«Si la sociedad no admite el libre desarrollo de la mujer, entonces la sociedad debe ser remodelada». Elizabeth Blackwell
El papel de la mujer en la medicina ha sido gradual a través del tiempo, tomando en consideración un contexto altamente competitivo y de predominio masculino, desde las sacerdotisas, magas y hechiceras encargadas de cultos relacionados con la salud, seguido por las parteras en la América precolombina, hasta las médicas de nuestros tiempos.
El notable interés de las mujeres por la carrera médica se impulsó a fines del siglo XIX, sobre la base de un proceso de democratización como la lucha por el derecho al sufragio femenino, la igualdad de condiciones laborales, el derecho a la educación, entre otras conquistas sociales.
En ocasión al Día Internacional de la Mujer Médica en honor a la Dra. Elizabeth Blackwell nacida en Bristol, Inglaterra 1821 y migrante en Estados Unidos, quien fue rechazada de 10 universidades antes de poder ingresar a estudiar la carrera de medicina en Nueva York en la Geneva Medical College 1847 , fue la primera mujer en obtener el título de Medicina en Estados Unidos y la primera mujer en el Registro Médico del Consejo Médico General.
Volver la mirada hacia el pasado me hace sentir agradecida con todas mis antecesoras, saber que pude llegar a la Universidad y graduarme, gracias a la lucha férrea de miles de mujeres que tuvieron que arrancar lo que en esos momentos no era un derecho. Me iré a Nicaragua que es de donde provengo, uno de los ejemplos claves para muchas fue y es Concepción Palacios, nacida en El Sauce, León en 1893; la primera médica nicaragüense y centroamericana quien tuvo que marcharse a México para poder estudiar la carrera de Medicina ya que en la UNAN-León sufrió hostigamiento y acoso por ser la única mujer estudiante de la carrera.
Recordar esta fecha es sumamente importante, siendo mujer médica reconozco y admiro la gran labor de las mujeres que han decidido estudiar Medicina. En mi formación, me tocó vivir acoso sexual, clasismo y la violencia estructural en los hospitales, centros de salud, puestos medicos, etc. Algunas de las dificultades que se nos presentaban era escuchar reiteradamente comentarios como: “Esta especialidad es más para mujeres porque es más tranquila” cuando se hacia alucion a dermatologia por ejemplo. “Esto no es para mujeres”, cuando se hablaba de especialidades como neurocirugía, ortopedia, urología, entre otras.
En este esforzado camino al recibir el título de Medicina empiezan otros retos, una se enfrenta a otras dificultades, algunas que nacen en la casa y otras que se presentan en los centros de trabajo donde se realizaría la especialidad, por lo que algunas estudiantes no continúan sus estudios o no realizan las especialidades por diferentes razones, muchas de esas razones ligadas al pensamiento que en muchas ocasiones enfrentó la Dra. Blackwell en 1846 y la Dra. Palacios en 1921.
Los retos siguen siendo muchos, la escalada de violencia no se detiene y realizar nuestro trabajo en comunidades alejadas también nos hace más vulnerables, tal es el caso de Mariana una médica en servicio social que fue asesinada al inicio de este mes en Chiapas, México.
Es por eso que hoy escribo desde mi posición como mujer, sobreviviente y médica; dedico estas palabras a las que están y a las que se les cercenó la oportunidad de seguir viviendo, porque debemos de visibilizar el valor incalculable que tienen todas las mujeres de ayer y de hoy en esta loable pero tan dificil profesión.
¡FELIZ DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER MÉDICA!