Impunidad: La norma en casos de violencia sexual en Nicaragua
Un rastro de sangre a la orilla del río ayudó a guiar a la madre hasta los cuerpos de sus hijas. El presentimiento de...
Un rastro de sangre a la orilla del río ayudó a guiar a la madre hasta los cuerpos de sus hijas. El presentimiento de...
«Ahora cómo le voy a ver la cara a mis compañeros de trabajo, que no se la hayan mandado a mi papa, ¡por favor!,...
*Este texto es parte de la investigación colaborativa: Violencia contra las mujeres: La pandemia invisible El 18 de marzo de 2020 se oficializó en Nicaragua...
Muchas mujeres han padecido al régimen dictatorial de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Han sido perseguidas, encarceladas, asediadas e intimidades, pero nada las ha...
La Asamblea Nacional en Nicaragua está conformada por un grupo de políticos electos dedocráticamente a lo interno de sus partidos para gozar de grandes privilegios mientras 'apretan un botón'. Tienen años en sus puestos, han sido suplentes, han repetido periodos, se ausentan de las sesiones, ostentan otros cargos públicos, y más del 50 por ciento tiene la edad suficiente para estar realizando su tramite de jubilación.
Todos los gobiernos han recurridos a las creencias religiosas para ganar simpatizantes, coinciden sociólogas, analistas políticos, teólogas y sacerdotes, sin embargo resaltan que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, más allá de repartir los recursos del Estado para "comprar conciencias", se ha caracterizado por la utilización discursiva de las creencias y símbolos religiosos hasta mostrarse como unos "grandes conversos".
El reverendo Neftalí Cortez es el primero de una lista de pastores y autoproclamados pastores, que durante 12 años del régimen de Daniel Ortega, han expresado públicamente su respaldo. Este hecho les valió que el pasado 29 de septiembre de 2019, la Asamblea Nacional y la Cancillería de la República, les entregara placas de reconocimiento "por sus aportes para alcanzar la paz", según una nota publicada en el oficialista El 19 Digital.
Una calculada estrategia que incluye aportes del Estado por casi veinte millones de dólares a parroquias, templos, organizaciones y una universidad privada fundada por un jerarca católico entre 2007 y 2018, legalizaciones de terrenos y la aprobación de nuevas fundaciones evangélicas forman parte de la fórmula que ha ayudado al gobierno de Daniel Ortega a crear respaldos en influyentes líderes religiosos.