El Mercado Oriental, el monstruo del comercio en Nicaragua parece acatarrado. Cientos de tramos han cerrado como prevención ante el covid-19, pero otros cientos siguen abiertos, en espera de compradores. Los vendedores tratan de seguir su jornada ataviados con mascarillas, como si fuesen escudos protectores ante un virus que ha paralizado la economía mundial, y que ahora amenaza la de ellos, pero siguen resistiendo. No se sabe hasta cuándo. Las estimaciones con base al comportamiento del virus en el mundo podrían indicar que un brote de covid-19 es inminente en Nicaragua y se prevé para abril, explicó el infectólogo, Carlos Quant Durán.

El régimen orteguista ha confirmado cuatro casos de coronavirus, uno de los contagiados, falleció este jueves. Los últimos dos infectados provienen de Estados Unidos. Esos casos “importados” muestran que el país todavía está en un escenario inicial, sin contagios comunitarios, aunque la probabilidad de esto último tampoco se debe descartar, indica el especialista.

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El Mercado Oriental se ha quedado casi vacío los últimos días, por el coronavirus.

Ante esta fase del contagio, el infectólogo explica la necesidad de tomar medidas enérgicas: distanciamiento social, evitar reuniones, suprimir marchas que implican un alto factor de riesgo, cerrar escuelas, centros recreativos, entre otros, porque esto ayuda a que el virus no se transmita de forma rápida y sostenida, pero aclara que esto no evitará la infección, pero si la ralentizará.

El protocolo del Ministerio de Salud (Minsa) proyecta 32, 500 afectados durante seis meses por el covid-19, pero tomando en consideración el incremento de casos en países como Estados Unidos, que llegó a superar a China, con más de cien mil contagios, el especialista explica que si se considera una tasa de infección de un 30 por ciento, y con más de seis millones de habitantes en el país, los afectados serían 1.9 millones, de estos, el 80 por ciento tendrían un cuadro “catarral”. No obstante, si se toma en consideración lo que pasó en China, un 15 por ciento tendrá una infección grave y un 5 por ciento deberá estar en la Unidad de Cuidados Intensivos.

Dichos números son aproximaciones generales con base a diferentes modelos. La curva del virus va aceleradamente creciendo hacia arriba, de tal forma que si no se toman previsiones, va a ser muy difícil parar el contagio, y va a haber repercusiones muy grandes respeto a la mortalidad debido a la debilidad del sistema de salud, que no va a ser capaz de absorber la cantidad de enfermos graves, advierte el especialista.

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Pero el llamado que hace Quant Durán pareciera no tener receptores en el Ejecutivo, que sigue sin frenar la llegada de extranjeros, pese a que varias aerolíneas han suspendido sus funciones por la pandemia. El régimen asegura que dan seguimiento a 14 personas, contactos de los casos confirmados, pero el médico infectólogo sostiene que “está –el gobierno-muy relajado en el sentido de esperar, parece ser, a que ya tengamos alguna especie de transmisión comunitaria para comenzar a adoptar medidas (…)”, expresa.

Los consejos del médico podrían ser un poco difíciles de seguir para los comerciantes del Oriental, que no pueden quedarse en casa, y pese a que este centro de compras no está en sus mejores tiempos, deben vender lo poco que tienen. Ajeno a la rutina de los comerciantes, el virus sigue su camino, y el pico de contagio se estima que se alcance en unas semanas, tomando en cuenta que el período de incubación se calcula en 14 días, y en Nicaragua, desde que se confirmó el primer caso de SARS-Cov-2, el 18 de marzo, han transcurrido once. 

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Aunque las voces de diversos especialistas han llamado a evitar las aglomeraciones no hay una orden gubernamental que obligue a que todo el sistema se active en torno a la pandemia para cortar los contagios, y a la vez, proteger a los más vulnerables económicamente. “Como podemos ver lo que se hace es tratar de normalizar más bien la situación, como pues, que esto no va a suceder, que es una enfermedad común, que no nos va a golpear, y que vamos a ser capaces de controlarla, y eso pues parece ser, realmente, muy alejado de la realidad a mi parecer”, reflexiona el médico.

Una gran parte de la población se ha protegido en sus casas, trabajan desde sus hogares, pero otro gran grupo sigue en las calles, como en el Oriental. De acuerdo con el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) en Centroamérica hay más de 1,200 casos reportados de covid-19 y hasta el jueves 26 de marzo habían fallecido 21 personas.

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La Lupa Nicaragua