Con demandas y acusaciones “sin sentido” los negociadores del régimen dan largas a la liberación de presos políticos. La Alianza Cívica sospecha que hay divisiones en el orteguismo y buscan ganar tiempo para definir su estrategia.
Las trabas que han conducido a un punto muerto las negociaciones para implementar los acuerdos para la liberación de 232 presos políticos y la restitución de libertades en el país, tienen más tinte de una “cortina de humo” para ocultar posibles divisiones en la cúpula del orteguismo. No tiene otra explicación, dijo Mario Arana al cierre de otro encuentro infructuoso con los negociadores de Daniel Ortega, quienes este lunes, además de insistir en la demanda anticipada de sanciones, desempolvaron la teoría del golpismo para “endosarle” a la Alianza Cívica las graves consecuencias de la crisis.
Arana advirtió sobre una “creciente polarización” en el discurso oficialista, lo cual interpreta como un elemento distractor mientras logran resolver fisuras internas.
No obstante, salió al paso de los ataques contra organización cívica: Las acusaciones dirigidas contra la Alianza Cívica son en realidad producto de la acumulación de once años de agravios que resultaron “en una explosión social que fue reprimida de manera burda de manera desproporcionada y es lo que nos tiene esta profunda crisis económica, política y social, entonces no es asunto de estarle buscando ahorita como endosarle esto a la alianza”, sostuvo.
En tanto, lo fundamental que es la implementación de los acuerdos para la salida de los presos políticos en mayo continúa estancada, criticó Arana.
TRANQUE A LIBERACIONES EN MAYO
El doctor Carlos Tünnerman informó que el orteguismo se resiste a calendarizar la liberación de los presos políticos con apoyo del Comité Internacional de la Cruz Roja y vuelve a escudarse en el plazo de 90 días que finaliza el 18 de junio.
En materia de liberación de presos políticos “no ha habido ningún cumplimiento”, afirmó Tünnerman, al señalar que el régimen hasta ahora ha realizado excarcelaciones unilaterales que no tienen ninguna relación con lo negociado en esta materia.
Implementar la propuesta presentada por los testigos y garantes es algo que debe y puede hacerse en este mismo mes si existiera realmente voluntad, reiteraron los negociadores por la Alianza Cívica al señalar que la facción orteguista tampoco ha llevado a la mesa su propuesta el calendario, ni listas de presos a liberar en el tiempo que resta para el plazo ofrecido.
RÉGIMEN DEBE LEVANTAR SANCIONES AL PUEBLO
Sobre la insistente demanda de gestión anticipada de retiro de sanciones internacionales, la Alianza mantiene que se debe comenzar por levantar las sanciones internas “contra los derechos humanos, contra los presos políticos, contra la institucionalidad democrática y contra la justicia”, que son las que verdaderamente pesan sobre los nicaragüenses.
La posición de los delegados de Ortega en la mesa fue «No avanzaremos en la negociación” en tanto no se ceda a sus demandas, pero no especificaron el alcance de esto: “aparentemente es la negociación de la implementación (de acuerdos), porque aquí no se ha avanzado un ápice en implementar ningún protocolo, en avanzar ninguna de las cuestiones operativas que deberíamos estar trabajando, entonces aquí realmente lo que vemos es que no hay voluntad, hay un juego, la pregunta es por qué es ese juego”, cuestionó Arana.
El doctor Carlos Tünnerman dejó claro ayer que la Alianza no llamará al retiro de sanciones individuales y que un pronunciamiento acerca de las sanciones generales que podrían recaer sobre Nicaragua “no tiene sentido” y «no es oportuno” sin avances en el cumplimiento de acuerdos.
Arana reiteró que si la verdadera preocupación de Daniel Ortega son las sanciones, la mejor vía para frenarlas es acelerando la liberación de presos políticos y garantías ciudadanas, para «quedar trabajando en lo que llamamos ‘rebelde’, o sea aquellos (ciudadanos) que están en casas de seguridad o exiliados, que tienen acusaciones y que también tienen que ser objeto de una liberación”.
POSIBLE DEMANDA CONTRA EE.UU
Mario Arana también reveló que Daniel Ortega podría estar barajando la posibilidad de recurrir al tribunal de La Haya contra el gobierno de Estados Unidos. La sola idea de promover un caso semejante es una “una locura”, valoró el titular de la Alianza Cívica.
“Bueno, es una hipótesis de que supuestamente pudiesen estar tratando de construir un caso ante La Haya y lo que quieren es que haya un pronunciamiento de parte de la Alianza que le ayude supuestamente a presentar el caso, otro absurdo”, expuso Arana citando fuentes en Washington.
Arana explicó que al igual que en los 80 una acusación en el tribunal internacional solo acarrearía un gasto millonario al país, tomando en cuenta que la ONU y la OEA han señalado claramente la naturaleza de la crisis en Nicaragua y “quién es el responsable y lo mal que fue manejada en términos de la represión desproporcionada”.
“Yo me temo que no tienen ningún caso, lo que van a ir es a perder plata solamente. Si esa es la explicación, podría ser una locura, inclusive, yo soy de los que creo que no andan detrás de eso, yo lo que creo es que tienen una división interna que están tratando de subsanar”, sopesó Arana tras reiterar que la Alianza Cívica continuará buscando destrabar las negociaciones.
«Nosotros estamos aquí para un entendimiento que le dé una salida al país, democrática, con elecciones adelantada, que aquí restablezcamos la institucionalidad, que restablezcamos la justicia y que restablezcamos las libertades, si ellos quieren llevar al país a otra dirección, ya veremos”, manifestó.
*Cortesía Despacho 505