Connectas en alianza con diez medios de comunicación nicaragüenses, entre ellos La Lupa, lanza «Voces de la tragedia educativa en Nicaragua» un especial multimedia que narra a través de 30 voces, la escalada represiva que han sufrido las universidades desde 2018.

En este especial, el estudiantado, personal docente, directivos/as, ex-funcionarios/as y personas expertas en educación cuentan desde su propia experiencia la represión, expulsión, despido y exilio que han atravesado por denunciar las violaciones a los derechos humanos que ha cometido el régimen Ortega-Murillo desde hace cuatro años.

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Las voces expresan que el levantamiento cívico comenzó en las universidades y se extendió a las calles rápidamente, esto hizo que quienes participaron en la toma de los recintos, en protestas cívicas o en la denuncia de los crímenes cometidos por el régimen en el marco de las protestas, fueran perseguidos, encarcelados y torturados; así como también se les negó el derecho a la educación y al trabajo.

“A mí hasta el día de hoy no me dieron ninguna razón del por qué me expulsaron. Simplemente el guarda de seguridad me notificó que no podía entrar a la universidad. Lo único que tengo es mi carnet de estudiante de la universidad, algunas fotos dentro del recinto, fotografías de exámenes y de clases, pero motivos directos jamás me dieron”, relata Andrés Marenco, estudiante expulsado de la Universidad Nacional de Ingeniería en Chontales y actualmente exiliado debido a la persecución política.

Por su parte, el testimonio de Jonathan López, un estudiante expulsado de la Universidad Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua) y exreo político, refleja que el Frente Sandinista utilizaba históricamente a las personas universitarias “como una medalla” para proporcionarle legitimidad al partido, pero al ver la capacidad de movilización que tuvieron las y los estudiantes en 2018, surgió la necesidad de erradicar cualquier intento de levantamiento.

48 relatos contados en primera persona

A través de 48 «stories», los protagonistas de la educación superior responden una serie de preguntas que reflejan el derrumbe de la educación en los recintos, el desmantelamiento de la autonomía universitaria, el ambiente que se vive actualmente en las universidades, así como el éxodo que han sufrido estudiantes y docentes.

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“El exilio es un claro reflejo de la gravedad de la crisis sociopolítica en la que nos encontramos. Particularmente en el caso del estudiantado, esto ha dado paso a aumentar el fenómeno de fugas de cerebro, donde muchas personas capaces, talentosas, con grandes ideas para reconstruir este país están huyendo del mismo, debido a la persecución política, el encarcelamiento, la inseguridad en las calles, la crisis económica y también la incertidumbre de sus propios futuros académicos y laborales”, señala Thais Xiu, activista estudiantil.

También expone que ante el exilio del personal docente, las autoridades universitarias los han reemplazado con personas que no están capacitadas académicamente y que no tienen la misma calidad de enseñanza, por el contrario, están siendo sustituidas por personas afines al régimen, cuyo único objetivo es adoctrinar a las y los estudiantes y al mismo tiempo vigilarlos.

Lua López, estudiante de la Universidad Nacional Politécnica (UNP), anteriormente Universidad Politécnica de Nicaragua (UPOLI) antes de ser eliminada por el régimen, cuenta que el ambiente dentro de los recintos es de mucha inseguridad para las y los estudiantes. Pues, además del despido masivo de docentes y expulsión de estudiantes, el régimen Ortega-Murillo canceló la personería jurídica de 18 universidades privadas, las confiscó y cambió sus administraciones en febrero de este año.

“Ahora que las universidades pasan a ser estatales o públicas, en mi caso personal, he bajado un montón el rendimiento académico. Obviamente ya no es lo mismo, ni siquiera la administración de las universidades es la misma y hay despidos de maestros que eran académicos excelentes”, expresa.

Mientras que las y los estudiantes de la Universidad Centroamericana (UCA) también se han visto afectados con las medidas del régimen, pues el Consejo Nacional de Universidades expulsó a la UCA del CNU, suspendiendo definitivamente el 6 por ciento del presupuesto estatal que se asigna a la Educación Superior; por lo que muchos han perdido sus becas o se las han reducido.

“Voces de la tragedia educativa en Nicaragua” recoge todas estas historias en su micrositio web, el cual se puede consultar en el siguiente link: https://www.connectas.org/especiales/voces-de-nicaragua/

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