Entre el 11 de marzo y el 30 de junio, han fallecido 12,100 personas, de acuerdo a las autoridades gubernamentales de Nicaragua. Esto indica que en tan solo 111 días ha habido un promedio de 109 muertes diarias. Para el doctor Carlos Hernández, especialista en salud pública, las estadísticas generales de defunciones en el país, demuestran que el manejo del sistema de salud público nicaragüense es una vergüenza mundial en el manejo de los datos.
Hernández que forma parte del Comité Científico Multidisciplinario valora como «intolerable» cómo las autoridades de la Salud en Nicaragua están manejando estas estadísticas, y aludió que su preocupación es en torno a los datos oficiales con promedios de muertos que se elevan de repente y son presentados, sin hacer un análisis.
“Hay un manejo como muy displicente y torpe en las estadísticas, aún en el marco de negar la especialidad y negar los datos”, expresa.
Hernández aseguró que si el dato de 12,100 muertes se refiriera en torno a los 208 días que van del año 2020, y no únicamente a los cuatro meses presentados el pasado 19 de julio, coincidiría con el registro de muertos en años anteriores. En 2019 se reportaron 23,000 defunciones y en 2017 se registraron 24,300 muertes anuales.
A su vez indicó que los promedios de muertes en años anteriores, arrojan estadísticas entre 66 o 67 muertes diarias, mientras que en tan solo 111 días del 2020, se muestran 109 muertes diarias, lo que señala un claro incremento del 40% por día.
Según los compendios estadísticos del INIDE, entre el 1 de marzo y 30 de junio de 2015 hubo 7,476 defunciones, en marzo-junio de 2016 hubo 7,814 y en marzo de 2017, 7,754 defunciones (no existen datos para 2018 o 2019).
Informes de salud “torpemente manejados”
En el informe gubernamental se mencionó las estadísticas por enfermedades de insuficiencia renal e incluso aseguró que existen jóvenes viviendo sin sus dos riñones, lo que para Hernández es y es una información “muy torpemente manejada”.
Indicar que existen jóvenes viviendo sin sus dos riñones, “eso es incompatible con la vida, una cosa es insuficiencia renal crónica y otra cosa es ausencia renal, que no puede existir, hay muchas imprecisiones y es una información muy torpemente manejada”, señaló Hernández.
Además agregó que pese a que el informe presentado el 19 de julio señalara todas las actividades realizadas por el Minsa, no se presentaron resultados, lo que demuestra un claro manejo irregular y torpe por parte del sistema de salud público del país.
COVID-19 es sustituido por neumonía
En cuanto a las declaraciones de muertes por neumonía, Hernández declaró a La Lupa que fueron presentadas “como si nada”, lo que es preocupante debido a que hasta el 15 de mayo se habían declarado 319 muertes. Sin embargo desde ese último periodo hasta el 30 de junio se reportaron 2,344, lo que señala que en mes y medio hubo 2,000 muertes por neumonía y aseguró que esto acercaría a las cifras presentadas por el Observatorio Ciudadano COVID-19.
Hernández señaló que durante 2017 a 2019 se registraron 2.2 muertes por día (2017) a 1.5 muertes por día (2019). A diferencia del periodo mencionado del 11 de marzo al 30 de junio (2020), el promedio se incrementa alarmantemente a 21.1 muertes por día.
El experto agregó que con el dengue, las autoridades gubernamentales declararon una «alerta epidemiológica» y movilizaron presupuestos para fumigar por todos lados, priorizando donde aparecían mas «casos sospechosos» y paradojicamente la mortalidad por dengue es mínima. Hernández además cuestionó que por qué con esta pandemia las autoridades no han hecho lo mismo, dado lo masiva que es la transmisión de COVID-19 y que presenta una gravísima tasa de mortalidad.
Comportamiento es contradictorio a falsa normalidad
El experto señaló que desde el momento en que quiénes se encontraban en la tarima, así como los jóvenes invitados a la comparecencia, todos portaban mascarillas muestra una situación “paradójica”, puesto que el régimen no está minimizando la pandemia sino que existe una discordancia en su comportamiento.
“Si la cosa no preocupara y está tan normal, ¿Por qué no hacen su evento en la plaza como todos los años? En cambio aquí hicieron unos controles serios, todos salieron con mascarilla, cosa que nos alegra bastante pero, ¿por qué hay una contradicción tan grande entre su comportamiento y lo que quieren negar en cifras?”, añadió el experto.
Hernández señaló que esto indica que a nivel personal si se protegen porque saben que la situación de las cifras no corresponde con la realidad, y lo que verdaderamente concuerda con la realidad es el comportamiento del régimen el pasado 19 de julio.
Población no debe bajar la guardia ante el COVID-19
El experto mencionó que el país si está viviendo una engañosa normalidad, puesto que se han reducido los números de casos, sin embargo agrega que la población no debe abandonar los métodos de protección.
Hernández dijo que las medidas preventivas aumentaron durante junio, sin embargo ahora considera que la población no debería estar bajando la guardia, puesto que para agosto Nicaragua podría presentar un repunte “más feo que mayo y junio”.
Además alertó que cuando la población baja la guardia, los jóvenes retoman sus actividades nocturnas, como frecuentar bares y discotecas, lo que provoca que se infecte este círculo de la población (que aparentemente es asintomático), y que luego produce un contagio a sus familiares, y se extiende hasta la comunidad en donde residen.
Hernández pidió a la población mantener las medidas de protección, asimismo instó a la juventud a crear conciencia de la gravedad de la pandemia del COVID-19, puesto que los más afectados tienden a ser siempre las personas mayores. “Tiene que haber responsabilidad, más que eso solidaridad, esto no es un asunto de cuidarse a sí mismo, sino cuidar la salud de los demás”, continuó.
Pidió también la continuidad de la autoprotección en los hogares nicaragüenses e insistió en que si el pueblo no mantiene estos comportamientos, en las próximas semanas el país verá un pico elevado de contagios por coronavirus.