La titular del Juzgado Segundo de Distrito Penal de Adolescentes y Violencia ordenó una valoración del «estado de salud psíquico» de la adolescente de 15 años acusada de matar a su propia madre, la maestra Maricela del Carmen Mora Barbosa, de 50 años.

Esta evaluación psiquiátrica busca determinar el estado mental de la menor y aportar elementos clave para el desarrollo del proceso judicial.

La docente falleció la noche del jueves 22 de mayo de 2025, tras ser atacada con un arma blanca en su vivienda, ubicada en el barrio Loma Verde del municipio de Tipitapa, luego de una discusión con su hija.

Inicialmente, los reportes indicaban que se trataba de un crimen de odio contra una mujer (femicidio), pero luego las investigaciones determinaron que su propia hija la habría asesinado.

Mora Barbosa trabajaba como profesora de educación primaria en el colegio Gaspar García Laviana. Era conocida por sus estudiantes y vecinos como una mujer dedicada y tranquila.

Audiencia para conocer la prueba

Durante la audiencia preliminar, la defensa técnica de la adolescente —acusada por el delito de parricidio agravado— pidió se le practicara un «estudio biosicosocial», para conocer su estado biológico, psicológico y social. La judicial ordenó que se remitiera al Instituto de Medicina Legal para ser valorada por psiquiatría forense.

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Este 28 de mayo, nuevamente será llevada al tribunal para la realización de una segunda audiencia en la que se valorará la «admisión o rechazo de pruebas».

38 femicidios en menos de seis meses

En Nicaragua han ocurrido, además, una serie de asesinatos de mujeres.

De acuerdo con el Observatorio Voces de Católicas por el Derecho a Decidir (CDD), con este caso suman 38 las mujeres asesinadas en lo que va del 2025. 

“Es una cifra alarmante, esto nos dice la inseguridad con la que estamos viviendo las mujeres”, expresó a La Lupa una vocera del organismo nicaragüense. 

En Nicaragua, donde el acceso a la justicia para las víctimas de violencia machista es limitado y el Estado ha sido cuestionado por su pasividad, los femicidios siguen ocurriendo con frecuencia y con total impunidad.

La muerte de Marisela no es un hecho aislado, sino parte de un patrón que se repite cada semana en distintos puntos del país.

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“Esto sigue afectando a toda la familia. Estos crímenes de odio siguen afectándonos a la familia y la comunidad. Existen Comisarías (de la Mujer), pero ¿qué está pasando? ¿Será la aplicación (de la ley)? ¿Será que no existen compromisos? Porque la situación de las mujeres son vidas que se están entregando… y están arrebatando”, agregó la vocera de Católicas. 

Llamó a las mujeres a denunciar la violencia cuando sientan que “su vida está corriendo peligro”. “Que pongan la denuncia y que no se queden esperando que esa violencia machista le arrebate su vida”, puntualizó.

El femicidio es la manifestación más brutal y extrema de la violencia contra las mujeres y las niñas y ocurre en los hogares, los lugares de trabajo, las escuelas o los espacios públicos. Incluye desde la violencia de pareja hasta el acoso sexual y otras formas de violencia sexual, prácticas nocivas y trata de personas, según ONU Mujeres.

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La Lupa Nicaragua