«En el Día Internacional de la Niña lo que nos toca celebrar es tan solo que Naciones Unidas, que la comunidad internacional tiene una preocupación por las niñas en todo el mundo, pero que tienen claro que en Nicaragua son más los desafíos que las promesas que se hayan podido cumplir en todo este tiempo», dice Jorge Mendoza, vocero de Codeni.
Cada 11 de octubre el mundo conmemora el Día de las Niñas, sin embargo, en Nicaragua en lugar de celebrarse los logros alcanzados en materia de derechos humanos, se lamentan los retrocesos evidentes por la falta de protección y garantías para las niñas y niños nicaragüenses que se han remarcado en los últimos años producto de las acciones ejecutadas por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Jorge Mendoza, director ejecutivo del Foro de la Educación y Desarrollo Humano de la Iniciativa por Nicaragua y vocero del Consejo de la Coordinadora Nicaragüense de ONG que trabaja con la Niñez y la Adolescencia (CODENI), afirma que 1.3 millones de ciudadanas son niñas que en Nicaragua se encuentran en un “Estado de desprotección».
Algunos de los graves flagelos contra las niñas y adolescentes nicaragüenses van desde la violencia sexual, abusos sexuales, embarazos a temprana edad, falta de acceso a la justicia y fallas graves en el sistema educativo nicaragüense.
¿Cuáles son los problemas que aquejan a las niñas nicaragüenses?
En cuanto al respeto de los derechos de las niñas y adolescentes, nos preocupa severamente la violencia sexual, lo que se traduce en una de las más severas violaciones a los derechos humanos.
En Nicaragua tenemos altas cifras de embarazos adolescentes. En el país se registra que 25 de cada 100 partos se producen en adolescentes menores de 18 años, es decir, estamos hablando que las estadísticas del Ministerio de Salud (MINSA) y del Instituto de Medicina Legal (IML) indican que 1,753 niñas han estado embarazadas en el año 2018, estamos hablando de casi 2,000 niñas que son embarazadas, que tienen un parto y que tienen entre los 10 y 17 años, lo cual para nosotros es una preocupación porque supone que esas casi 2,000 niñas fueron abusadas, ya que el Código Penal establece que todo acceso carnal que se tenga con una menor de 14 años se presume violación, entonces, constituye un delito de violación.
Por lo tanto, es preocupante que de estas 1,753 niñas tan solo 400 interpusieron denuncia por abuso o violación, es decir, el 86% de violaciones – consideradas por la ley nicaragüense – se ha naturalizado a través de unión de hecho estable o el matrimonio forzado.
¿Quiénes son los principales responsables de que estos problemas sigan creciendo y las niñas continúen siendo víctimas de esos delitos?
Nosotros creemos que lo que está fallando es la suma de compromisos y responsabilidades del Estado nicaragüense, que no asume la protección y la garantía de los derechos de la niñez, es decir, estamos hablando de falta de educación sexual, estamos hablando de que el sistema de protección de la niñez; las niñas, niños y adolescentes, se encuentra en un estado lamentable porque a partir del 2007 se ha venido desmantelando.
En el 2008 desaparecieron el Consejo Nacional de Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia y a partir del 2010 desaparecieron las Comisarias de la Mujer y la Niñez, que uno de los trabajos que más hacía era el de la investigación, de la sanción y de la persecución de los abusos y violaciones sexuales que se dan en contra de las niñas y las mujeres, entonces, todas estas situaciones se agravan cuando falta un sistema de protección efectivo a favor de las niñas.
¿Cómo se agrava la situación de los derechos de las niñas nicaragüenses luego de abril 2018 cuando el régimen orteguista inicia una ola represiva contra los ciudadanos que protestan en su contra?
A partir del 18 de abril no contamos con una institución que pueda velar por la seguridad ciudadana y en consecuencia no puede velar por la protección de las niñas que son abusadas o violadas sexualmente, sencillamente, porque la Policía no tiene tiempo para atender ese tipo de delitos ya que su principal prioridad institucional es andar persiguiendo manifestantes o reventando globos azul y blanco, entonces, las niñas quedan en un estado de desprotección porque el Estado está abocado a esto.
A su vez, el sistema de justicia está articulado con la Policía, con el Ministerio Público y con el Instituto de Medicina Legal, para atender los casos de protesta cívica y no precisamente de seguridad ciudadana, entonces, prácticamente en el Día Internacional de la Niña lo que nos toca celebrar es tan solo que Naciones Unidas, que la comunidad internacional tiene una preocupación por las niñas en todo el mundo, pero que tienen claro que en Nicaragua son más los desafíos que las promesas que se hayan podido cumplir en todo este tiempo.
Es por eso que creemos que en Nicaragua hay un sistema regresivo, que no ha evolucionado, todo lo contrario, ha involucionado porque las niñas se encuentran en situación de desprotección y de abandono con relación a los otros años y no estamos atendiendo de la mejor manera el tema de la protección de las niñas.
Si la situación de las niñas en general es desprotección ¿Qué pasa con las niñas que viven en el campo?
La situación de vulnerabilidad de los derechos de las niñas, evidentemente, es peor en el campo porque hay que recordar que del 86% de los peritajes médicos por violencia o abuso sexual corresponden a niñas y adolescentes mujeres -según las cifras del Instituto de Medicina Legal- y de ese 86% el 64% fueron violentadas en sus casas y el 22% en la calle o espacios públicos, lo cual indica que el hogar resulta ser también un espacio inseguro, por lo que también es responsabilidad de la familia y de la comunidad proteger a la niñez, pero el Estado no ha diseñado un programa efectivo para garantizar la seguridad de las niñas en el campo, por ejemplo. Además, por las condiciones socio-geográficas de las comunidades rurales las niñas están más vulnerables, porque hay que lavar en el río, hay que ir a traer agua a los pozos y hay que caminar largos trechos para llegar a la escuela.
A propósito de la educación ¿Cómo estamos en materia de acceso y calidad de la educación que reciben las niñas nicaragüenses?
Uno de los problemas de la educación nacional -que no solo afecta a las niñas sino a toda la niñez- es el tema de la partidarización y rendir el culto a la personalidad, a través de los textos escolares y mensajes transmitidos por los docentes.
Por ejemplo: Al presidente Daniel Ortega lo ponen en los textos escolares como una de las figuras representativas de la filosofía cuando todos sabemos que el principal y más reconocido filosofo nicaragüense es Alejandro Serrano Caldera, además, colocan a Rosario Murillo como una heroína nacional, lo cual es tan absurdo como haber nombrado -en su momento- prócer al cardenal Miguel Obando cuando estaba vivo, entonces, no solamente son disparates sino que hacen un tergiversación del aprendizaje que deben tener los estudiantes.
Además, limitan el derecho de las niñas, niños y adolescentes a expresarse y socializar libremente por toda la politización que tienen en el sistema educativo.
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