retiró de ACNUR argumentando que las opiniones de la agencia sobre el país eran “sesgadas y parcializadas”. 

En una carta dirigida al alto comisionado Filippo Grandi, el régimen comunicó su decisión irrevocable, acusando a la organización de ser un “instrumento de manipulación, de doble rasero y de injerencia en los asuntos internos de los Estados”. 

Analistas han dicho que estas rupturas revelan una estrategia deliberada del régimen para evitar cualquier forma de supervisión internacional.

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La Lupa Nicaragua