Una reforma en la Constitución Política aprobada en primera legislatura de la Asamblea Nacional, crea una doble jefatura en la Policía como parte del “estado de alarma” que se vive en el círculo de poder de la dictadura, según la activista y defensora de derechos humanos Alexa Zamora.

Para Zamora, esta medida medida parte de “una serie de reformas que están llevando a cabo” y que “dan a entender de que hay un estado de alarma dentro de la dictadura, una falta de confianza en sus mismos cuadros”.

La activista política destaca que este proceso “viene precedido también de la reforma a la Procuraduría General de Justicia, la unificación de la Fiscalía” y refleja que “hay fractura dentro del régimen que se está manifestando en todo este tipo de reformas y reestructuración en el aparato, sobre todo, en el aparato represivo”.

La reforma únicamente modifica el numeral 10 del artículo 125 de la Constitución, referido a las atribuciones de la Presidencia de la República.

Al mismo tiempo modificaron específicamente los artículos 11 y 47 de la Ley de Organización, Funciones, Carrera y Régimen Especial de Seguridad Social de la Policía Nacional. 

El nuevo texto establece que “la Jefatura Nacional es ejercida por los Jefes de las Fuerzas Policiales de la República de Nicaragua”, creando así una estructura de mando dual.

El texto aprobado de forma exprés establece que son atribuciones de la presidencia de la República, “nombrar a dos Jefes de las Fuerzas Policiales de la República de Nicaragua de entre los miembros de la Jefatura Nacional; a los Subdirectores y Subdirectoras Generales y al Inspector o Inspectora General”. 

Además: Policía sigue recetando «mediación» ante violencia machista

Del mismo modo la presidencia deberá otorgar los grados de Primer Comisionado o Primera Comisionada y Comisionados o Comisionadas Generales. Así como nombrar a la o el Comisionado General del Ministerio del Interior. 

Consolidación del control del aparato policial

Contrario a lo que podría interpretarse como un desplazamiento de Francisco Díaz como actual jefe policial, Zamora explica que la medida busca “consolidar ese brazo represor”. La analista señala que “están descentralizando este poder de forma que sea más fácil manejarlo para ellos”, ya que para el régimen “el aparato represor es como una de las cosas más importantes que básicamente es lo que los mantiene en el poder”.

Esta estrategia responde a la necesidad de mantener un control más efectivo sobre una institución crucial para la permanencia en el poder. 

“Al ser tan importante no pueden mantenerlo en manos de una sola persona, sobre todo porque hay un gran nivel de desconfianza, incluso en sus cuadros más cercanos”, agrega Zamora.

Zamora recordó que la Policía no siempre funcionó como un brazo represor del régimen, sino que en su momento la “institución trabajaba de manera bastante independiente”, pero “ha venido evolucionando en un órgano al servicio del régimen, uno de los pilares que los mantiene en el poder a través de la represión”.

Esta transformación ha sido evidente desde las protestas de abril de 2018, cuando la institución policial se convirtió en el principal instrumento de represión contra la población civil, que dejó al menos 355 personas asesinadas. 

Las reformas actuales representan la culminación de un proceso de desmantelamiento de toda la institucionalidad que podría haber tenido la Policía como institución independiente.

Policía represora, según Estados Unidos

En marzo de 2020, Estados Unidos sancionó a la institución por “el papel que ha tenido al perpetrar graves violaciones de derechos humanos en Nicaragua”. 

Las autoridades estadounidenses designaron a la Policía Nacional “por ser responsable o cómplice, o ser responsable de ordenar, controlar o instruir de otra forma, o partícipe a sabiendas en forma directa o indirecta, en relación con actos significativos de violencia o conductas que constituyen abusos graves o violaciones de derechos humanos contra personas vinculadas con las manifestaciones que empezaron en Nicaragua el 18 de abril de 2018”.

También: Policía asesina a joven autoconvocado en León

Según Estados Unidos, el régimen de Daniel Ortega utiliza a la Policía como principal herramienta de represión violenta contra el pueblo nicaragüense. Las fuerzas policiales usaron “municiones reales contra manifestantes, ha participado en escuadrones de la muerte y perpetrado ejecuciones extrajudiciales, desapariciones y detenciones arbitrarias”. 

La actual reforma constitucional, que aún debe pasar por segunda legislatura, representa un paso más en la consolidación autoritaria del régimen nicaragüense.   

Perfil del autor
La Lupa Nicaragua