En los últimos cinco días, Nicaragua registró agresiones contra 70 mujeres activistas y defensoras de derechos humanos, entre ellas dos mujeres trans y dos mujeres embarazadas, según denuncia de la Iniciativa Nicaragüense de Defensoras de Derechos Humanos (IM-Defensoras).

Las agresiones ocurrieron en el contexto cuando los nicaragüenses  rememoran el segundo aniversario de la denominada “Rebelión de Abril”, denunció el organismo defensor de los derechos humanos.

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“Condenamos todos estos hechos y exigimos el cese inmediato de la violencia policial y paramilitar en contra de activistas, personas presas políticas excarceladas, periodistas, defensoras de derechos humanos y población en general”, señala el organismo defensor de derechos humanos.

IM-Defensoras denunció que “lejos de cesar, la campaña de represión y hostigamiento contra activistas, periodistas y defensoras”, en los últimos días se ha recrudecido.

“Las agresiones, que incluyen insultos y amenazas de tipo sexual, se han dirigido especialmente contra personas presas políticas excarceladas y sus familias, así como contra madres de personas presas políticas y asesinadas en abril de 2018”, señala IM-Defensoras.

Patrón constante de agresiones

Desde el sábado 18 de abril, las agresiones fueron un patrón constante en diversos puntos del país. Para IM-Defensoras el caso en particular de lo ocurrido en la Isla de Ometepe reviste “especial gravedad”, pues en ese lugar se detuvo a Leyla Mora, quien se encuentra con cuatro meses de gestación.

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“La policía reprimió y detuvo a diversas personas que estaban instalando banderas azul y blanco en postes de electricidad, tras lo cual se inició una oleada de protestas y represión que esta mañana (de lunes) se ha recrudecido con el uso por parte de la policía de armas de fuego y gases lacrimógenos contra la población”, alertó IM-Defensoras.

Atentan contra la vida

IM-Defensoras también denunció el trato cruel e inhumano al que es sometida en la cárcel la presa política María Esperanza Sánchez, quien este lunes fue llevada a juicio por “delitos fabricados de tráfico de drogas”.

Se conoció que la activista de derechos humanos que se encuentra detenida tiene su “salud precaria y en la cárcel ha sufrido torturas”, denunció este organismo.

Sánchez, quien es miembro del Movimiento Cívico 19 de Abril de Matagalpa, el pasado 24 de marzo sufrió un ataque de asma y una crisis de presión alta.

A la activista, que se encuentra detenida en la cárcel de mujeres “La Esperanza”, agregó IM-Defensoras,  se le ha “negado reiteradamente el derecho a recibir atención adecuada y medicamentos”. Siendo ella una paciente de alto riesgo ante el COVID-19 tampoco se le permite adoptar medidas de protección o medidas de seguridad frente a la pandemia.

“Por presión de las otras reclusas, la activista fue llevada a valoración y diagnosticada con bronquitis”, según conoció IM-Defensoras. 

La activista, que fue detenida en enero de este año, padece hipertensión arterial y asma cardíaca,  así como problemas de coagulación debido a una trombosis coronaria que sufrió hace años. Sánchez había participado del activismo cívico desde abril de 2018, cuando estalló la crisis sociopolítica que sigue vigente en el país.

IM-Defensoras espera que la comunidad internacional y a organismos oficiales de derechos humanos reaccionen de “manera rotunda” ante estos graves hechos.

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