El régimen de Daniel Ortega cerró las fronteras para un grupo de 48 nicaragüenses que se encuentran varados en Honduras de un total de 92 nicas que permanecen en El Salvador a la espera de volver a Nicaragua debido a la crisis sanitaria generada por la pandemia de COVID-19.
«Aquí estamos bajo el sol y esperando que nos dejen pasar, pero no nos dan respuesta. No hemos comido, no tenemos donde dormir, nos han dejado desamparados», denunció a La Lupa, Juan Carlos Gutiérrez.
Se trata de un grupo de 92 nicaragüenses que, por la emergencia del coronavirus, decidieron regresar de El Salvador porque se quedaron sin empleo. Sin embargo, al llegar a la frontera, en El Guasaule, migración de Nicaragua les impidió el paso.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) anunció en sus redes sociales que brinda asistencia al grupo de 92 migrantes nicaragüenses.
Estamos respondiendo a la emergente situación de vulnerabilidad de un grupo de personas de nacionalidad nicaragüense que desean regresar a su país de origen, con el fin de asegurar que su retorno sea digno, seguro y voluntario. pic.twitter.com/wyOcVL2WWt
— OIM El Salvador (@OIMSV) April 15, 2020
«En el marco del Programa de Retorno Voluntario Asistido El Salvador, la OIM proveerá la alimentación, hidratación, kits de higiene y otros insumos de primera necesidad a estas personas», explicaron.
El grupo de nicas que permanece en El Salvador se encuentra en un albergue temporal en el departamento de La Unión, habilitado por la comuna.
Segundo rechazo de nicas
El Gobierno de las Islas Caimán informó el viernes a la aerolínea Cayman Airways que no podría operar dos vuelos previstos a Nicaragua porque el régimen de Daniel Ortega cerró sus fronteras indefinidamente.
“El Gobierno de las Islas Caimán informó a Cayman Airways que el Gobierno nicaragüense cerró sus fronteras indefinidamente a partir de hoy”, indica un comunicado publicado en su sitio web.
La Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, llamó recientemente a los países de América Latina a abrir sus fronteras y permitir el regreso de sus conciudadanos varados en naciones extranjeras, así como a dotarles de atención sanitaria y otros derechos.
«En virtud del derecho internacional, toda persona tiene derecho a regresar a su país de origen, incluso durante una pandemia», afirmó Bachelet.
Hasta la fecha el régimen de Ortega no ha anunciado oficialmente el cierre de fronteras, una de la medida que ha tomado la mayoría de países para evitar el contagio de COVID-19.
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