En una semana, Nicaragua pasó oficialmente de 2,170  a 2,519 casos de COVID-19, tras registrar 349 nuevos casos confirmados en la semana correspondiente del 23 al 30 de junio, según el reporte oficial del Ministerio de Salud (Minsa).

Lo anterior confirma que la curva de casos positivos sigue ascendente, aunque el régimen insista en minimizar los datos en el país desde que el pasado 18 de marzo la vocera del régimen, Rosario Murillo reportó el primer diagnóstico de COVID-19.

En su informe semanal, el Minsa reporta un total de nueve fallecidos «atribuibles a COVID-19», es decir que según datos oficiales, a la fecha 83 nicaragüenses han perdido la batalla frente al COVID-19.

La semana anterior, las autoridades sanitarias nicaragüenses reportaron únicamente 10 fallecidos por esta causa.

«Desde el inicio de la pandemia, hasta el día de hoy, hemos atendido y dado seguimiento responsable y cuidadoso a 2,182 personas, continuamos trabajando para dar atención a las familias nicaragüenses», señaló durante la conferencia de dos minutos, la ministra de salud, Martha Reyes.

COVID-FALLECIDOS
Las autoridades sanitarias de Nicaragua siguen reportando muertes por COVID-19. Foto: La Lupa / O. Navarrete

Otros fallecimientos

El Minsa admitió nuevamente que se presentaron otros fallecimientos en personas que han estado en seguimiento, causado por «tromboembolismo pulmonar, diabetes mellitus, infarto agudo de miocardio, crisis hipertensivas y neumonía bacterianas”, sin precisar la cantidad exacta de muertes.

El informe más reciente del Observatorio Ciudadano COVID-19, que ofrece datos basado en denuncias de la población con el seguimiento de médicos independientes, registra un total de 6,675 casos sospechosos y 1,878 muertes por esta causa.

El más reciente informe destaca que desde que llegó la pandemia al país, 1700 personas se han recuperado del coronavirus.

En más de una ocasión los epidemiólogos que no están en el sistema de salud pública, basado en su experiencia, han referido que es imposible que una cantidad de casos tan grande se recupere de una semana a otra, partiendo del hecho que el periodo de incubación del virus es hasta de 14 días.

El Minsa además mantiene su teoría de que la mayoría de las personas que han estado en seguimiento por COVID-19 con frecuencia han tenido otros «padecimientos asociados» que los pone en mayor peligro frente al virus.

La «diabetes mellitus, obesidad, hipertensión arterial, enfermedades cardíacas, síndrome de inmunodeficiencia, insuficiencia renal crónica, antecedentes de accidentes cerebro vasculares, tuberculosis pulmonar y enfermedades pulmonares crónicas», son algunas de esas enfermedades previas del paciente, señalan en el informe.

Admitió que se han «presentado casos en brotes en contactos claramente establecidos». Desde hace dos meses, los médicos independientes han mantenido que Nicaragua entró a la fase de transmisión comunitaria, pero las autoridades sanitarias no lo reconocen abiertamente.

Esta semana, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señaló que las autoridades de salud del país todavía no informan sobre la cantidad de pruebas realizadas.

Mientras tanto, los gremios médicos del país, sostienen que es necesario que la población se mantenga resguardada en su casa para evitar que la curva de contagios siga en crecimiento.

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