El pasado 21 de marzo, la violencia machista cobró la vida de Rosibel Saballos Rivas, una joven de 27 años, asesinada por su excónyuge, Exberto Simón García Cruz. Con su muerte se incrementaron en 17 el número de femicidios registrados en Nicaragua en lo que va del 2020.

Además de las muertes violentas, hasta este 31 de marzo también se registraron 30 femicidios en grado de frustración, reportó la organización Católicas por el Derecho a Decidir (CDD).

De acuerdo al informe presentado esta semana por esta organización, las mujeres entre los 19 y 25 años han sido las principales víctimas de femicidios en Nicaragua, en total siete de las víctimas estaban en este rango de edad.

Católicas por el Derecho a Decidir identificó que tres de las mujeres víctimas de esta violencia tenían entre 12 y 18 años; dos de ellas tenían entre 35 y 50 años; y otras dos que tenían más de 51 años.

Para Martha Flores, de Católicas por el Derecho a Decidir, el femicidio es también una pandemia que “siempre ha sido invisibilizada”, que pone en riesgo a miles de mujeres y niñas en el mundo y a la que ningún gobierno en el país le ha puesto la atención requerida para frenarla.

En el barrio San Martín del municipio de La Cruz de Río Grande, en el Caribe Sur, la población todavía está conmocionada por el crimen cometido contra Saballos Rivas. Su excónyuge, de quien se había separado hace tres meses, la asesinó con un cuchillo.

Según el observatorio, la pareja de la víctima sigue siendo el principal agresor, seguido por desconocidos, conocidos, hijos y exparejas, lo que evidencia que los agresores siempre tienen un vínculo con la víctima.

FRENAR ESTOS CRÍMENES

Al menos siete de los asesinatos que reporta este organismo fueron cometidos en la vía pública, y 10 en el ámbito privado.

Según el registro, tres de estos casos ocurrieron en la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur (RACCS), mientras que Managua (2), Matagalpa (2), Granada (2); Boaco (1), Chinandega (1), Carazo (1), Estelí (1) y la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (1).

Para Flores, la violencia que viven las mujeres debe ser atendida con urgencia por el Gobierno.

“Con la misma intensidad que se debería atender el coronavirus, así se debería atender la violencia hacia las mujeres. La Organización Mundial de la Salud la declaró como un problema de salud y no es atendida como tal”, puntualizó Flores.

El acceso a la justicia también es limitado, revela el dato de CDD, pues aunque siete victimarios están en proceso judicial y tres han sido sentenciados, todavía hay tres que están prófugos en el exterior, dos fueron impugnados, uno absuelto y uno está prófugo dentro del país.

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