Después de 34 días de ausencia frente a la pandemia mundial de covid-19, el presidente Daniel Ortega reapareció para dar un discurso a la nación. Cerca de 32 minutos dedicó a hablar de las afectaciones mundiales de la crisis sanitaria mundial y cómo según él, Nicaragua está «librando la batalla» con sus «recursos limitados».

Durante su discurso televisado en cadena nacional, el mandatario sandinista no dictó medidas sanitarias, sociales ni económicas frente al covid-19, pero también ocultó información y presentó datos inexactos a la población nicaragüense. La Lupa, analizó lo que dijo Ortega y te contamos siete mentiras que declaró durante su primer compararencia pública, luego de 28 días de que se informara sobre la detección del primer caso de coronavirus en Nicaragua.

1. Visitas casa a casa  «es lo que puede explicar y lo que explica el porqué la pandemia ha avanzado lentamente» en Nicaragua

Expertos epidemiólogos aseguran que las cifras de nueve contagios de covid-19 presentadas por el Gobierno de Ortega puede ser una cifra manipulada o simplemente es porque no se han realizado las pruebas suficientes.

El neumólogo, Jorge Iván Miranda, considera existen diversos factores en las posibles explicaciones de la baja incidencia del COVID-19 en Nicaragua, la más evidente es que esos números evidencian que no están realizando las suficientes pruebas en el país.

Las visitas de brigadistas casa a casa han sido una medida contraria a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que sugiere el aislamiento social.

2. «Todos vienen por contactos de fuera»

Aunque el Ministerio de Salud (Minsa) insiste todos los días de que en Nicaragua no hay contacto comunitario, las autoridades sanitarias de Cuba han reportado, hasta la fecha, tres casos positivos de coronavirus de mujeres que llegaron procedentes de Nicaragua.

Además confirmaron otras dos casos de covid-19 de personas que se contagiaron tras entrar en contacto con viajeros que estuvieron en Nicaragua.

«No aparece una nicaragüense, saliendo de Nicaragua, siendo portadora del virus hacia un hermano país», declaró Ortega sobre el caso de una joven que llegó a Costa Rica y que resultó ser un caso negativo de covid-19. Sin embargo, el mandatario sandinista no hizo mención a los casos reportados por Cuba.

La recién nombrada ministra de Salud, Martha Reyes Álvarez, pidió a las autoridades cubanas «revisar» la información cuando reportaron el primer caso vinculado a Nicaragua. Después de eso, el Ministerio de Salud (Minsa) de Nicaragua ha callado sobre los nuevos casos reportados por el Gobierno cubano.

3. “Hay suficientes respiraderos (ventiladores), pero no ha sido necesario usar todos los respiraderos”

Ortega aseguró que el país cuenta con suficientes equipos médicos para hacer frente a la pandemia de covid-19 y aunque no mintió expresamente tampoco detalló la cantidad de equipos con las que cuenta Nicaragua.

“Los hospitales, prácticamente el noventa por ciento están en el ámbito del Estado, están dotando de todos los recursos básicos, para atender hasta donde da lógicamente, la capacidad en cuanto a camas que tienen estos hospitales”, declaró.

El dato oficial sobre el número de ventiladores con los que cuenta el sistema de salud en Nicaragua no está disponible en ningún informe, ni en el sitio web del Ministerio de Salud (Minsa).

Expertos de la salud han insistido en que conocer la cantidad de respiradores disponibles resulta esencial, porque al menos un 20%de los contagiados en condición crítica podrían requerir de respiración artificial.

Un reporte del portal digital Confidencial señala que médicos de hospitales públicos y privados coinciden en que en Nicaragua hay solamente 160 ventiladores que resultan insuficientes, y muchos de ellos ya son utilizados en pacientes con otras enfermedades.

4. «Hemos venido adoptando una serie de medidas, guiándonos por las normas internacionales pero aplicándolas a nuestra realidad»

Hasta la fecha, organismos de derechos humanos, especialistas de salud y hasta la misma Organización Panamericana de la Salud (OPS) han alertado sobre la falta de medidas aplicadas por el Gobierno de Ortega.

«Tenemos preocupaciones en cuanto a la falta de distanciamiento social, las aglomeraciones masivas, tenemos preocupaciones sobre las pruebas, el rastreo de contactos, sobre el reporte de casos, también nos preocupa sobre lo que vemos cómo inadecuado, en cuanto a control y prevención de la infección», manifestó la semana pasada la directora de la OPS, Carissa Etienne.

El Gobierno ha promovido actividades masivas, no ha cerrado fronteras, no ha suspendido las clases, ni ha decretado la cuarentena, cuatro de las medidas recomendadas por las autoridades sanitarias mundiales.

5. «Hemos construido muchos hospitales, incluso los hospitales que nos quemaron en abril (en referencia a 2018), ya lo hemos construido, los puestos de salud que nos quemaron en abril, ya los hemos contruido”

En su discurso Daniel Ortega hizo referencia a que durante las protestas iniciadas el 18 de abril de 2018 los manifestantes opositores quemaron hospitales y puestos de salud. Es la primera vez que el Gobierno da esa información que tampoco ha sido recogida en ningún informe de los organismos de derechos humanos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Por el contrario, en un informe presentado por el Ministerio de Relaciones Exteriores ante Naciones Unidas en Ginebra en lo que califican como “intento de golpe fallido”, en referencia a las protestas cívicas, indicaron que se destruyeron 252 edificios públicos y privados, pero no mencionan afectaciones directas a hospitales o puestos de salud.

En agosto de 2018, durante una sesión de la Asamblea Nacional, la diputada sandinista Argentina Parajón de la Comisión de Salud de la Asamblea nacional detalló que “los daños en la infraestructura se localizó en las unidades de emergencia (de número indeterminado de hospitales), una casa materna saqueada y destruida, dos sedes de Silais destruidas y saqueados, secuestro de trabajadores, 55 ambulancias dañadas, seis camionetas quemadas”.

6. “La reserva de medicamentos que tiene el sistema de salud y todo el sistema del Estado, incluyendo lógicamente el Seguro, y estamos hablando del 90% y a veces más, y algunos medicamentos que solamente los tiene el Estado como es el Interferón, por ejemplo”

Se desconoce nuevamente la capacidad del sistema sanitario de Nicaragua, pero aunque puede manejar el 90% de los insumos médicos, Ortega no hizo referencia a cómo se está preparado frente a la pandemia de covid-19 y dejó entrever nuevamente, al igual que el Minsa desde hace unas semanas, que el Interferón es «una cura» para combatir el virus.

Los medios de comunicación al servicio del Gobierno anunciaron hace dos semanas la supuesta fabricación de una “vacuna” contra el coronavirus, en referencia al antiviral Interferón Alfa 2B, medicamento que se ha utilizado para tratar a personas contagiadas por el coronavirus, pero que no es cierto que sea una vacuna que cure el covid-19.

El Interferon Alfa 2B se trata de un antiviral que ya se utilizaba antes del brote para el tratamiento de algunos tipos de cáncer, así como para tratar la Hepatitis B y C, las generadas por el VIH y el virus del papiloma humano.

La Organización Mundial de la Salud ha reconocido que “no hay pruebas de que los medicamentos actuales puedan prevenir o curar la enfermedad”. Incluso ha llegado a señalar que aunque algunos remedios occidentales, tradicionales o caseros pueden proporcionar confort y aliviar los síntomas de COVID-19, no hay pruebas de que los medicamentos actuales puedan prevenir o curar la enfermedad.

7. “Los hospitales, prácticamente el noventa por ciento están en el ámbito del Estado, están dotando de todos los recursos básicos, para atender hasta donde da lógicamente, la capacidad en cuanto a camas que tienen estos hospitales”

Durante los 32 minutos de su discurso televisado, Ortega insistió en que están preparados frente a la pandemia de covid-19 con un modelo de salud gratuita, dando la batalla “con recursos limitados”.

“Tenemos las capacidades para atender a la población, en tanto el ritmo en que ha venido manifestándose la epidemia ha sido el que hemos logrado nosotros administrar, si lo hemos administrado, no salimos en estampida», dijo.

Pero aunque Ortega intentó decir que tiene capacidad instalada, hizo hincapié en la capacidad en camas de sus hospitales. Lo que no dijo el mandatario sandinista es que el sistema de salud de Nicaragua es uno de los más pobres de la región.

covid-19 Nicaragua MinsaEn cifras reales el Sistema de Salud de Nicaragua cuenta 32 hospitales, 5,781 camas, 6,328 médicos, 5,056 enfermeras, 4,856 auxiliares de enfermería, y apenas entre 140 – 160 ventiladores que representan el 0.43 por ciento de los 32 mil contagios que el Ministerio de Salud (MINSA) proyectó en un informe para Bancos Multilaterales de Desarrollo por la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo cual evidencia la capacidad limitada del sistema.

De acuerdo a la OPS, la capacidad instalada en Nicaragua es de 8,1 camas por cada 100 mil habitantes, una de las más bajas del continente.

Foto principal: Tomada de Presidencia

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