El régimen Ortega-Murillo publicó un libro blanco sobre el COVID-19 en Nicaragua. Sin embargo, en las más de 70 páginas no dedicaron una sola línea sobre las pruebas realizadas, elestado de los hospitales ante el incremento de contagios o en qué fase de transmisión está la pandemia de coronavirus.
El texto, por el contrario, genera dudas sobre casos de muertes de personas «con COVID-19» como son clasificados por el Ministerio de Salud (Minsa), los departamentos que han presentado el mayor número de contagios, si hay casos de trabajadores de la salud infectados, los entierros nocturnos e inmediatos, entre otros.
Un artículo de la firma Deloitte, titulado “Más claro ni un libro blanco”, explica que los libros blancos son utilizados por los gobiernos para hacer “constar las acciones y resultados obtenidos más destacados de un programa, proyecto o asunto relevante y trascendente” o bien como un “comodín de la transparencia”. Sin embargo, para la oposición nicaragüense este libro blanco no ha aclarado nada.
«Una estrategia singular»
En el libro aseguran que Nicaragua será una «alternativa» a lo conocido como «lockdown» (cierre de emergencia).
Asimismo, justificaron que no han declarado «cuarentena o cerrado la economía» porque se «está protegiendo a los trabajadores del campo, a trabajadores informales, a las pequeñas y medianas empresas y a la economía nacional. La posición de Nicaragua no escoge entre salud pública y economía: ambas son absolutamente necesarias para la salud de la sociedad. Se tiene que buscar el equilibrio entre todas las políticas».
Sin embargo, el mismo sector privado -en reiteradas ocasiones en las últimas semanas- aseguran que el régimen orteguista no ha tomado ninguna medida para contrarrestar el golpe que están sufriendo las empresas ante el impacto de la pandemia del COVID-19.
Por COVID-19 o con COVID-19
El régimen Ortega-Murillo también confirmó lo que -en días pasado- el doctor Carlos Quant, epidemiólogo, refirió sobre los informes confusos del Minsa, donde se dio a entender que otras personas murieron producto de conmorbilidades, pero eran portadores de COVID-19.
En el libro blanco publicado este lunes el régimen apunta que las muertes pueden darse de la siguiente manera: «una persona puede estar con COVID-19 pero morir de un infarto agudo, así como otra que está con COVID19 y murió de COVID-19 por la condición del pulmón superior típico de los virus que provocan el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS, por sus siglas en inglés), como el SARS-CoV-2 que produce la COVID-19».
Quant -desde antes de este libro blanco- explicó a La Lupa que esa teoría del Minsa lo que busca es minimizar el número de muertes por COVID-19 y se ampara en debates o teorías que originaron en los primeros meses de la pandemia cuando se discutía entre si las personas morían “por COVID-19 o con COVID-19”
“Están tratando de desviar la atención con una teoría que ya fue superada por estudios en países europeos. Son persona que murieron por COVID-19 aunque tuvieran padecimientos crónicos. La causa directa es el COVID-19. En otras palabras el COVID-19 es multisistémica, puede causar trastornos cardíacos o neurológicos. Es un factor que están usando para minimizar las muertes”, advirtió el especialista.
El doctor explicó que la diferencia que buscan sentar es que “morir por COVID-19 era que el virus mataba a la persona, independientemente de los problemas de salud que la persona tuviera, mientras que morir con COVID-19… son personas que tenían una enfermedad grave, pero murieron por la enfermedad de base y no por COVID-19”. Sin embargo, advirtió que “esa teoría quedó superada por las investigaciones que se dieron y comprobaron que las personas con COVID-19 tienen más riesgos de morir si tienen comorbilidades, obviamente, tienen más posibilidades de morir que otras que no las tienen, entonces, también mueren por COVID-19”.