El Gobierno de Estados Unidos pidió este sábado al régimen de Daniel Ortega iniciar «inmediatamente» una transición democrática en su país,ncuando se cumplen dos años del inicio de la llamada «Rebelión de Abril» que pide un cambio en Nicaragua y justicia para las al menos 328 personas asesinadas durante las protestas.

«Exhortamos al presidente Ortega y a la vicepresidenta (Rosario) Murillo a iniciar inmediatamente una transición democrática, incluida la restauración de las garantías de derechos humanos y elecciones libres y justas para proporcionar salud, prosperidad y libertad a Nicaragua», señala un comunicado del secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo.

Ortega no cumple

El jefe de la diplomacia estadounidense recordó que Ortega abandonó el diálogo nacional con la oposición nicaragüense y que hasta la fecha no ha cumplido con los términos con los que sus representantes estuvieron de acuerdo en marzo de 2019 como:  la liberación de todos los presos políticos, pues aún permanecen al menos 73 nicaragüenses en las cárcelas. Tampoco ha cumplido con la restauración de las libertades civiles ni ha promovido  una reforma electoral significativa.

«Hace dos años, la gente de #Nicaragua se levantó pacíficamente para pedir un cambio. Desafortunadamente, sus llamados a la libertad y la transparencia fueron respondidos solo con balas», escribió Pompeo en su cuenta de Twitter. 

Además en el documento divulgado este 18 de abril denunció que tanto la Policía Nacional como grupos de parapolicías siguen propagando el miedo a través de la intimidación y la violencia contra activistas y críticos, al tiempo que los ataques contra la prensa continúan.

Ortega expuesto por COVID-19

El secretario de Estado de Estados Unidos afirmó que la pandemia del COVID-19 «ilustra la mala gestión de Ortega y Murillo una vez más».

En ese sentido, criticó la falta de liderazgo por parte del gobernante y el «desprecio» de su Gobierno «por el bienestar de su gente al evitar las medidas públicas necesarias para contener COVID-19».

De acuerdo a Pompeo, mientras que en el resto del mundo cancela grandes reuniones y eventos, suspende la actividad económica no esencial y adopta medidas de distanciamiento social, el Gobierno de Ortega y Murillo «se niega incluso a reconocer el peligro de esta pandemia mortal».

En Nicaragua, hasta la fecha se contabilizan nueve casos de COVID-19 y dos fallecidos, según al Ministerio de Salud (Minsa).

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