A partir de este viernes los más de 400 nicaragüenses que se encuentran varados en el puesto fronterizo de Peñas Blancas tendrán acceso a la prueba COVID-19, gracias a la gestión de tres organizaciones de la sociedad civil y un hospital privado de Costa Rica.

La Fundación Arias, con sede en San José, Costa Rica, es una de las organizaciones que gestionó la donación de las pruebas COVID-19 para los nicaragüenses varados en la frontera.

El anuncio lo hizo la directora general de Migración de Costa Rica, Raquel Vargas, luego de haber hecho un recorrido en la zona fronteriza donde permanecen los nicaragüenses desde hace más de una semana.

“Hay tres organizaciones civiles en Costa Rica que han hecho una recaudación de fondos de la cooperación internacional. Es una iniciativa de la sociedad civil y han coordinado con un hospital privado que también ha donado una parte para realizar las pruebas COVID-19 a las personas que se encuentran en la línea fronteriza”, mencionó Vargas en entrevista con el portal Nicaragua Actual.

El comandante, Alonso Soto, subdirector de la Policía de Migración, acompañó a Vargas en este recorrido en la frontera.

La directora de migración costarricense informó que habilitarán un área en el lugar para tomar la muestra a los ciudadanos que llevan días en la zona limítrofe soportando las altas temperaturas y los aguaceros.

“Vamos a facilitar un área, justamente en el borde fronterizo, para que el hospital pueda instalarse”, dijo Vargas.

Difícil acercamiento

El comandante Soto explicó que fue difícil conocer con exactitud cuántas personas permanecen varadas en el lugar, debido a que las personas están del lado nicaragüense.

“Indudablemente son personas, seres humanos que están ahí atascados, están en territorio nicaragüense, nosotros vamos a facilitar un espacio, para que estas organizaciones hagan ese trabajo y lo cierto es que por estar en territorio nicaragüense nosotros no tenemos inventario exacto y preciso”, dijo Soto.

Los mismos nicaragüenses han definido que su situación es totalmente precaria partiendo del hecho que deben utilizar todos, un mismo sanitario para hacer sus necesidades fisiológicas.

Aunque las autoridades de Costa Rica están en la disposición de agilizar el proceso para el retorno seguro de los connacionales, el hecho de que las personas que se encuentran varadas estén del lado nicaragüense dificulta un poco su labor, enfatizó Soto.

“Nosotros somos respetuosos de los derechos humanos y de las personas, pero aquí hay variables que nosotros no podemos controlar están en territorio nicaragüense, son oenegés (las que realizarán la prueba) no son gubernamentales, no pertenecen al gobierno y están contratando una entidad privada”, insistió.

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